Cimborrio:
Construcción elevada sobre el crucero de las iglesias, habitualmente tiene forma de torre de planta cuadrada u octogonal. Se trata de una parte relevante de las iglesias del ROMánico y del gótico, estando muy ligado a la arquitectura religiosa medieval. Tiene doble funcionalidad: ilumina el interior del edificio, y realza el eje central del espacio religioso, conteniendo en su interior la cúpula.
Tribuna:
galería ubicada sobre cada una de las naves laterales de un templo que permite ampliar su aforo. Se trata de una parte muy relevante de las iglesias del ROMánico, estando muy ligada a la arquitectura religiosa medieval. En concreto, comienza a construirse en iglesias de perenigración, debido al aumento en la afluencia de fieles y peregrinos en las iglesias del Camino de Santiago. Posteriormente la encontramos también en el gótico. Un buen ejemplo son las naves laterales de la catedral de Santiago de Compostela.
Triforio:
Galería que rodea la nave central de una Iglesia, sobre los arcos de las naves laterales y bajo el claristorio, que suele poseer ventanas de tres huecos. Generalmente, comporta un angosto pasadizo de circulación. Se trata de una parte muy relevante de las iglesias del gótico, estando muy ligado a la arquitectura religiosa medieval. No debe confundirse con la tribuna, típicamente ROMánica, el triforio raramente se empleo en este estilo. Un ejemplo lo encontramos en la catedral de Burgos
Bóveda de arista:
Elemento arquitectónico Sustentado arqueado que cubre espacios comprendidos entre muros o pilares y que se origina por el cruce perpendiculares de 2 bóvedas de cañón. Se vincula con la arquitectura abovedada, a la queda nombre. Sea empleado ampliamente a lo largo de la historia del arte, en una gran variedad de bocas. Un buen ejemplo lo encontramos en la catedral de Santiago de Compostela, en el techo que se para las naves laterales de la tribuna.
Absidiolo:
Estructura que aloja una pequeña capilla secundaria que se abre sobre el ábside y que, por extensión, puede estar dispuesta sobre los brazos del transepto. Generalmente los absidiolos presentan planta semicircular y su número suele ser impar. Constituyen una parte relevante de las iglesias del ROMánico, estando muy ligados a la arquitectura religiosa medieval. Encontramos varios en la catedral de Santiago de Compostela.
Pilar cruciforme:
Elemento estructural con función de soporte que posee una sección en forma de Cruz. Suele poseer baquetones adosados. Compone una parte relevantes de las iglesias del ROMánico, estando muy ligado a la arquitectura religiosa medieval. A medida que el estilo avanzo, los pilares cruciformes fueron haciéndose más complejo. Hay multitud de ellos en la catedral de Santiago de Compostela
Arco abocinado:
Se refiere a aquel cuya anchura aumenta o disminuye progresivamente. Son cara del ROMánico, principalmente, aunque también los encontramos en las portadas góticas, cómo podemos apreciar en el pórtico de la gloria de la catedral de Santiago de Compostela, del Siglo XI, o en el pórtico occidental de la catedral de León, del Siglo XIII.
Portada:
Puerta ornamentada de arquitectura que aparece en las fachadas principales de los edificios suntuosos. Se trata de una parte relevante de las iglesias del ROMánico y el gótico, estando muy ligado a la arquitectura religiosa medieval. Un ejemplo lo encontramos en la catedral de Reims, con abundante decoración escultórica.
Banda lombarda:
Elemento arquitectónico constituido por una arcada ciega ornamental. Está constituido por pilastras alargadas ligeramente salientes del muro, unidas por arriba mediante series de arquillos ciegos. Decoran muros laterales, ábsides y campanarios. Originarias del norte de Italia, se difundieron durante toda Europa durante el ROMánico. Un ejemplo está en la cabecera de San Clemente de Tahull.
