Principales Corrientes Filosóficas: De Platón a Hume


Platón

Platón piensa que el motivo de la corrupción existente en la vida política se encuentra en el escepticismo sofista. Los sofistas eran escépticos y relativistas, y opinaban que la única política posible es la que se basa en la violencia física. Piensa que la posibilidad humana de hacer ciencia no queda reducida al campo del “debe ser” del ser humano. Demostrar cómo el ser humano es capaz de obtener conocimientos científicos. Piensa que si la ciencia consiste en un conjunto de afirmaciones universales, necesarias e inmutables, es porque existen objetos, realidades universales, necesarias e inmutables. Y como estos objetos no se dan en el mundo sensible, compuesto todo él de cosas concretas y cambiantes, tienen que tener su sede en “el mundo de las ideas”. El mundo sensible es solo una copia del mundo de las ideas. El ser humano es cuerpo, pero sobre todo alma espiritual. El ser humano deberá vivir de tal manera que sea su alma racional la que dirija las dos almas materiales propias del cuerpo: al alma irascible y el alma concupiscible. La sociedad está compuesta por tres estamentos (gobernantes, guardianes, productores). Solo en la medida en que el estado esté organizado justamente podrán llevar una vida justa los que formen parte de él.

Aristóteles

Aristóteles: conocer la verdad es el fin propio de los seres humanos, pero además vive, y el conocimiento le proporciona una buena vida. El filósofo se ocupa de conocer los principios y las causas más universales e inmutables y, por ello, su investigación debe referirse tanto al ser como al movimiento, a la transformación. Tanto los seres naturales como los artificiales están constituidos por la materia (hyle) y la forma (morphe). Causas que dan razón a ese movimiento: intrínsecas (material y formal) y extrínsecas (eficiente y final). El hilemorfismo es la explicación de la realidad a partir de la unión de hyle y morphe. Y una parte de la realidad es el ser humano, la sustancia ser humano, compuesto de cuerpo y alma. Es preciso distinguir entre saber teórico, que tiene por objeto lo inmutable, y saber práctico, que conoce lo contingente. El saber práctico de los seres humanos consiste en realizar la areté, la excelencia en la vida individual (ética) o social (política).

San Agustín

San Agustín establece entre el cuerpo y el alma una separación tal que la única manera que posee de explicar cómo el ser humano es capaz de obtener conocimientos universales es recurriendo a la iluminación divina: Dios está presente en el interior del ser humano y le ilumina, convirtiéndose de esta manera en la fuente de todos los conocimientos universales. Dios es un ser infinitamente perfecto que posee en sí, al modo de ideas divinas, las razones según las cuales han sido creadas todas las cosas. El ser humano es libre y puede alejarse de Dios y perseguir exclusivamente bienes mutables. En estas actuaciones se encuentra el origen del mal. Piensa que en toda sociedad existen dos ciudades: la de aquellos que se aman a sí mismos hasta el desprecio de Dios (ciudad terrenal) y la de aquellos que aman a Dios hasta el desprecio de sí mismos (ciudad de Dios).

Tomás de Aquino

Tomás de Aquino: la filosofía y la teología son ciencias que poseen objetos, métodos y criterios diferentes. Cuando se ocupan de un mismo tema, necesariamente tienen que decir lo mismo (la filosofía puede ayudarse de la fe, y la fe de la filosofía). Esto le lleva a plantearse como primer problema filosófico el de demostrar la existencia de Dios poniendo en juego la constatación de una realidad sensible deficiente que necesita una explicación y la afirmación de una serie causal que tiene por base esta realidad sensible y por cima a Dios. Concibe al ser humano como una unidad sustancial en la que el alma y el cuerpo se relacionan como materia y forma. El conocimiento sensible es la base del conocimiento intelectual. El entendimiento agente desmaterializa la imagen sensible e individual y abstrae la forma. En cuanto a su ética, se centra en el concepto de ley natural, que es, por un lado, la parte de la ley eterna que atañe al ser humano, y por otro, es expresión de las exigencias de la naturaleza humana.

Descartes

Descartes se forma en la filosofía escolástica. En la experiencia el sujeto es pasivo y el conocimiento que la experiencia proporciona es dudoso. En la matemática el sujeto es activo y la razón deduce conocimientos seguros. Cuatro reglas de su método: evidencia, análisis, síntesis y enumeración. En ellas se despliegan las dos operaciones fundamentales de la mente humana: intuición (operación por la que la razón crea los elementos simples del conocimiento) y deducción (añade al concepto de intuición el ser un paso en la mente de un enunciado a otro). La metafísica fundamenta, después, en el sujeto, este proceder de la razón que es el método. El sujeto se percibe clara y distintamente como experiencia pensante.

Hume

Hume se sitúa en el campo del empirismo psicológico: la experiencia más inmediata es la experiencia de la propia mente y en ella y desde ella aborda la explicación del conocimiento. Encuentra dos tipos distintos de percepciones: las impresiones, de gran viveza e intensidad, en las que se perciben con facilidad los detalles; y las ideas, más apagadas y difusas. Atribuye el orden y regularidad a las leyes de la asociación (por semejanza, contigüidad y causalidad). Distingue dos tipos de conocimientos: el que establece relaciones entre ideas y el conocimiento de hechos. La causalidad no es más que una creencia, fruto de la costumbre y del hábito psicológico de haber encontrado hasta el presente siempre unidas la causa y el efecto. Eliminado el valor cognoscitivo del principio de causalidad, los tres grandes ámbitos sustanciales de la realidad quedan sin soporte, tanto el del yo, como el del mundo externo, como el de Dios.

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