Proyecto de intervención
Herramienta de trabajo cuya función es facilitar la labor de los profesionales y plasmar en un documento todo aquello que se pretende realizar. Es una herramienta útil que consta de diferentes fases:
Identificación o diagnóstico.
Fase de diseño.
Fase de ejecución y seguimiento.
Evaluación.
El proyecto constituye una estructura de actuación que se pone en marcha a partir de un problema o necesidad concreta a la que se pretende dar una respuesta o solución adecuada en un periodo de tiempo determinado. Existen diferentes tipos de proyectos, unos más complejos que otros, pero todos tienen en común la consecución de un objetivo a través de unas actividades programadas detenidamente, teniendo en cuenta una metodología de trabajo y los recursos disponibles. Sus principales carácterísticas son:
Pretende transformar la realidad.
Se dirige a un grupo de personas determinado.
Tiene un objetivo claro y conciso.
Soluciona problemas.
Está delimitado en el tiempo.
Tiene un límite espacial.
Cuenta con recursos establecidos.
Sus efectos deben permanecer en el tiempo.
El proceso de desarrollo del proyecto no debe verse como algo estático, sino al contrario; se trata de un proceso dinámico. Esta herramienta evita en la medida de lo posible la incertidumbre sobre lo que se va a realizar, pues todo proyecto debe responder a ciertas preguntas (cómo, con qué, con quién, para qué, etc.
) Un ejemplo de proyecto de intervención social sería la Fundación Pan y Agua.
Fundamentación: Todo proyecto debe especificar los antecedentes que motivan la intervención, la justificación y el origen del mismo. Para ello el análisis previo realizado va a permitir un mejor conocimiento del entorno así como fundamentar las razones que justifican la realización de la intervención. La fundamentación debe hacer referencia explícita a hechos, datos, teorías, textos, etc. Esto servirá de base para justificar el porqué se toma la decisión de realizar dicho proyecto, explicar el problema al que se busca solución, las posibles causas que lo motivan y la importancia de buscar los medios o caminos que a largo plazo lleven a su solución.
Objetivo: Definir los objetivos de un proyecto es responder a la pregunta ‘’para qué se hace’’. Se trata de indicar los efectos que se pretenden alcanzar con su realización. Los objetivos deberán estar expresados de una manera clara, realista y deberán estar enunciados en un lenguaje sencillo, deberán ser unos objetivos que se puedan cumplir y ser adecuados a los problemas que se pretenden solucionar. Muchos proyectos fracasan porque en el diseño se describieron unos objetivos inalcanzables. Se puede establecer una diferenciación entre objetivos generales y objetivos específicos:
-Objetivo general: objetivo último al que se pretende llegar a largo plazo. No señalán resultados concretos ni directamente medibles por medio de indicadores, expresan el propósito central del proyecto. Por lo general es un objetivo mayor al que se llega a través del desarrollo de varios proyectos. Ejemplo: promover la interrelación entre jóvenes y mayores institucionalizados y propiciar nuevas posibilidades educativas mediante métodos flexibles y creativos.
-Objetivo específico: “objetivo del proyecto”. Debe quedar claro en la redacción del mismo que se quiere conseguir. Definen de forma más precisa lo que se pretende alcanzar y deben ser evaluables, Ejemplo: fortalecer la autoestima de los usuarios de la organización. Establecer una relación de escucha activa entre las personas mayores y los niños del lugar.
Estrategia metodológica: Se trata de la parte más operativa del apartado de metodología. No hay un único recorrido posible para abordar unos mismos objetivos. Las estrategias metodológicas son las formas de lograr nuestros objetivos en menos tiempo, con menos esfuerzo y mejores resultados. En éstas, el investigador amplía sus horizontes de visión de la realidad que desea conocer analizar, valorar, significar o potenciar. Por ejemplo: se pueden utilizar como estrategia metodológica las lluvias de ideas, los mapas conceptuales. La elaboración de estrategias de resolución de problemas, etc.
Sensibilización: Una campaña o actividad de sensibilización eficaz es la que consigue hacer llegar un mensaje a una audiencia en particular, e influye en el comportamiento de dicha audiencia. La puesta en marcha de campañas de sensibilización contribuye a que los trabajadores estén informados del desarrollo del Plan. Para llegar a ellos se pueden utilizar diferentes medios: correo electrónico, página Web, edición de folletos, realización de asambleas, etc.