Claustro:
Galería ubicada alrededor de un patio o jardín interior, generalmente cuadrangular, que se encuentra separada de él por columnas o arquerías. Suele estar adyacente a un edificio religioso y formando parte de un complejo mayor. Especialmente durante el periodo del ROMánico se levantaron grandes claustros. Incorporan frecuentemente decoración escultórica. Un ejemplo de ello es el claustro ROMánico del monasterio de Silos.
Arco formero:
Elemento arquitectónico curvo que discurre paralelo al eje longitudinal de las naves de una Iglesia, su función es sostener los muros superiores de separación entre las naves central y laterales. Si el edificio es de una sola nave, los arcos formeros irán empotrados en el muro, es decir, serán arcos ciegos. Los arcos formeros van de pilar a Pilar coincidiendo con los tramos de la bóveda.
Almohadillado:
En arquitectura, una almohadilla es la parte saliente de un sillar de piedra que se dispone en un paramento proyectado hacia el exterior con al menos una de sus caras sin labrar, para luego ser tallado para formar molduras decorativas, capiteles, bases, cartelas, ménsulas, modillones, escudos, etc.
Sfumato:
El esfumado es una técnica pictórica que se obtiene por aumentar varias capas de pintura extremadamente delicadas, proporcionando a la composición unos contornos imprecisos, así como un aspecto de antigüedad y lejanía. Se utilizaba en los cuadros del Renacimiento para dar una impresión de profundidad.
Pantocrátor:
Representación de Cristo sentado en su trono, con la mano derecha alzada en actitud de bendición, y portando en la izquierda los evangelios son las sagradas escrituras. Suele aparecer rodeado por una curva cerrada en forma de almendra que recibe el nombre de mandorla o almendra mística. Fue empleado ampliamente cómo tema escultórico y pictórico fundamental en el arte bizantino y ROMánico. Encontramos ejemplos en la portada de San Pedro de Moissac y en los frescos de San Clemente de Tahull.
Tetramorfos:
Conjunto de los símbolos iconográficos de los cuatro evangelistas: el Ángel, el toro, el León y el ágüila, que rodean al pantocrátor. Se vincula con la arquitectura religiosa medieval. Particularmente, fue muy empleado en las portadas ROMánicas para rodear al Cristo pantocrátor, envuelto comúnmente en una mandorla o almendra mística. Un claro ejemplo es en el pórtico de la gloria de Compostela
Arbotante:
arco situado en la parte exterior de un edificio que transmite El empuje Lateralmente de una bóveda o cubierta a un contrafuerte. Se trata de una parte muy relevante de las iglesias de estilo gótico, estando muy ligada a la arquitectura religiosa medieval. Forma parte del complejo sistema constructivo de este periodo, contribuyendo a la sustentación de edificios más elevados. Como ejemplos, destáquense los arbotantes de la catedral de Burgos.
Doselete:
Elemento arquitectónico voladizo que a manera de dosel se coloca sobre estatuas en las portadas o sepulcros, resguardándolos. Se trata de un componente relevante de las iglesias de estilo gótico, estando muy ligada a la arquitectura religiosa medieval.
Gablete:
Remate sobre las arcadas de ciertas portadas eclesiásticas, formado por dos líneas que crean en lo alto un ángulo apuntado. Se trata de una parte relevante de las iglesias de estilo gótico, está hablando muy ligada arquitectura religiosa medieval. Un ejemplo claro lo encontramos en la catedral de Reims.
Pináculo:
Elemento arquitectónico de forma piramidal o cónica. Su función no es únicamente decorativa, sino también estructural. Se trata de una parte relevante de las iglesias de estilo gótico, estando muy ligada a la arquitectura religiosa medieval. Forma parte del sistema constructivo coetáneo, que permite elevar edificios de mayor altura. Por ejemplo, los pináculos de la catedral de Burgos.
