Modus Ponendo Ponens (MPP)
En lógica, el modus ponendo ponens (en latín, ‘modo que afirmando afirma’), también llamado modus ponens y generalmente abreviado MPP o MP, es una regla de inferencia que tiene la siguiente forma:
Si A, entonces B
A
Por lo tanto, B
Ejemplo:
P → q «Si llueve, entonces las calles se mojan» (premisa)
P «Llueve» (premisa)
________________________________________________
q «Luego, las calles se mojan» (conclusión)
El condicional o implicación es aquella operación que establece entre dos enunciados una relación de causa-efecto. La regla ponendo ponens significa, «afirmando afirmo» y en un condicional establece, que si el antecedente (primer término, en este caso p) se afirma, necesariamente se afirma el consecuente (segundo término, en este caso q).
Modus Tollendo Tollens (MTT)
Significa «negando, niego», y se refiere a una propiedad inversa de los condicionales. Si de un condicional, aparece como premisa el consecuente negado (el efecto), eso nos conduce a negar el antecedente (la causa), puesto que si un efecto no se da, su causa no ha podido darse.
Se puede decir que sería la contraposición de la otra regla «Ponendo Ponens» en la que afirma afirmando.
Si A entonces B
No B
Por lo tanto, no A
Ejemplo:
P → q «Si llueve, entonces las calles se mojan»
¬q «Las calles no se mojan»
____________________________________________________
¬p «Luego, no llueve»
Ejemplo: Si el asesino me alcanza, me matará
El asesino no me alcanza
___________________________________
El asesino no me matará
Modus Tollendo Ponens (MTP)
En lógica, el silogismo disyuntivo, históricamente conocido como modus tollendo ponens (en latín, ‘modo que negando afirma’) o MTP, es una forma válida de argumento:
O es el caso que A, o es el caso que B
No A
Por lo tanto, B
Ejemplo:
Un razonamiento que sigue la forma del silogismo disyuntivo exclusivo podría ser:
O es de día o es de noche.
No es de día.
Por lo tanto, es de noche.
Otra manera de presentar el silogismo disyuntivo utilizando «conectivas lógicas» es:
O exclusivo
Modus Tollendo Ponens (MTP)
Si en este momento es verdadera la proposición «Llueve o nieva» y, a la vez, es falsa la proposición «Llueve», tendremos que concluir que es verdadera la proposición «Nieva».
Tabla de verdad:
p | q | pVq |
V | V | V |
F | V | V |
V | F | V |
F | F | F |
Regla de Simplificación (S)
En lógica proposicional, la simplificación (equivalente a la eliminación de la conjunción) es una inferencia inmediata válida, forma de argumento y regla de inferencia que hace que la inferencia de que, si la conjunción A y B es cierta, entonces A es verdad y B también es verdad. La regla permite acortar las pruebas más largas mediante la derivación de una de las conjunciones de una conjunción en una línea por sí misma.
Ejemplo:
Llueve y llueve a cántaros.
Por lo tanto, está lloviendo.
La regla se puede expresar en lenguaje formal como:
O como
Donde la regla es que cada vez que aparecen las instancias de »
» en las líneas se puede colocar en una prueba, »
» o »
» en una línea posterior.
Ejemplo:
p V q «Helado de fresa o helado de vainilla»
p → r «Si tomas helado de fresa, entonces repites»
q → r «Si tomas helado de vainilla, entonces repites»
_____________________________________________________
r Luego, repites
Regla de Adición (AD)
Dado un enunciado cualquiera, es posible expresarlo como una elección (disyunción) acompañado por cualquier otro enunciado.
a «He comprado manzanas»
___________________________________________
a V b «He comprado manzanas o he comprado peras»
Ejemplo:
Si Manuela estudia
Si Manuela Trabaja
Luego infiero que Manuela estudia y trabaja
Si Lina canta
Si Lina baila
Luego infiero que Lina canta y baila
Una proposición lógica que no es una tautología (algo que resulta verdadero) se denomina contingencia.
