CAPÍTULO II
CONDICIONES AMBIENTALES PARA EL DESARROLLO ECONÓMICO
«La mayoría de las decisiones sociales y políticas se hacen to-mando en cuenta las jurisdicciones políticas, pero los problemas ambientales no necesariamente coinciden con estos linderos políticos artificiales.»
Cualquier elemento de la naturaleza sea abiótico o biótico que utiliza una sociedad para resolver alguna necesidad es identificado como “recurso natural’. Se puede distinguir entre recursos renovables (cuando no se agotan necesariamente mediante el uso o pueden generarse, regenerarse, propagarse o reproducirse con el tiempo, contando a veces con la ayuda humana) y recursos no renovables (se agotan al ritmo de la explotación y no pueden crearse, reproducirse o regenerarse, como ocurre con los recursos minerales e hidrocarburos). Los recursos naturales abarcan elementos como agua, aire, tierra, plantas, animales, minerales y fuentes de energía; los cuales, luego de su extracción y transformación mediante procesos económicos -sobre todo industriales- para conseguir productos manufacturados, se convierten en materias primas o en productos terminales de consumo.
El ecosistema como unidad funcional donde se relacionan los organismos con el medio físico, es el soporte y proveedor de los recursos naturales explotados por el hombre para la satisfacción de sus necesidades (Brack, 2004: 10). Los factores geográficos naturales como el clima, el relieve, la situación geográfica, siempre han condicionado el desarrollo de las actividades socioeconómicas realizadas por el hombre, pues pueden potenciarlas o limitarlas de acuerdo a las características con que se presenten en una determinada región.
La valoración y utilización de los recursos naturales depende, entre otras cosas, del grado de desarrollo socioeconómico de una sociedad, de sus actitudes culturales y de su capacidad técnica y financiera para aprovechar las sustancias y las propiedades físicas de su territorio y, de su esfera de influencia a la hora de ordenar la producción y la distribución de los productos que de ellos se derivan (D’Entremont, 1997:124).
Cabe resaltar que la economía moderna ya no se rige simplemente por las leyes de la oferta y la demanda, sino que otros factores como influencias financieras, políticas y tecnológicas, imperan en la industria y el comercio; y las grandes compañías multinacionales, forman nuevas estructuras en base a la explotación, a gran escala y a la transformación y comercialización masivas, a escala mundial de dichos recursos.
Cuando se hace referencia a la disponibilidad de recursos en un momento dado, se utiliza el término “reservas”, es decir, la cantidad de recursos localizados, conocidos, comprobados y calibrados, que normalmente son considerados -directa o indirectamente- en los procesos económicos (D’Entremont, 1997: 126). Sin embargo, debe anotarse que, a pesar de los avances tecnológicos, todavía no se puede contabilizar la cantidad exacta de reservas de algunos recursos en una región, y sólo se tiene estimaciones aproximadas.
Como ya se indicó en el capítulo anterior, la oferta ambiental que ofrece el ecosistema en nuestro país depende de tres factores importantísimos que determinan la existencia de una impresionante diversidad biológica:
– La latitud, en donde la cercanía al Ecuador implica mayor humedad, temperaturas más altas y estabilidad climática que favorece la gran diversidad en formas de vida.
La cordillera de los andes, cuya orientación Norte-Sur implica una variación latitudinal de importantes factores ambientales como altitud y temperatura que contribuyen a generar mayor diversidad ambiental.
– El océano, en donde la Corriente Peruana enfría gran parte del mar que baña nuestras costas, influyendo en los ecosistemas terrestres adyacentes la franja litoral y generando un complejo proceso climático que impide la caída del aire húmedo del mar en forma de lluvias. Se originan así los desiertos, los bosques secos de la costa norte y los pisos ecológicos de la cordillera occidental. (Brack, 2004: 89)
Además de la diversidad biológica el país también incluye en su oferta ambiental recursos minerales, energéticos, paisajísticos y turístico-recreativos. Todos estos recursos serán mostrados en forma más amplia en los capítulos siguientes; pero ahora es necesario insistir en las ofertas ambientales físicas como la geología, el suelo, el agua, y el clima, que en conjunto soportan la vida en sus diversas formas.
2.1 CONDICIONES GEOLÓGICAS
La geografía del territorio peruano está dominada por el relieve andino, cuya evolución es consecuencia directa de la orogénesis provocada por la evolución del geosinclinal andino. En esta evolución se ha podido establecer que la sedimentación no fue igual en todos los sectores, lo que se comprueba con la potencia de los materiales levantados que en algunos sectores de nuestro territorio llegan hasta los 4000 m. (Peña herrera, 1986: 7)
Este surgimiento y plegamiento andino, aunado a otros factores como el magmatismo y los procesos de geodinámica externa, originaron la distribución de diversos minerales en el territorio, creando también condiciones geológicas para la formación de hidrocarburos y carbón mineral. Los yacimientos mineros están en relación a estas formas topográficas (afloran por los anticlinales y facilitan la prospección minera, mientras que los sinclinales pueden ser depósitos de petróleo y gas natural).
– Los mineralesson compuestos homogéneos en su estructura y composición y de gran importancia como materias primas para la industria. En la corteza terrestre existen unos 2 000 minerales, de los cuales sólo unos 100 tienen alguna demanda que hace rentable su extracción económica o por ser necesarios para la industria mundial (Brack, (b)).