Vidriera:
Composición elaborada con vidrios de colores, pintados o recubiertos con esmaltes, que se ensamblan mediante varillas de plomo. Constituye una forma de cerramiento de vanos, con función también decorativa, que ya se utilizaba en el ROMánico. Sin embargo, alcanzó su auge durante el periodo del arte gótico, lo que se vincula a la abundancia de vanos, y a la mayor iluminación de las obras arquitectónicas del periodo, especialmente las religiosas. Por ejemplo, las cuantiosas vidrieras de la catedral de León, que ocupan una superficie total de 1700m2.
Tríptico:
Representación pictórica hecha en tres partes de forma que las laterales pueden cerrarse sobre la central. En la Edad Media, destacan los trípticos realizados en madera que se usaban para decorar los altares. Se trató de un formato muy comúnmente empleado en la pintura gótica Flamenca. Uno de los más destacados de la historia del arte es el tríptico de El jardín de las delicias, de El Bosco, que se encuentra en el Museo del Prado.
Retablo:
Es una obra de arte que se sitúa detrás del altar mayor de una Iglesia, y que puede exhibir pinturas, esculturas y otros componentes decorativos. La disposición y carácterísticas de estas han variado con el tiempo. Es frecuente que los retablos se dividan en distintos cuerpos que se encuentran separados entre sí, en sentido horizontal, por molduras. Las diferentes secciones verticales que crean las columnas o las pilastras, se conocen cómo calles. Los retablos se empezaron a desarrollar durante el gótico, por la necesidad de encontrar soportes para la pintura, debido a la progresiva desaparición del muro. Destaca el retablo de la Cartuja de Miraflores de Gil de Siloé.
Contrafuerte:
También llamado estribo, macizo de piedra adosado a la parte exterior de un muro, al que sirve de refuerzo para soportar la presión natural o los empujes de una bóveda. Se trata de un elemento sustentante empleado en los templos del ROMánico y gótico, estando en gran parte ligado a la arquitectura medieval. Por ejemplo, nos podemos observar en San Martín de Frómista. Encontramos su antecedente en la arquitectura asturiana y se popularizaron en las iglesias ROMánicas para poder sostener las pesadas bóvedas de piedra que las cubrían, y continúan usándose en el gótico, coronados por pináculos, por ejemplo en la catedral de León.
Linterna:
Una linterna, palabra proveniente del Latín lanterna, en arquitectura, es un elemento en forma de tubo dispuesto como remate sobre una cúpula, que mediante huecos permite la iluminación y la ventilación del espacio interior del edificio.
JAN VAN EYCK:
Pintor flamenco de la primera mitad del S.XV, perteneciente a la pintura gótica. Destacó por el uso de tabla como soporte y la técnica del óleo, contribuyendo al perfeccionamiento propio de esta técnica como las veladuras o las transparencias. Destaca el detallismo demostrado en sus obras, y la minuciosidad en la representación de objetos y las distintas calidades y texturas de los materiales. Es muy importante también su aportación en la ejecución de sus retratos a burgueses adinerados de los Países Bajos de la época, buscando la individualización y la fidelidad con el retratado hasta entonces nunca vista, lo que hace que sea considerado uno de los iniciadores del retrato moderno. Entre sus obras destaca, el Matrimonio Arnolfini y el Políptico del cordero místico.
GIOTTO DI BONDONE:
(1266-1337) Es el máximo representante de la escuela pictórica florentina del Trecento. Fue un revolucionario de la pintura por su nuevo sentido del espacio, del volumen y del color. Giotto fue de los primeros en dar volumen a las figuras y buscar la perspectiva. Sus arquitecturas son otra de sus carácterísticas, integrándolas en la escena. Y da igual que en los tiempos de Cristo no existiera la arquitectura gótica… El artista pintaba edificios contemporáneos. Recordemos que también era arquitecto. Otro gran avance en la pintura de Giotto hacia el Naturalismo y verosimilitud de sus personajes es la expresión del sentimiento. Fue el primer pintor que introdujo la representación de emociones, sentimientos, estados de ánimo o psicológicos en los personajes, por medio de gestos, logrando una expresividad y dramatismo que dan vida y humanizan la composición. Entre sus obras más importantes destacan los frescos sobre la vida de San Francisco que realiza para la basílica de Asís entre 1295-1298 (primer ciclo narrativo sobre la historia de un santo) y los que realiza para la capilla Scrovegni de Padua sobre la vida de la Virgen y Cristo (1304-1306).