Las reglas de inferencia pueden ser comprobadas mediante las tablas de verdad, obteniéndose siempre una tautología, es decir, que los valores de verdad son siempre verdaderos.
Por las reglas de inferencia sabemos que una disyuntiva es verdadera cuando lo sea cualquiera de sus proposiciones atómicas:
p | q | pVq |
V | V | V |
F | V | V |
V | F | V |
F | F | F |
Dilema Constructivo (DC)
Es un argumento que está formado por dos proposiciones contrarias y disyuntivas: al conceder o negar cualquiera de estas dos proposiciones, queda demostrado aquello que se quería probar.
(p→q)^(r v s)
P v r
∴ q v s
Ejemplo:
Si estudio aprendo y si duermo descanso
Estudie o dormí
Luego, aprendí o descanse
Dilema Destructivo (DD)
Si es S, tiene que ser A o B. No es A ni B. No es S
p→ (q ^ r) ⊨ (p ^ q) → r
Ejemplo:
Si es número natural, es par o impar. No es par ni impar. Luego no es número natural
Las Falacias
Es un error de razonamiento. De la manera en que los lógicos utilizan el término, no designa cualquier error o idea falsa, sino errores típicos que surgen frecuentemente en el discurso y que tornan inválidos los argumentos en los cuales aparecen.
Un argumento, cualquiera que sea el tema al que se refiere, por regla general trata de establecer la verdad de su conclusión. Pero los argumentos pueden fallar de dos maneras en ese propósito. La primera es suponer alguna proposición falsa como una de las premisas del argumento.
Falacias de Atinencia
Cuando un argumento descansa en premisas que no son pertinentes para su conclusión y, por lo tanto, no pueden establecer de manera apropiada su verdad, la falacia cometida es de atinencia. «Inatinencia» quizás describe mejor el problema, pero las premisas con frecuencia son psicológicamente atinentes para la conclusión, y esto explica la aparente corrección y persuasividad.
Argumentum ad Baculum
Se refiere a aquellos argumentos que apelan a la fuerza o poder de algo o alguien como razón conclusiva para establecer la verdad de la conclusión. Este tipo de argumento falaz se utiliza cuando los argumentos racionales fracasan y no se tienen otros recursos más que la imposición. Quienes hacen más uso de ellos son los que detentan el poder, ya sea económico, político, militar, administrativo o social, entre otros.
Ejemplos: Incurre en la falacia ad baculum aquel maestro que induce al alumno a guardar orden en clase diciéndole: «¿Quieres aprobar, verdad? Conviene entonces que te portes bien».
La razón que aduce para mostrar la necesidad y utilidad de portarse bien no es otra que las consecuencias desagradables que le esperan, de lo contrario, el poder que tiene sobre él.
Ejemplo: En la asamblea, mientras Espendio y Matos hablaban, todos escuchaban y prestaban atención a lo que se decía. Pero si algún otro se acercaba a expresar su opinión, al momento, sin escucharlo, le tiraban piedras hasta matarlo (…) El resultado fue que, como nadie se atrevió ya por tal motivo a expresar su opinión, nombraron generales a Matos y Espendio.
Argumentum ad Hominem
Se traduce como «contra el hombre». Nombra un ataque falaz dirigido no contra la conclusión que no se desea negar, sino contra la persona que la afirma o define. Esta falacia tiene dos formas principales, porque hay dos maneras diferentes en las cuales se puede dirigir el ataque.
- El argumento ad Hominem abusivo: En la disputa violenta o contenciosa es muy común menospreciar el carácter de los interlocutores, negar su inteligencia o racionalidad, cuestionar su integridad, y así sucesivamente.
Ejemplo: «Usted no puede afirmar que mi acción es inmoral porque ha estado en la cárcel».
El hecho de que alguien haya estado en la cárcel no convierte en morales las acciones de su interlocutor ni le impide denunciarlas, y ambos hechos carecen de relación entre sí.
«Juan dice que Miguel es un estafador».
«¿Juan? Mira, ese mejor se calla, que yo lo he visto detrás de las niñas del instituto».
