Realismo y Naturalismo en la Literatura Española del Siglo XIX


REALISMO LITERARIO: Siglo XIX

En el siglo XIX en Europa surgen dos movimientos como oposición al idealismo e individualismo románticos: el Realismo y el Naturalismo. Estos llegan a España en la segunda mitad del siglo XIX. El Realismo surge en Francia en la primera mitad del siglo XIX, con autores como Balzac y Stendhal, en un contexto de sociedad urbana e industrial. Las revoluciones socioeconómicas de la Revolución Industrial de la segunda mitad del siglo XIX consolidaron a la burguesía y dieron lugar a movimientos obreros como el socialismo. El Realismo se presenta como contraposición a la exageración romántica y se centra en los problemas políticos y sociales de la Revolución Industrial, con la intención de mejorar su tiempo. La novela es el género que mejor se adapta a esta corriente.

El Realismo en España

En España, el Realismo surge hacia 1870 con «La Gloriosa» y alcanza su apogeo en 1880. Influyeron géneros como la novela histórica y los artículos de costumbres. Su triunfo fue tardío, debido a que España estaba imbuida en la Restauración, y se prolongó en el tiempo. El movimiento realista español se conoce como «Generación del 68», con autores como Galdós, Clarín y Pardo Bazán. En este periodo se dieron grandes avances científicos, y el positivismo y el materialismo ganaron terreno. Las teorías del evolucionismo y el determinismo también tuvieron gran influencia.

El Realismo español se divide en dos fases:

  1. Prerealismo: Se caracteriza por la novela costumbrista, como «La Gaviota» de Fernán Caballero.
  2. Realismo pleno: Se caracteriza por las novelas de tesis (70), las novelas naturalistas (80) y las novelas progresistas (90). A partir del 68, se distinguen dos tendencias: los conservadores costumbristas y los liberales progresistas.

CARACTERÍSTICAS DEL REALISMO

  • Observación y descripción precisa de la realidad: La literatura se convierte en imagen de la vida, reproduciendo ambientes y formas de manera objetiva. Se estudia el interior de los personajes, sus conflictos y motivaciones.
  • Ubicación próxima a los hechos: Se busca la cercanía con la realidad que se describe.
  • Propósito de crítica social: Se denuncian los males de la sociedad y se proponen soluciones, aunque estas varían según la ideología del escritor.
  • Estilo sencillo y sobrio: Se busca la claridad y la exactitud en la expresión.
  • Predilección por la novela: Se considera el género más adecuado para reflejar la realidad.

RASGOS DE LA NOVELA REALISTA

  • Verosimilitud: Las historias se presentan como fragmentos de la realidad.
  • Personajes individuales o colectivos: Representan grupos sociales determinados, y los individuos tienen una relación problemática con su entorno.
  • Narrador omnisciente: Conoce los hechos y emite juicios sobre ellos y los personajes.
  • Didactismo: Se busca transmitir una lección moral.
  • Estructura lineal: Se sigue un orden cronológico en la narración.
  • Descripciones minuciosas: Se ofrece una imagen detallada de los escenarios y personajes.
  • Temas de conflicto entre el individuo y la sociedad: Se exploran las tensiones entre el individuo y su entorno social.
  • Reflejo de todos los registros lingüísticos: Se adapta la lengua a cada personaje y clase social.

El Naturalismo

En la segunda mitad del siglo XIX destaca también el Naturalismo, una corriente que lleva al extremo el objetivismo del Realismo. Considera que la vida está condicionada por la herencia genética y social. Muchos escritores realistas tienen rasgos naturalistas, como Emilia Pardo Bazán.

Representantes del Realismo en España

  • Realismo conservador: Juan Valera, con su obra «Pepita Giménez».
  • Realismo liberal: Leopoldo Alas «Clarín», con su obra «La Regenta».

BENITO PÉREZ GALDÓS

Benito Pérez Galdós es una de las figuras más importantes del Realismo español. Su obra es un testimonio de una actitud tolerante y progresista, y reconstruye la vida española del siglo XIX. Su obra se divide en dos apartados: los Episodios Nacionales y el resto de sus novelas.