MAESTRO MATEO:
El Maestro Mateo, aproximadamente segunda mitad del S.XII, fue un escultor y arquitecto que trabajó en la obra de la catedral de Santiago de Compostela, por lo que se enmarca en el estilo ROMánico. Su obra maestra fue el Pórtico de la Gloria. El Pórtico de la Gloria presenta elementos habituales del ROMánico como el horror vacui y la adaptación al marco sobre todo en el tímpano y arquivoltas. Pero se observan aspectos estilísticos que son antecedentes del gótico: la figura empieza a independizarse del marco arquitectónico en las jambas y parteluz donde adquieren un volumen o cuerpo que antes no tenían (ejemplo apóstol Santiago), la representación anatómica es más realista, natural, de canon más estilizado. Y los pliegues son más voluminosos, se dinamizan, caen elegantemente. Los rostros son más naturales, se expresan, sonríen, dialogan, otorgando a las figuras humanidad y sensibilidad. Los personajes empiezan a individualizarse, no todos los rostros son iguales, cada uno muestra su personalidad.
VAN DER WEYDEN:
Es uno de los representantes más significativos e influyentes de la pintura flamenca del S.XV, enmarcada en la pintura gótica. Sus obras se caracterizan por: el Realismo basado en el detalle. Centra su atención en las figuras, creando personajes muy elegantes y estilizados. Se puede decir que tiene una preocupación escultórica por el volumen. Sus personajes además manifiestan profundas emociones. Se cargan de una vida interior que crean escenas dramáticas sin grandes gesticulaciones de dolor. Tiene un gran dominio de la composición. Gusta de detalles naturalistas muy cuidados, aunque sin ser excesivos e integrándose armónicamente en el tema principal. El color es intenso y muy expresivo, recargando el mensaje sentimental de sus personajes. Destacan los azules, hechos con lapislázuli, contrastados con los rojos. Una de sus obras principales es «El Descendimiento» que se encuentra en el Museo del Prado.
EL BOSCO: Pintor flamenco del Siglo XV-XVI y uno de los artistas más destacados de la tercera generación de maestros conocidos como «Primitivos Flamencos». El Bosco fue un creador original, de imaginación desbordante, que enlazó con las tradiciones medievales y evoluciónó hacia el Renacimiento. Sus temas iconográficos, llenos de seres fantásticos de apariencia irreal y deudores de los bestiarios, anticipan el Surrealismo. Era un técnico formidable de colorido delicado y cuidadosa ejecución en óleo sobre tabla. Los temas moralizantes, apoyados en figuras caricaturescas y seres monstruosos, le sirven para realizar una elaborada crítica religiosa y social. En el Museo del Prado se encuentran algunas de sus mejores obras (adquiridas por Felipe II), como «La Mesa de los Pecados Capitales», el «Carro de Heno» y su magistral «Tríptico del Jardín de las Delicias», donde critica la aparición, desarrollo y castigo del pecado en una obra maestra que ha trascendido los límites del tiempo.
BRUNELLESCHI: (1377-1446) Al arquitecto Brunelleschi se le considera, junto con el escultor Donatello y el pintor, como uno de los artistas que marcaron la ruptura con el gótico introdujeron el nuevo estilo renacentista. Brunelleschi nacíó en Florencia, y ayer realizó sus obras más importantes Arquitecto, escultor, inventor de máquinas de ingeniero, interesado sobre todo por las matemáticas, define o con toda precisión los principios fundamentales del sistema de proporciones y las leyes de la perspectiva. Brunelleschi introdujo en sus obras las leyes de la proporción y la perspectiva que Tomo de los clásicos. Por ello, en sus realizaciones predominan las líneas rectas los volúMenes cúbicos. Su obra más famosa es la cúpula de la catedral de Santa maría de las flores, en Florencia.
