Razón, Fe y Existencia Divina: Perspectivas Filosóficas Medievales


El Problema de los Universales en la Filosofía Medieval

El problema de los universales en la filosofía medieval trata sobre la naturaleza de las nociones generales (como «hombre» o «rosa») y su existencia. Las tres principales posturas sobre este tema son:

  • Realismo exagerado: Los universales existen antes que las cosas concretas, en la mente de Dios, y los conocemos a través de la razón iluminada por él. Defendido por San Anselmo y San Buenaventura.
  • Realismo moderado: Los universales existen dentro de las cosas concretas, como parte de su esencia. Se conocen por la abstracción de las características comunes de los objetos. Defendido por Santo Tomás de Aquino.
  • Nominalismo: Los universales no tienen existencia fuera de la mente humana. Son solo conceptos que creamos al percibir semejanzas entre los objetos. Defendido por Guillermo de Ockham. Al negar la existencia de los universales, favoreció la observación de los objetos particulares y constituyó el desarrollo de las ciencias experimentales.

Relaciones entre Razón y Fe en la Filosofía Medieval

El problema de las relaciones entre razón y fe fue central en la filosofía medieval, especialmente en la Escolástica. Cuatro posturas principales surgieron a lo largo de este periodo:

  • La razón subordina la fe: Filósofos como San Anselmo y San Buenaventura afirmaron que la razón sólo puede alcanzar la verdad si es guiada por la fe. La razón se ve como una sierva de la fe, que es la fuente principal del conocimiento.
  • La teoría de la doble verdad: Averroes propuso que existen dos verdades independientes: una alcanzada por la razón, referente al mundo natural, y otra por la fe, referente a lo sobrenatural. Ambas son válidas, aunque puedan contradecirse.
  • Relaciones de coordinación entre razón y fe: Tomás de Aquino defendió que razón y fe son complementarias, ambas procedentes de Dios, pero con diferentes ámbitos. La razón puede conocer el mundo natural, mientras que la fe aborda las verdades religiosas. Además, la razón ayuda a organizar y defender los principios de la fe.
  • Autonomía de la razón frente a la fe: Filósofos como Duns Escoto y Guillermo de Ockham defendieron que la razón debe ser autónoma y no depender de la fe. Según esta postura, los principios de la fe no pueden ser demostrados racionalmente y deben aceptarse solo por fe.

El Argumento Ontológico de San Anselmo

San Anselmo de Canterbury presentó la primera gran prueba racional para demostrar la existencia de Dios, basada en la doctrina platónica de la existencia real de las ideas. Su «Argumento ontológico» se resume así:

Cuando pensamos en la idea de Dios, pensamos en un ser mayor y más perfecto que el cual no cabe pensar ningún otro. Siendo la existencia una perfección, Dios *debe* existir. Es una demostración a priori, es decir, se realiza sin acudir a la experiencia, considerando únicamente la idea que nuestra razón posee de Dios. Las vías tomistas, por el contrario, son demostraciones a posteriori: llegan a demostrar la existencia de Dios a partir de la observación de alguna cualidad o característica de los seres creados por él.

Metafísica y Teología en Tomás de Aquino

Tomás de Aquino adopta las tesis básicas de la metafísica aristotélica. Aborda el problema teológico de la existencia de Dios a partir de la distinción en todos los seres entre esencia (lo que es) y existencia (el hecho de que exista). Solo hay un ser cuya esencia se identifica con la existencia: Dios («Yo soy el que es/existe»), ser necesario, que existe por sí mismo, aquel cuya esencia consiste en existir. Los demás son seres contingentes, que existen pero podrían no existir, porque su esencia no consiste en existir.

Las Cinco Vías de Tomás de Aquino

Tomás de Aquino utiliza un argumento cosmológico y, en parte platónico, para demostrar la existencia de Dios (que considera no evidente). Las cinco vías de demostración siguen una estructura similar, apoyándose en el Principio de Causalidad (todo efecto tiene una causa) y el principio de no recurrencia al infinito (es imposible que haya una cadena infinita de causas).

  • 1ª Vía: Prueba del movimiento. Todos los seres naturales se mueven, y todo lo que se mueve es movido por otro motor. Por tanto, es necesario afirmar la existencia de un Primer Motor inmóvil que inició el movimiento. Ese primer motor es Dios.
  • 2ª Vía: Prueba de la causalidad. Todo hecho natural tiene una causa; los hechos son efectos de alguna causa anterior. No puede ser infinita la serie de efectos causados. Existe una causa primera, que no es causada por otra, siendo una causa incausada: Dios.
  • 3ª Vía: Prueba de la contingencia de los seres. Todos los seres son contingentes. Todo ser contingente debe su existencia a otro, que es su causa. No puede ser infinita la serie de seres contingentes. Hay que afirmar la existencia de un ser necesario, que no depende de una causa anterior. Ese ser necesario es Dios.
  • 4ª Vía: Prueba de los grados de perfección. En los seres naturales hay diversos grados de perfección; unos son más perfectos que otros. No puede ser infinito el grado de perfección. Se afirma la existencia de una perfección máxima; ese ser perfectísimo es Dios.
  • 5ª Vía: Prueba teleológica. Todo en la naturaleza actúa de acuerdo con algún fin y según un orden constante y regular. Lo que está ordenado, lo está por alguna causa. Si existe el orden, debe existir algo que ordene. Se afirma la existencia de una Inteligencia capaz de iniciar el orden que observamos. Esa suprema inteligencia es Dios.

Tomás de Aquino también propone la Vía Negativa: a Dios no se le pueden atribuir los atributos negativos del ser humano. Y la Vía de la Eminencia: Dios posee los atributos buenos en grado infinito.

El Nominalismo de Guillermo de Ockham

La teoría del conocimiento de Guillermo de Ockham niega el valor de las ideas universales; solo existen los individuos; los universales son simples nombres. Niega la metafísica de las esencias: la razón humana no tiene posibilidad de remontarse más allá de la experiencia sensible. Esto lleva a una separación de la fe y la razón: la razón no puede demostrar la existencia de Dios. Acepta la relación causa/efecto, pero solo se puede conocer con certeza a través de la intuición sensible. El principio de causalidad es válido, pero solo si se aplica a lo observado.

Dejar un Comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *