El Realismo
El Realismo, movimiento artístico y literario desarrollado en Europa en la segunda mitad del siglo XIX, se centra en la literatura narrativa, especialmente en la novela. La novela realista pretende ofrecer un retrato fiel de la vida cotidiana contemporánea para reflejarla con objetividad y exactitud. Nace vinculada con la burguesía, y el receptor de élite se sustituye por un lector de clase media. Los autores también pertenecen a este grupo social y pretenden retratar los principios y costumbres de la sociedad en la que viven.
Principales focos en Europa
- Francia: Flaubert
- Inglaterra: Dickens
- Rusia: Tolstoi
Características del Realismo
- Verosimilitud: Argumentos creíbles, no ficticios ni sobrenaturales. Los autores realizan un trabajo de observación y documentación sobre los aspectos de la realidad.
- Contemporaneidad: Se ambientan en escenarios reconocibles y en la época en la que viven, buscando descubrir y analizar el mundo que les rodea.
- Descripción: Detallada y extensa de personajes y lugares.
- Personajes antiheroicos: Personajes comunes que experimentan algún conflicto con el medio social, como la lucha por la subsistencia.
- Intención crítica: La ideología del autor está impregnada en el punto de vista del narrador, expresada en comentarios valorativos o como una denuncia implícita.
Realismo en España
Prerrealismo
El costumbrismo y el folletín fueron el punto de partida. Destaca Cecilia Böhl de Faber (Fernán Caballero), quien defiende los valores católicos tradicionales en obras como La Gaviota.
Autores Destacados
- Juan Valera: Emplea un lenguaje muy cuidado y elegante, ambienta sus obras en una Andalucía idealizada y estilizada, combina el idealismo, realismo y esteticismo. Fue el primero en escribir la teoría de la novela. Su obra más conocida es Pepita Jiménez.
- Pedro Antonio de Alarcón: Cultivó el relato de terror en España, influenciado por Edgar Allan Poe. Destacan obras como El sombrero de tres picos, que trata el tema del adulterio descubierto.
- José María de Pereda: Máximo representante de la novela regionalista, en sus obras exalta lo rural y regional frente a la ciudad. Sus obras están ambientadas en su región, como Sotileza y Pedro Sánchez (ambientada en Madrid).
- Benito Pérez Galdós: Influenciado por Cervantes, intenta imitar su humor reflexivo. Retrata la España del último tercio del siglo XIX, deja ver su liberalismo y sus ideas progresistas en el rechazo del fanatismo y de la superstición, y en la defensa de la ciencia frente al integrismo católico. Su inspiración narrativa es la burguesía madrileña y la burocracia.
Novelas de Tesis (1870-78)
Galdós se esconde tras el narrador y expone sus argumentos e ideología. El tema principal es la religión, abordada desde un anticlericalismo de raíz liberal. En sus obras denuncia la intolerancia y el falso celo religioso, como en Doña Perfecta y La familia de León Roch.
Novelas Contemporáneas (1880-91)
Guiadas por la sociedad y acontecimientos de la época. Se consigue el diálogo perfecto, abundan los monólogos interiores. Se crea un universo literario y la protagonista indiscutible es Madrid. Utiliza un narrador omnisciente y el estilo indirecto libre. Destacan La desheredada y Fortunata y Jacinta.
Novelas Espiritualistas (1890+)
Se exaltan los valores del evangelio, introduciendo personajes que destacan por su entrega a los demás y la perfección moral, como en Misericordia.
Episodios Nacionales
Intrahistoria de la situación de España en ese momento. Son transversales, los escribe a lo largo de su vida. Hay 47, divididos en 5 series de 10, la última incompleta por su muerte.
- Leopoldo Alas «Clarín»: Crítico literario, progresista, liberal y anticlerical. Escribió novelas cortas como Su único hijo y gran cantidad de cuentos con protagonistas infantiles. Su obra maestra es La Regenta, ambientada en Vetusta, que trata el tema del adulterio con un triángulo amoroso entre Fermín de Pas, Álvaro Mesía y Ana Ozores. Esta obra fue el medio que usó para criticar a la burguesía de provincias y expresar su anticlericalismo.
El Naturalismo
En Francia, hacia 1870, Émile Zola inicia esta corriente que parte de una consideración determinista de la vida según la herencia genética y el medio social. Los escritores tratan de imitar los métodos científicos, y esto se ve reflejado como pesimismo o denuncia social.
Naturalismo en España
La defensa del naturalismo se vinculó al liberalismo, al anticlericalismo y al igualitarismo, con el fin de denunciar los defectos de la sociedad industrial. Sus detractores, conservadores, atacaban las bases de la sociedad, ya que consideraban estos relatos inmorales y materialistas.
- Vicente Blasco Ibáñez: Fundó el diario El Pueblo para expresar sus ideales. Su obra narrativa se divide en dos: novelas ambientadas en Valencia, donde retrata el mundo social y la huerta valenciana, como La Barraca, ambientada en la Albufera; y novelas sobre la Primera Guerra Mundial, donde relata sus experiencias propias, como Los cuatro jinetes del Apocalipsis.
- Emilia Pardo Bazán: Fue de las primeras mujeres feministas, comprometida con la defensa de los derechos de la mujer. A pesar de ser Émile Zola el fundador del naturalismo y de sus rasgos, apoyó a Pardo Bazán, aunque con desaprobación a algunos de estos rasgos, como se ve en La cuestión palpitante (desaprobación) y Los pazos de Ulloa (ambiente de los pazos gallegos).