La muerte de Franco en 1975 abrió para España un tiempo para la esperanza, pero no exenta de incertidumbre. La fractura de la sociedad española, que se arrastraba desde la República, se había acentuado durante la Guerra Civil y con la posterior represión hacia los opositores del régimen franquista.
De este modo, tras la muerte de Franco, se proclama a Juan Carlos I rey de España, de acuerdo a lo legalmente pactado, en un contexto político de incertidumbre. Se inicia así, un complejo proceso de transición de la dictadura a un sistema democrático por voluntad real y presión popular y política exterior e interior en el arco de la crisis del petróleo de 1973 y 1979. La transición política se realizaría por consenso, sin una ruptura revolucionaria ni continuismo inmovilista. Debido a su escaso nivel de videncia se ha convertido en un modelo para muchos países. La clave de ésta fue la redacción de una Constitución con Tribunal Constitucional.
1) FUERZAS POLÍTICAS.
En política, el panorama era extremadamente complejo, pudiendo distinguirse entre los franquistas y las fuerzas de la oposición.
1. Entre los franquistas, al morir Franco, las diferencias se agudizaron entre el llamado “búnker”, núcleo duro e inmovilista liderado por figuras como Blas Piñar, y los “aperturistas”, políticos veteranos convencidos de la necesidad de cambio, como Fraga o Areilza. También jóvenes que no habían vivido la Guerra Civil, como Adolfo Suárez, figura clave en este grupo.
2. Ente las fuerzas de oposición, la derecha liberal o institucional era muy débil y se agrupaba en torno a figuras como Ruiz Giménez o Gil Robles, o partidarios de Juan de Borbón.También cabe citar otras fuerzas, donde se encontraban los nacionalistas catalanes liderados por Jordi Pujol (Convergencia Democrática de Catalunya) y los vascos del PNV. En las fuerzas de izquierda destacaba el PCE liderado por Santiago Carrillo, muy activo desde la muerte del dictador, y el PSOE en torno a Felipe González y Tierno Galván, entre otros. Urgía la tarea de conciliar las fuerzas que podían jugar un papel desestabilizador: la ultraderecha y la extrema izquierda, entre los que había que contar a organizaciones terroristas como ETA o los GRAPO.
Las disensiones entre el PCE y PSOE impidieron que toda la oposición democrática se coaligara en una única alianza. Así, surgieron la Junta Democrática, dominada por el PCE y con fuerte capacidad de movilización, y la Plataforma de Convergencia Democrática, donde PSOE, PNV y UGT eran las fuerzas principales.
3. En el terreno social, la hegemonía comunista también se refleja en el mundo sindical. Comisiones Obreras era el más poderoso, mientras que UGT comenzaba a reorganizarse. La histórica CNT se convirtió en una fuerza meramente simbólica.
4. Por último, había que ver qué papel podían jugar algunos sectores tradicionalmente decisivos en la política española, entre la que destaca el ejército
El proceso, pese a sus dificultades, se realizó de forma pacífica. Permitía el paso de un régimen autoritario a otro democrático, que se produjo por la vía del pacto, la tolerancia y la reconciliación.
2) EVOLUCIÓN POLÍTICA
Los primeros momentos de la monarquía de Juan Carlos I estuvieron caracterizados por la indefinición. Muchos sospechaban que la nueva monarquía sería una mera continuadora del franquismo sin Franco. Sin embargo, el nuevo monarca se fue rodeando de un grupo de asesores que diseñaron un plan de cambio político, que se vino a denominar “la reforma”, cuyo objetivo consistía en alcanzar un sistema democrático, pero desde las propias leyes franquistas.
Para ello, se trataba implementar una serie de cambios controlados que garantizaran la intangibilidad de los funcionarios y militares franquistas.
1. El rey optó por mantener a Arias Navarro en el gobierno (quien había presidido el ejecutivo en la fase final de la dictadura). El gobierno incluirá a Fraga y figuras jóvenes del Movimiento como Adolfo Suárez o Martín Villa.
