MERIDIANO:cada una de las líneas imaginarias que se suponen alrededor de la tierra y que unen los polos. Sirven de referencia para determinar la lonitud de cualquier punto de la superficie terrestre tomando como referencia el meridiano 0, llamado de Greenwich
LONGITUD: distancia angular expresada en rados, minutos y segundos entre cualquier punto de la superficie de la tierra y el meridiano 0 o de Greenwich.
LATITUD:distancia angular existente entre un punto cualquiera dela superficie terrestre y el ecuador.
PARALELO: círculos imaginarios perpendiculares al ejer terreste y paralelos entre sí. Están trazados de este a oeste alrededor de la tierra. Todos miden 360º. El principal paralelo es el Ecuador, siendo también el de mayor tamaño.
La estructura se define como la forma en la que se dispone el relieve, así como los materiales que lo componen.
Los tipos de estructuras más importantes son los siguientes:
– Las horizontales,como son las grandes cuencas sedimentarias, las campiñas, los páramos, las mesas, etc.
– Las inclinadas, como son los relieves en cuesta típicos de la Meseta.
– Las plegadas, sobre materiales blandos, que dan lugar a relieves conocidos con nombres muy característicos, como el jurásico o el apalachense.
– Las falladas, cuando los materiales sobre los que tienen lugar son muy duros, y por tanto no se pliegan. Es el caso de los relieves con bloques levantados o Horsts, y los relieves con bloques hundidos o fosas.
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Arcaica o precámbrica, que tuvo lugar entre hace 4.000 y 600 millones de años aproximadamente. De ella quedan materiales metamórficos de gran dureza, sobre todo en el Macizo Galaico y Sierra Morena.
– Primaria o Paleozoico, que se desarrolla entre hace 600 y unos 250 millones de años. En ella tiene lugar la orogenia Herciniana durante la que se consolida la formación del zócalo ibérico de la Meseta y la mayor parte de las cordilleras y sistemas que la rodean.
– Secundaria o Mesozoico, cuya duración transcurre entre unos 250 y 65 millones de años. Se trata de un período de erosión y sedimentación sin grandes movimientos orogénicos. Durante el mismo el zócalo de la Meseta queda arrasado adoptando, a grandes rasgos, la forma suave que presenta hoy día.
– Terciario o cenozoico, desde hace 65 hasta hace 2 millones de años. En este momento se produce la orogenia Alpina, durante la cual se consolidan las unidades más elevadas de la península como los Sistemas Béticos y los Pirineos, además de remodelar a las restantes unidades.
– Cuaternaria, dividida entre Pleistoceno y Holoceno.
Es una etapa que desde un punto de vista geológico apenas difiere del terciario, pero durante los dos últimos millones de años se ha consolidado tanto el relieve de las depresiones, como sobre todo la línea de costa.
– La España silícea:
Está compuesta por materiales muy antiguos que son en general de una gran dureza. Es el caso del granito, la pizarra, el gneis, el cuarzo y otras rocas de una gran antigüedad. Se sitúan en la vertiente occidental de la península (Galicia, Sistema Central, Montes de Toledo, Sierra Morena, etc.).– La España caliza:
Son materiales de origen sedimentario, que posteriormente se han visto plegados y se han endurecido mediante la acción de elementos externos. En ellos predominan materiales como la propia caliza, fundamentalmente, pero también se incluyen en este apartado otros como las margas, las areniscas o los yesos. Aparecen en zonas como los Pirineos, el Sistema Ibérico o los Sistemas Béticos, dando lugar a una forma característica que se conoce como la Z invertida.– La España arcillosa:
Los materiales que la componen son recientes y son muy blandos y moldeables. Generalmente se encuentran en las cuencas de los ríos donde se depositan mediante arrastre y sedimentación. Es el caso de las cuencas del Duero, el Guadalquivir o el Ebro, aunque se pueden encontrar también en las llanuras costeras, como sucede en la Levantina.– La España volcánica:
En cuanto a extensión, es la menos representativa de todas ellas. No obstante, existen lugares en los que se encuentra este tipo de material, por ejemplo en el Cabo de Gata en Almería, el Campo de Calatrava en Ciudad Real u Olot en Gerona. Sin embargo, el territorio con materiales volcánicos más representativo es sin duda el de las Islas Canarias
– La altitud tiene como consecuencia la disminución de las temperaturas. En la zona en la que se encuentra España, cada 160 metros que se eleva la altitud, desciende un grado la temperatura, o lo que es lo mismo, cada kilómetro de altitud la temperatura baja unos seis grados aproximadamente. De ahí que en las zonas de las altas montañas haga considerablemente más frío que en las zonas a nivel del mar o con una altitud muy baja.
– El relieve es también un factor determinante del clima tanto peninsular como insular. En el primer caso, las grandes unidades montañosas adoptan una disposición que por lo general es periférica.
Es decir, se sitúan en la parte externa de la península, y de esa forma condicionan la entrada de las grandes masas nubosas que penetran en la misma. Esto tiene como consecuencia que en numerosas ocasiones impidan que estas nubes penetren hasta el interior obstaculizándolas, de ahí que las zonas costeras o montañosas suelan ser más húmedas que los territorios situados al interior. Algo parecido, aunque en una escala considerablemente menor, sucede en las islas Canarias.
– Las corrientes marinas
La temperatura del agua que baña las costas es decisiva en la de las zonas del litoral que se encuentran más cerca de las mismas. En el caso español hay dos corrientes marinas que influyen de forma determinante. Por un lado se encuentra el litoral Atlántico, al que llegan los ramales de la corriente cálidaprocedente del golfo de México, eso hace que estas costas gocen de una temperatura bastante suave. Por el contrario, las islas Canarias están bañadas por una corriente fría que recibe el mismo nombre que el archipiélago. Esto provoca que su clima sea apreciablemente más fresco que el que tendrían si no existiera esa misma corriente.
La variabilidad es la diferencia entre las mínimas y las máximas durante el día, el mes, o el año. En el hemisferio norte donde se encuentra España, el verano siempre es más cálido que el invierno, aunque en el hemisferio sur ocurre al contrario.
La oscilación o amplitud térmica es la diferencia que existe entre el mes más cálido y el más frío. En las zonas costeras, sobre todo en el norte, es muy pequeña, inferior incluso a diez grados. En las zonas del interior es mucho más elevada debido a la continentalidad, alcanzándose a veces más de 20 grados de diferencia. La menor amplitud térmica de España se da en las islas Canarias gracias a su situación marítima y tropical.
La temperatura media anual es el valor medio de los doce meses del año. En España es de tipo medio, muy parecida a la media mundial que se sitúa en torno a los 16 grados, aunque hay grandes variaciones, alcanzándose la máxima en Almería con casi 19 grados, mientras que las mínimas se dan en las zonas más altas del Pirineo.
La estacionalidad tiene como consecuencia que las mínimas se alcancen en invierno, en particular en enero, y las máximas en verano, principalmente en julio. Primavera y otoño son estaciones equinocciales con temperaturas suaves.
La época fría es el período del año durante el cual la temperatura media mensual desciende por debajo de seis grados, lo que favorece que, en caso de precipitaciones, estas sean frecuentemente en forma de nieve. Se dan en las altas montañas o zonas elevadas del interior.