Rechazo de la derecha a la reforma agraria república


La II República fue proclamada el 14 de Abril de 1931. Su éxito estuvo en el desprestigio político que la dictadura de Primo de Rivera había supuesto para la monarquía de Alfonso XIII, quién suspendíó la potestad real y abandonó España. El nuevo régimen fue recibido con esperanzas y ansías de crear un marco de convivencia democrática, de modernizar las estructuras del Estado y de iniciar un proceso de reformas. El mismo día de la proclamación de la República se establecíó un gobierno provisional presidido por Alcalá Zamora, quién convocó elecciones constituyentes e inició una serie de reformas en el ámbito militar, social y territorial, que contó desde el principio con la oposición del ejército y la oligarquía económica. Las reformas no colmaron al proletariado, pero el proceso electoral permitíó seguir en adelante al ideal republicano. Las elecciones a Cortes Constituyentes fue el primer proceso electoral democrático en España, donde obtuvo la victoria el bando republicano-socialista, que ya se encontraba en el poder. En la República se pueden distinguir partidos y organizaciones de izquierda y derecha.
La izquierda se adhiere a la República como forma de gobierno, desea la transformación social y rechaza a las viejas instituciones, los privilegios de la iglesia y la intervención del ejército en la vida política, además acepta la autonomía de las distintas regiones. Mientras que la derecha es antagónica a la República, no concibe los cambios sociales y económicos, y ve a la Iglesia y al Ejército como salvaguarda del orden y los valores tradicionales, además rechaza la autonomía de las regiones. En 1931 se redactó una constitución, «La Constitución de 1931´´, impuesta por las ideas de la mayoría y Zamora, en desacuerdo, dimitíó siendo sustituido por Manuel Azaña.Durante el bienio reformista se impulsó una serie de reformas para solucionar los problemas del país, que fueron: -Reforma militar: Azaña obligó a los militares jurar fidelidad hacía la II República, y sometíó a los altos mandos para evitar un Golpe de Estado. Suprimíó la Ley de Jurisdicciones de 1906 y a los soldados de cuota. Finalmente creó la Guardia de Asalto, que era una policía antidisturbios. Estas reformas no fueron bien acogidas por el ejército y provocaron tensiones en el seno del ejército. – Reforma religiosa: Se eliminó la enseñanza católica obligatoria en las escuelas. Se retiraron todos los crucifijos y símbolos católicos de las escuelas y edificios oficiales. Estas medidas fueron tomadas como una agresión por la mayoría de los católicos, y el Vaticano las rechazó. Además, se reconoce el divorcio y el matrimonio civil. -Reforma educativa: Uno de los principales objetivos de la República era eliminar el analfabetismo y mejorar la educación. Para ello se aumentó en un 50% el presupuesto educativo y se crearon 13500 escuelas. Además, se permite la enseñanza bilingüe en aquellas regiones con lengua propia. Se favorecíó la investigación en las universidades, y se impone la enseñanza mixta en primaria, lo que levanto una gran oposición de la derecha. -Reforma del Estado Centraliza: La Constitución prevéía la posibilidad de conceder la autonomía a algunas regiones como País Vasco y Navarra. En Cataluña se creó un nuevo gobierno autonómico: la Generalitat, encargada de redactar un estatuto de autonomía aprobado en 1932, con la oposición de la derecha y los recelos del PSOE. -Reforma Agraria: Azaña aprueba la Ley de Reforma Agraria que tenía como objetivo eliminar el latifundismo y crear una clase de pequeños propietarios con el fin de modernizar la agricultura y aprovechar las tierras. La ley consistía en la expropiación de los latifundios mal explotados. Su aplicación la llevo a cabo el Instituto de Reforma Agraria (IRA) que preparaba las tierras para su distribución a los campesinos y facilitaban su asentamiento. La aplicación de esta ley fue lentísima y los jornaleros se sintieron decepcionados con la República. El bienio reformista estuvo amenazado desde el principio por la oposición de derechas, afectados por las reformas, y también por la izquierda radical. Las principales amenazas fueron el intento de Golpe de Estado de Sanjurjo, la creación de la CEDA, un partido de derecha radical liderada por Gil Robles, y de la JONS, partido fascista que se uníó a la Falange Española creada por José Antonio Primo de Rivera. En la izquierda la CNT, radicalizada por la FAI, se opónía al reformismo burgués y propugnaba la revolución libertaria. También la UGT se decantó por la radicalización. La tensión social aumentó desde 1931, siendo en 1933 el conflicto más grave en Casa Viejas (Cádiz). Esto hizo que la conjunción republicano-socialista desgastara el gobierno de Azaña, que dimitíó y se convocaron nuevas elecciones. En estas elecciones celebradas en 1933 ganó la coalición entre la CEDA (siendo la más votada) y el partido radical de Alejandro Lerroux. A este nuevo gobierno se le llamó bienio conservador. Se inició su mandato con la paralización de las reformas anteriores, exceptuando la militar y los cambios en educación. La radicalización de los socialistas, los enfrentamientos con los nacionalistas y la proliferación de huelgas y conflictos llevaron a la CEDA reforzar su posición y exigieron participar directamente en el gobierno. Lerroux acepta, y la CEDA entra a formar parte del gobierno, y las izquierdas y los movimientos obreros lo vieron como un intento de derrocar la República e implantar un régimen fascista. Por ello, la mayoría de las organizaciones obreras convocaron la huelga general del 5 de Octubre de 1934, que fue reprimida rápidamente por el gobierno que declaró el estado de guerra, interviniendo el ejército y la Legión comandada por Franco, que aplastó el movimiento. Seguidamente salen a la luz casos de corrupción que producen el hundimiento del partido radical de Alejandro Lerroux. Zamora, presidente de la República, desconfía de Gil Robles y convoca unas nuevas elecciones. Días después de convocarte las elecciones generales, republicanas de izquierda, comunistas y socialistas firmaron el pacto para instaurar el Frente Popular, que tenían como objetivo reanudar las antiguas reformas y conceder la amnistía política. La CNT recomendó esta vez a sus afiliados el voto a la coalición. La campaña del Frente Popular fue extremadamente abusiva y acabó victorioso en las elecciones generales. El nuevo gobierno era estrictamente republicano. Zamora continuó siendo presidente de la República hasta el mes de Mayo, cuando fue sustituido por Azaña y Quiroga fue nombrado jefe del gobierno. Se concedíó la amnistía política y se reanudo la reforma agraria, entre otras cosas. La política reformista disgustó a un sector del ejército, con lo que se abría la posibilidad de un Golpe de Estado. Para evitarlo, se apartaron del poder a los generales más sospechosos y al resto se les cambió de destino (como Franco a Canarias). Las elecciones del 36 provocaron que los partidos radicales ganarán gran influencia y por ello se incrementó la conflictividad social que el gobierno no fue capaz de controlar. Este clímax de tensión, fue la excusa perfecta para que un sector del ejército pusiera fin a la República mediante la sublevación militar. Sin embargo, el Golpe de Estado del 17 y 18 de Julio de 1936 fracasó, desencadenando una de las peores etapas en la historia de España: la Guerra Civil, cuyas heridas tardaron décadas en cicatrizarse y perduran aún en la memoria de los españoles.

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