El gobierno de Arias fracasó a la hora de un proceso de reformas creíble y respondió con represión a las protestas sociales. Esto conlleva la decepción de la mayoría y comienza una movilización político (socialista y comunista) y una movilización social (huelgas, manifestaciones), que fueron reprimidos con dureza (Vitoria, Montejurra)
En marzo, la oposición se agrupó en la Coordinación Democrática, que reforzó las protestas contra el inmovilismo del gobierno de Arias Navarro. Finalmente, el rey lo destituye.
2. El nombramiento de Adolfo Suárez fue recibido con decepción en la opinión democrática
En 1976, Suárez presentó la Ley de la Reforma Política, e inició contactos discretos con la oposición democrática. También reformó el Código Penal, decretó la amnistía de presos políticos, la legalización del PCE y de los sindicatos (1977).
La oposición era creciente desde los sectores radicales. Los sectores más inmovilistas empezaron a conspirar un golpe militar, que es controlado gracias al nombramiento del teniente general Gutiérrez Mellado, vicepresidente del gobierno.
Pese a las conspiraciones golpistas y atentados, la conciencia de que los cambios eran inevitables llevaron a las Cortes a aprobar la Ley de Reforma Política, suponía un “suicidio político”.
El fin del franquismo no llegaría por la ruptura democrática (amnistía, legalización de todos los partidos). La ultraderecha protagoniza la matanza de Atocha y moviliza al país, que no quiere una involución. ETA y GRAPO multiplican secuestros y atentados.
A pesar de estos intentos desestabilizadores, en junio de 1977 se celebran las primeras elecciones libres y democráticas desde 1936.
3) GOBIERNO UCD
Tras la reforma política, se legalizan muchos partidos como el PCE, PSOE, PNV, AP o UCD. Entre ellos, se reparten los escaños del primer Congreso democrático.
El gobierno de la monarquía, presidido por Suárez, representante del partido ganador, destaca por sus actuaciones como el Pacto de Moncloa y la Constitución de 1978.
Los Pactos de Moncloa expresan el espíritu de transición española. Además, el proceso debía hacerse en un contexto de crisis económica, incluyendo la crisis del petróleo de 1973. Las dificultades económicas y de conflictividad laboral necesitaban una solución.
Suárez convoca a los representantes de todos los partidos parlamentarios para hacerlos participar en una solución pactada. Se firmaron una serie de acuerdos económicos, políticos y sociales que comprometía a las fuerzas políticas y sociales, para mejorar la inflación y la productividad.
La Constitución de 1978 fue también fruto de consenso, que presidiría las cuestiones fundamentales de los primeros años de vida democrática. En las cuestiones que suscitaban mayores diferencias, se optó por una redacción para que pudieran ser aceptadas por las fuerzas políticas. Todos los redactores pertenecían a partidos parlamentarios y tuvieron que renunciar a principios ideológicos:
– La izquierda a formar república.
– La derecha admitía el juego democrático.
– Los nacionalistas (menos PNV) aceptaban la “nación española indisoluble”.
Compuesta por 169 artículos, consta de 3 partes: dogmática (principios básicos, derechos), orgánico (organización del Estado, división de poderes) y reforma constitucional. Entre sus artículos, destacan:
Art. 1
Estado español como Estado social y democrático de derecho, organizado en monarquía parlamentaria.Art. 2
El Estado se fundamenta en la unidad indisoluble de la nación, pero reconoce autonomías.- Separación de poderes: Las Cortes formadas por Congreso y Senado, elegidas por sufragio universal y que ejercen el poder legislativo. El Gobierno ejercerá el poder ejecutivo y judicial será dirigido por el TC.
- Se limitan los poderes de la Corona, para garantiza el poder a las Cortes y al Gobierno. El Rey pasa a ser el Jefe de Estado, siendo supremo del ejército y representante de la nación.
La Constitución Española fue aprobada por referéndum en 1978.
4) CONSECUENCIAS
Para España, el diálogo y el consenso supusieron el punto y final a un siglo lleno de vaivenes, repleto de inestabilidad social y confrontación. Por primera vez se ponía en marcha un proyecto político en el que tuvieron cabida todos los partidos. La reconciliación nacional había llegado al fin.
En el plano internacional, la transición significó el fin del aislamiento del país durante la dictadura. Una apertura que facilitaría la integración de España en la UE y OTAN. De ahí que muchos consideren que el fin de la transición es en 1986.