El Realismo y el Romanticismo: Dos Movimientos Literarios del Siglo XIX
El Realismo: Reflejo Fiel de la Sociedad
El Realismo es el movimiento literario dominante en la segunda mitad del siglo XIX. Nació en Francia como reacción contra los excesos subjetivistas del Romanticismo. Tuvo como objetivo principal el reflejo fiel de la realidad; de ahí que el género predominante fuera la novela. El siglo XIX es el siglo de la novela europea: Stendhal, Balzac y Flaubert en Francia; Dickens en Inglaterra; Dostoievski en Rusia. A España, el Realismo llega con retraso y su apogeo tiene lugar a partir de 1870, después de la revolución liberal de 1868. La primera novela realista española es La fontana de oro de Galdós, fechada en 1870.
Características Generales del Realismo
El género literario más cultivado por el Realismo fue la novela. Las características que se detallan a continuación son, por tanto, en buena medida, las de la novela realista:
- La observación objetiva: En contra del subjetivismo y de la imaginación romántica, la obra realista se basa en la observación objetiva de la realidad.
- Verosimilitud: Las novelas se nos presentan como si fueran trozos verdaderos de la realidad: lo que se nos cuenta no tiene por qué ser verdad, no tiene por qué haber ocurrido, pero sí parecerse a otras situaciones de la realidad. Conseguir esa sensación de realidad, ser creíble, es la finalidad del novelista.
- Espacios concretos: Las casas, las calles, las ciudades son lugares concretos y reconocibles, porque son los que rodean al escritor y en los que vive. Así, Galdós sitúa sus novelas en Madrid, ciudad en la que pasa la mayor parte de su vida. Aunque también aparecen ambientes rurales -como la montaña santanderina en la narrativa de Pereda-, son más frecuentes los espacios urbanos.
- Época contemporánea: El escritor refleja el momento en el que vive, no huye hacia otras épocas. Las fechas y hechos históricos que sitúan temporalmente la narración coinciden con las de elaboración de la novela. El pasado, siempre cercano, sirve para explicar el presente.
- Los personajes son seres humanos corrientes, sin parecido a los héroes y heroínas románticos. En general, dominan los personajes de clase burguesa, pero hacia 1880, con el Naturalismo, los personajes proletarios y marginales van ocupando un lugar más amplio e importante. Los principales están individualizados y evolucionan o se «hacen» como personajes a lo largo de la novela. Ejemplo de la importancia que el autor da a los protagonistas es el que su nombre sea el título de multitud de novelas: Pepita Jiménez de Valera, Fortunata y Jacinta de Galdós, Madame Bovary de Flaubert.
- El tema fundamental es la sociedad: Hay una intención de crítica social que varía dependiendo de la ideología de cada autor. Los de mentalidad progresista –Galdós y Clarín– denuncian especialmente la hipocresía social encarnada en la nobleza, en buena parte de la burguesía y en el clero; los conservadores –Pereda– defienden la moral católica tradicional.
- El periódico como canal de difusión: Muchas obras realistas se publicaron por entregas en los periódicos. Los capítulos iban apareciendo mensualmente. Esto afecta, en ocasiones, a la estructura novelística, que trata de mantener el interés dejando en suspenso la historia al final de cada entrega.
Técnicas Narrativas del Realismo
- El narrador omnisciente en 3ª persona que controla hasta el último detalle: informa al lector sobre la intimidad del personaje, realiza su retrato físico y psicológico, lo sabe todo del pasado y futuro de la acción e interviene frecuentemente en el relato, dando opiniones o avanzando hechos que sucederán más adelante. Algunas novelas realistas, no obstante, están contadas en primera persona.
- Las descripciones detalladas de ambientes y personajes.
- Predominio de la estructura lineal que organiza la novela en presentación, nudo y desenlace.
- Se intenta usar un lenguaje coloquial, verosímil, sin recargamientos ni exageraciones. Se puede distinguir entre el lenguaje del narrador, que suele mantener un nivel culto, cuidado y literario y el lenguaje de los diálogos, donde se pone cuidado en la reproducción del habla real de los personajes, de acuerdo con su condición social o con sus características sociales y psicológicas.
