No Excluibilidad y No Rivalidad en Economía
No Excluibilidad
La no excluibilidad es la imposibilidad física de evitar que alguien consuma un bien aunque no queramos que lo haga.
Eso implica, en particular, que se puede consumir aunque no se haya pagado el precio. ¿Qué empresa estará dispuesta a producir ese tipo de bienes? Ninguna, por eso falla el mercado.
No Rivalidad
La no rivalidad tiene lugar cuando el consumo del bien por parte de una persona más no reduce la cantidad disponible para el resto (el coste marginal de suministrar el bien a una persona más es cero).
Si el bien no es excluible, ya no podemos esperar encontrarlo en el mercado como hemos dicho en la respuesta anterior. Si es excluible, el mercado lo suministrará y los individuos lo comprarán atendiendo a su disposición a pagar individual. Pero como el bien es no rival, lo que deberían hacer es sumar las disposiciones a pagar y acordar conjuntamente la compra de la cantidad eficiente (condición de Samuelson). Esto no lo hará “el mercado”.
Análisis de un Impuesto Progresivo
Progresividad del Impuesto
Un impuesto que grava la renta obtenida a partir de 20.000 Euros con un tipo impositivo único del 30 por ciento, ¿es progresivo? Demuéstralo.
Lo es para rentas superiores a 20.000 euros. Por debajo no hay que pagar nada. Por cualquier renta mayor de 20.000 euros se debe pagar
T(Y)=0,30*(Y-20.000)
El tipo impositivo medio es
T(Y)/Y = 0,3 – 6.000/Y
El tipo impositivo marginal para cualquier renta mayor de 20.000 es 0,3 (de cada euro más ganado si gano más de 20.000 tendré que dar 0,3 céntimos al fisco).
Por tanto, el tipo impositivo marginal es mayor que el tipo medio y el impuesto es progresivo.
Impacto en el Bienestar
Comenta la siguiente afirmación: Un impuesto progresivo, al reducir la desigualdad, aumenta el bienestar.
Reducir la desigualdad tiene un efecto positivo en el bienestar ceteris paribus si nos importa la desigualdad y así está reflejado en nuestra función de bienestar social y curvas de indiferencia sociales.
Sin embargo, el instrumento que utilizamos para reducir la desigualdad, el impuesto progresivo, genera pérdidas de eficiencia que reducen el bienestar.
Por tanto, un impuesto progresivo solo aumentará el bienestar si los beneficios en términos de menor desigualdad son mayores que las pérdidas de eficiencia.