ALBERTI:
A diferencia de Brunelleschi, cuya formación fue esencialmente práctica, Alberti fue un hombre de letras, un teórico que escribíó tanto de pintura, escultura como de arquitectura. Observó los monumentos romanos y analizó la obra de Brunelleschi. Fijó los principios racionales por los que debía regirse la arquitectura. Entre sus obras más importantes destacan el Templo de Malatesta(1450), la fachada de Santa María Novella (1450-1470) o la Iglesia de San Andrés de Mantua (1470).
GHIBERTI: (1378-1455). Ghiberti se considera el iniciador del nuevo estilo. En su taller se formaron muchos artistas, por lo que su influencia fue notable. Su técnica favorita era el trabajo en bronce, tratando con gran maestría el relieve, el paisaje y la figura humana. En torno a 1400, el gremio de los comerciantes de Florencia decidíó embellecer el baptisterio de la ciudad, sustituyendo a las antiguas puertas de madera por unas nuevas de bronce. Para elegir al artista con bogaron un concurso que consistía en presentar un relieve en bronce con la escena del Sacrificio de Isaac. Ghiberti fue el seleccionado. De esta manera el escultor realizó la puerta norte del baptisterio. Las puertas del baptisterio de Florencia son la obra maestra de Ghiberti.
Donatello:
(1386-1466)Donatello nacíó en Florencia y está considerado como el escultor más importantes del 480. Trabajo con de broncista en el taller de Ghiberti, y colaboró en las puertas del baptisterio con su maestro. Las carácterísticas de su escultura vienen determinadas por un fuerte del Realismo, el Naturalismo y una gran fuerza expresiva y emocional. Consiguió un perfecto dominio de la anatomía humana, que le permitíó representar all ser humano en todas las etapas de su vida. Utiliza el está ciato aplastado, técnica en bajo relieve en la que los planos de la composición se aplastan unos contra otros. Las esculturas más importantes de este artista son David, San Jorge, la estatua ecuestre del condotiero Gattamelata, etc.
MASACCIO:
(1401-1428). Masaccio introdujo en la pintura el lenguaje y método renacentistas que sus amigos Brunelleschi y Donatello habían implantado en la arquitectura yen la escultura. Antepuso la simplicidad, la unidad de la composición y la representación del espacio tridimensional a los detalles y a la decoración. Es el primero en introducir el retrato de los donantes en sus realizaciones. Realiza la primera perspectiva lineal y centrada. Entre sus obras destacan los frescos de la Capilla Brancacci (1424-1427) y La Trinidad (1426-1427).
FRA ANGELICO: (1395/1400-1455). Las obras de Fran Angélico están bañadas por la suave luz de la fe cristiana, lo que le valíó el apodo de Angélico; pero su arte es también una bella muestra de los hallazgos de los primeros pintores del Quattrocento: aplicación de la perspectiva, fondos arquitectónicos, mayor Realismo de las figuras, etc. La Obra del artista se desarrolla en la orden de los dominicos, que fomenta el acercamiento íntimo del creyente a los misterios de la fe. Su pintura se encuadra dentro del Renacimiento temprano florentino. El modelado de sus figuras evidencia la influencia de Masaccio y del escultor Ghiberti, mientras que los espacios arquitectónicos de sus obras se inspiraron en los hallazgos de Brunelleschi.