Características de la novela galdosiana

  • Objetividad y descripciones minuciosas y documentadas: Galdós realiza un análisis riguroso de la realidad, eliminando todo lo subjetivo.
  • Escenarios y ambientes: Ofrece descripciones detalladas de los lugares donde se desarrollan los hechos.
  • Lenguaje: Utiliza un lenguaje apto para reflejar el mundo real, y cada personaje tiene su propio lenguaje.
  • Temas: Aborda los conflictos sociales de su tiempo, como la diferencia de clases.
  • Personajes: Muestra interés por la psicología de sus personajes, y los protagonistas evolucionan a lo largo de la trama.
  • Narrador: Utiliza la tercera o la primera persona, y el narrador es omnisciente, enjuicia y comenta los hechos.
  • Estilo: Su estilo es indirecto, libre y utiliza el monólogo interior y el diálogo.

Episodios Nacionales

Los Episodios Nacionales son un conjunto de novelas divididas en cinco series. Son narraciones breves sobre acontecimientos históricos de España del siglo XIX. Combinan el trasfondo de los hechos históricos con las peripecias cotidianas de los personajes, que actúan como hilo conductor del relato. Un ejemplo de Episodio Nacional es «Trafalgar».

Novelas

Las novelas de Galdós se dividen en tres etapas:

  1. Novelas de la primera época:
    • Novelas de tesis: Exponen conflictos ideológicos y religiosos. Los personajes están sometidos a las ideas del autor, y son presentados como buenos o malos, sin mucha profundidad psicológica. Un ejemplo de novela de tesis es «Doña Perfecta».
  2. Novelas contemporáneas: Se caracterizan por una cuidada evolución psicológica de los personajes, que adquieren vida propia. El tema central es el mundo de la clase media madrileña, y Madrid se convierte en un escenario protagonista. Esta etapa comienza con «La Desheredada» y concluye con «Miau». La novela más importante de esta etapa es «Fortunata y Jacinta».
  3. Novelas espirituales: A partir de 1890, Galdós experimenta con nuevas formas narrativas, incluyendo elementos fantásticos, sueños y simbolismo. Estas novelas están influidas por el movimiento espiritualista común a la novela europea de la época. El tema central es la búsqueda de valores espirituales que marcan a los protagonistas. La cumbre de esta etapa es «Misericordia».

RAMÓN MARÍA DEL VALLE-INCLÁN

Ramón María del Valle-Inclán fue el principal innovador del teatro español del siglo XX, desde la Celestina y el Siglo de Oro.

Rasgos del teatro de Valle-Inclán

  • Teatro original: Presenta planteamientos estéticos radicales.
  • Riqueza y expresividad del lenguaje: Utiliza un lenguaje potente y elaborado.
  • Afán crítico contra la sociedad: Su obra está marcada por una crítica social.
  • Dos extremos: Su obra se debate entre el esteticismo modernista de sus inicios y el desgarro deformador de sus últimas obras.

Etapas del teatro de Valle-Inclán

  1. Modernismo: Teatro esteticista y decadente en la línea del modernismo. Obras artificiosas e idealizadas, como «El Marqués de Bradomín».
  2. Ciclo mítico: El escenario es una Galicia rural. El tema central son las pasiones humanas primarias y la violencia que provocan. Se aleja de cualquier tipo de realismo. «Divinas palabras» supone la culminación de esta etapa.
  3. Ciclo de la farsa: Deformación caricaturesca del modernismo. Un ejemplo es «La Cabeza del Dragón».
  4. El esperpento: En 1920, con «Luces de Bohemia», se inicia esta etapa. Se caracteriza por la deformación sistemática de la realidad con el objetivo de criticarla. Se resaltan los rasgos más grotescos o absurdos de la realidad. Valle-Inclán considera que la única manera de presentar la realidad es mostrarla a través de una óptica deformada, obligando al espectador a adoptar una visión crítica. Los personajes son fantoches cosificados y animalizados. Las acotaciones cobran gran importancia, convirtiéndose en un personaje más de la obra. Se utilizan contrastes, como lo trágico y lo cómico, lo conmovedor y lo grotesco. Esta etapa conecta con las corrientes vanguardistas europeas, como el dadaísmo.