El Naturalismo: Una Evolución del Realismo
A partir de la década de los ochenta aparece esta nueva corriente novelística procedente de Francia. Se considera un producto del Realismo llevado a sus últimas consecuencias. El Naturalismo francés, más que una tendencia literaria, es una concepción del hombre, reflejada en un tipo de novela que pretende ser una obra científica en la que se estudia y analiza la realidad humana como resultado del determinismo biológico y ambiental. Para Zola, el hombre es un ser determinado por la herencia genética, por la educación y ambiente, sin escapatoria. Los personajes son seres tarados física y psíquicamente, presentados con el detalle y análisis propios de un científico en su laboratorio. En España, la influencia naturalista se manifiesta en la presencia de los aspectos más crudos y escabrosos de la realidad, como forma de denuncia de las injusticias sociales.
Características del Romanticismo: Un Contraste con el Realismo
A pesar de que el romanticismo tradicionalista y el liberal fueron antagónicos en muchos aspectos, comparten una serie de características:
- Irracionalismo: Se niega que la razón explique por completo la realidad. Esta es en esencia cambiante, caótica e incomprensible. No hay verdades fijas e inmutables. El mundo es para ellos misterio, algo que la razón es incapaz de explicar. Como tampoco puede explicar las emociones, los sueños, las fantasías que forman parte de la realidad y esencia del hombre. De ahí el gusto por los temas sobrenaturales, la magia y el misterio.
- Subjetivismo e individualismo: Afirmación del yo frente al mundo. El romántico se siente distinto a los demás, superior a todo lo que le rodea: exalta su propia sensibilidad, su felicidad o extrema desgracia, que nadie puede siquiera comprender. El romántico lleva a un primer plano su intimidad (introspección, nostalgia, melancolía, sentimiento de infelicidad). El sentimiento y la pasión son fuerzas superiores a la razón. Se sienten incomprendidos, marginados, insatisfechos con el mundo circundante.
- Idealismo: Búsqueda de la Libertad, del Progreso, de la Belleza. Hay en ellos un sentimiento de no plenitud, una conciencia de lo incompleto de la existencia humana que les hace buscar lo absoluto.
- Desengaño y rebeldía: El choque entre ese ideal al que aspiran y la realidad prosaica y gris que no les satisface conduce a la derrota del romántico, al fracaso, a la frustración, a la infelicidad y al desengaño. Esto lleva a rebelarse contra las normas morales, sociales, políticas o religiosas. Para el romántico, por encima de toda norma está la libertad del individuo.
- Evasión: Para escapar de ese mundo, el romántico opta por huir de esa realidad inmediata que no le gusta. Esa evasión le lleva a épocas pasadas, como la Edad Media, o a lugares lejanos y exóticos, como Oriente, América o la misma España, que para muchos escritores europeos era, con sus antiguas tradiciones y su peculiar folclore, prototipo de país romántico. Una forma extrema de evasión es a veces el suicidio.
- Soledad: Huida de la realidad mediante el retiro en sí mismo, con lo que el gusto por la soledad se convierte en uno de los temas románticos por excelencia. Eso justifica la preferencia por lugares solitarios como castillos, cementerios, jardines abandonados, lugares apartados y recónditos.
- Naturaleza dinámica: Frente a la naturaleza artificiosa, ordenada y armónica del Neoclasicismo, el artista romántico gusta de la naturaleza en movimiento, en desorden y la ambientación nocturna. La Naturaleza se identifica con los estados de ánimo del romántico y, según sean estos, es turbulenta, melancólica o tétrica, como una proyección de sus sentimientos. Ambientación: noche, lugares solitarios, cementerios, luna, ruinas, mar bravío, tempestades, tormentas, jardines abandonados, páramos…
- El genio creador: Revalorización de lo espontáneo, de lo intuitivo, de lo original que es característico del genio creador. No hay normas ni reglas a la hora de escribir, ni en el contenido, ni en la forma.
- Nacionalismo: Se forja el concepto de pueblo como entidad espiritual a la que pertenecen los individuos que comparten una misma lengua, costumbres, folclore, leyes… Interés por conocer lo que tiene de particular el espíritu de cada nación y obsesión por buscar las raíces de cada pueblo en su historia, en su literatura, en su cultura… Estas ideas románticas se oponen al espíritu universalista de la Ilustración (extender las ideas de progreso y libertad por igual a todos los hombres) que es visto ahora como una forma intolerable de uniformidad y amputación de lo que es más característico y profundo de una comunidad.