BRAMANTE:
Es la primera gran figura con la que se abre el nuevo siglo en el ámbito de la arquitectura. Fue un gran arquitecto, aunque también cultivó la pintura. Sus primeras obras las realizó en Lombardía y más tarde en Milán. Su aportación es determinante para la nueva concepción de la arquitectura, que adquiere en este nuevo siglo la plenitud clásica que se vislumbraba en el Quattrocento. El Cinquecento en arquitectura representa el triunfo definitivo de la monumentalidad, de la elegancia, de la mesura constructiva, de la proporción exquisita, de la centralización de los espacios y de la proliferación de la cúpula como símbolo cósmico y perfecta coronación de los edificios. Un lenguaje del que sin lugar a dudas Bramante es su principal mentor. Como arquitecto mostró desde el principio su deuda con Alberti, que enriquecerá posteriormente gracias a su estrecha relación con Leonardo. Cuando en 1499 abandone Milán y marche a Roma encontrará aquí la inspiración definitiva para su completa personalidad humanista. Entre otras razones porque aquí puede profundizar en el conocimiento de la arquitectura clásica, que él reelaborará dándole un sentido más amplio al espacio interior, ampliando su monumentalidad, y como buen humanista, impulsando la utilización de plantas centralizadas. Entre sus obras más importantes destacan el claustro de Santa María della Pace o el templete de San Pietro in Montorio, que le otorgan la fama requerida para que el Papa Julio II le nombre en 1506 superintendente general de todas las obras que iban a renovar completamente el Vaticano. Esto le permite realizar el primer proyecto de la nueva iglesia de San Pedro y el Patio de Belvedere que posibilita la uníón de los Palacios Vaticanos.
LEONARDO DA VINCI:
El tránsito de Quattrocento al Cinquecento lo encarna de modo excepcional Leonardo. Hombre de gran curiosidad, desea desentrañar la realidad, su apariencia y su sentido; por eso el arte, la ciencia y la filosofía van estrechamente unidas. Realizó un amplio abanico de creaciones como proyectista de arquitectura y escultura, como ingeniero e inventor, y como pintor formado en el taller de Andrea Verrochio. Su mayor como pintor consiste en la creación del “sfumato”, artificio pictórico que consiste en prescindir de los contornos netos y precisos del “Quattrocento” y envolverlo todo en una especie de neblina imprecisa que difumina los perfiles y produce una impresión de inmersión total en la atmósfera. El paisaje adquiere así una misteriosa dimensión, y los personajes un encanto distante y enigmático. Entre sus obras más importantes destacan La Virgen de la roca, La Gioconda o La última cena. Rafael. A pesar de su corta existencia de sólo 37 años, es el artista que representa mejor que nadie la perfección del ideal humanista clásico. Llamado en vida el Divino, su obra le granjeó prestigio duradero y universal. Dotado de una maravillosa capacidad de síntesis, su estilo se va formando al contacto con el de sus contemporáneos que sabe asimilar y convertir en algo nuevo y personal. Desde las delicadas formas de Leonardo y Perugino a las terribles descargas espirituales de Miguel Ángel. Entre sus obras más importantes destacan sus Madonnas, las Sagradas Familias, sus retratos como el de Baltasar Castiglione, y Los frescos que realiza para las estancias vaticanas, entre los que están La Escuela de Atenas o El incendio del Borgo.
Miguel ÁNGEL:
Representa, como Leonardo da Vinci, el genio por excelencia del Renacimiento. Como arquitecto, pintor y escultor, se desmarca de su tiempo por su espíritu rebelde y su ardor artístico. Expresa una potencia plástica extraordinaria y desarrolla una energía tumultuosa que invocará más tarde el Barroco. En arquitectura, su especial atracción por la escultura le hizo dar prioridad en sus edificios al volumen, adelantando los rasgos manieristas como el uso del orden gigante. La escultura fue su arte predilecta. En ella exprésó toda su fuerza interior y su espíritu apasionado. En pintura, su preferencia por la escultura le hizo dar gran importancia al dibujo, utilizando los colores como auxiliar con el fin de dar volumen a los cuerpos. Estos tomaron la apariencia de esculturas, especialmente los desnudos, como se observa en todas sus obras, y de manera singular en los frescos de la Capilla Sixtina. En arquitectura destaca por el proyecto para la basílica de San Pedro y su cúpula y en escultura por su piedad del Vaticano, el David y el Moisés realizado para la tumba de Julio II.