POESÍA ESPAÑOLA A PARTIR DE 1936

El final de la Guerra Civil española en 1936 cambia el panorama poético. Varios autores, como Unamuno, mueren, y otros, como Juan Ramón Jiménez, se exilian.

Años 40

Es una década complicada para la poesía española. Coexisten poetas vinculados a la Generación del 27, como Vicente Aleixandre, y jóvenes de la Generación del 36.

Miguel Hernández

Miguel Hernández (1910-1942) conjuga técnicas clásicas y vanguardistas, junto con la tradición popular. Su influencia es decisiva en la poesía social. Alcanza su plenitud con «El rayo que no cesa», donde trata temas como el amor, la vida y la muerte.

Poesía arraigada

Su propósito es volver a las formas clásicas, desechando la poesía pura de la Generación del 27 y el surrealismo. Valoran las formas clásicas, como el soneto. El tema dominante es el religioso. Un representante de esta tendencia es Luis Rosales, con su obra «La casa encendida».

Poesía desarraigada

En 1944, la revista «Espadaña» marca un nuevo rumbo en la poesía española, buscando la rehumanización de la poesía. Defienden principios estéticos que se alejan de la poesía blanda. Los temas principales son la realidad social, la situación existencial e histórica del hombre.

Años 50

Poesía social

Está marcada por el momento político del país. Se concibe la poesía como un instrumento para cambiar el mundo, denunciando la realidad y defendiendo a los débiles. Estéticamente, se caracteriza por un lenguaje realista, narrativo y sencillo.

Años 60

Se busca superar lo social como tema principal. Se produce una apertura a diversas influencias. Se concibe la poesía como un modo de conocimiento propio y del mundo. La poesía se convierte en experiencia, y los temas se centran en el mundo interior del poeta. Se utiliza la sátira y se dignifica el lenguaje poético, pero se recurre al lenguaje coloquial. Un ejemplo de esta tendencia es «Las personas del verbo» de Jaime Gil de Biedma.

NOVELA ESPAÑOLA POSTERIOR A 1939

Años 40

Es una época marcada por la represión política y la censura. Surgen diferentes tendencias:

  • Novela nacionalista: Escrita por los vencedores y falangistas. Un ejemplo es «La fiel infantería» de Rafael García Serrano.
  • Novela fantástica y humorística: Busca rechazar la terrible realidad del momento. Un ejemplo es «El bosque animado» de Wenceslao Fernández Flórez.
  • Novela tremendista: Se centra en los aspectos más desagradables de la realidad. Un ejemplo es «La familia de Pascual Duarte» de Camilo José Cela.
  • Novela existencial: Heredera del realismo tradicional, refleja la desolación de la sociedad.

Años 50

Novela del realismo social

Un ejemplo destacado es «La Colmena» de Camilo José Cela. Su función es informar al lector de lo que no se ve en los medios de comunicación, reflejando la situación de la época. Publicada en 1951, se ambienta en el Madrid cotidiano y transmite un sentimiento de pesimismo. El argumento es mínimo, y los personajes se mueven por el sexo y el hambre. Aparecen alrededor de 300 personajes de diferentes clases sociales, todos ellos hundidos en la miseria. La novela está dividida en seis capítulos y un final. Se utiliza la técnica caleidoscópica. El final es abierto, y la narración predomina sobre el diálogo. El narrador es omnisciente.

Tendencias del realismo social

  • Realismo objetivista: Presenta la realidad tal como es. Los personajes son lo que hacen, sin idealizaciones.
  • Realismo crítico: Realiza una crítica ideológica, generalmente desde la izquierda.

Años 60

Destaca «Tiempo de silencio» de Luis Martín Santos, publicada en 1962. Se caracteriza por su lenguaje culto y da paso al experimentalismo en la novela española.

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