El hecho de que Juan se sienta atraído por las jovencitas no invalida su argumento de que Miguel sea un estafador, y ambos hechos carecen de relación alguna entre sí.
Argumentum ad Hominem (continuación)
- El argumento ad Hominem circunstancial: El ad hominem circunstancial implica mencionar que alguien se encuentra en una circunstancia en la cual está predispuesto a tomar una determinada posición. Esencialmente consiste en atacar la neutralidad del interlocutor. La razón por la que es falaz es que las predisposiciones del oponente no afectan a la veracidad de sus argumentos desde un punto de vista lógico.
Ejemplo: «Las compañías de tabaco se equivocan cuando dicen que fumar no afecta seriamente tu salud, porque sólo están defendiendo sus negocios multimillonarios.»
El hecho de que estén defendiendo sus negocios no invalida automáticamente sus afirmaciones, cuya falsedad debe ser demostrada mediante pruebas científicas.
«¿Pedro dice que las condiciones de trabajo son peligrosas? ¡Qué va a decir ese, si es un comunista!»
El hecho de que Pedro sea comunista no invalida su argumento de que un determinado trabajo sea, en efecto, peligroso.
Argumentum ad Misericordiam
Falacia que, a falta de argumentos, recurre a la compasión. El argumentum ad misericordiam es la falacia que se comete cuando se apela a la piedad para conseguir que se acepte una determinada conclusión. Se encuentra con frecuencia este tipo de argumentación en los tribunales de justicia, cuando un abogado defensor deja de lado los hechos que atañen al caso y trata de lograr la absolución de su cliente despertando piedad en los miembros del jurado.
EJEMPLO: En un control de alcoholemia: – Agente, por favor, no me sancione. Si lo hace, me retirarán el permiso de conducir, entonces perderé mi empleo y mi familia acabará en la miseria.
Ejemplo: En el juicio de un joven acusado de asesinar a sus padres con un hacha. Acusado con abrumadoras evidencias que probaban su culpabilidad, pidió clemencia sobre la base de que era huérfano.
Argumentum ad Ignorantiam
Ejemplo: Nadie ha podido probar — y tú tampoco — que Dios existe; luego, tienes que creer que Dios existe.
También caen en este caso aquellas personas que argumentan el caso contrario, por ejemplo: al decir que las argumentaciones de la astrología o la parapsicología son verdaderas porque no se ha demostrado que sean falsas.
Es una falacia lógica consistente en afirmar la verdad de una proposición sólo porque no se ha probado su falsedad o bien afirmar su falsedad por no haberse podido probar como verdadera. Es decir, se declara la verdad o falsedad de una premisa basándose en la ignorancia existente sobre ella. Un argumento ad ignorantiam tiene dos posibles estructuras.
En la primera, se siguen los siguientes pasos:
- Se afirma A;
- No se tienen pruebas para refutar A,
- Por lo tanto, A es verdadero.
En cambio, en la segunda:
- Se afirma A;
- No se tienen pruebas para afirmar A,
- Por lo tanto, A es falso.
Se trata de un argumento por la ignorancia. Incurrimos en él cuando afirmamos la verdad de una proposición sobre la base de que no se ha demostrado su falsedad o a la inversa.
Ejemplo: * El purgatorio existe porque nadie ha demostrado lo contrario. * Dios no existe porque nadie puede demostrar que exista.
Argumentum ad Populum
La apelación a la emoción, es el recurso favorito de los propagandistas o demagogos. Es falaz porque reemplaza la laboriosa tarea de presentar evidencias y argumentos racionales con el lenguaje expresivo y otros recursos calculados para excitar el entusiasmo, la ira o el odio.
Un argumento ad populum tiene esta estructura:
- Para la mayoría, A.
- Por lo tanto, A.
Ejemplo:
- El amor al país es una emoción honorable, el uso de ese amor para manipular a la audiencia es intelectualmente censurable.
- La gente quiere ver telebasura así que es lícito poner telebasura ¿Se le ha preguntado bien a la gente qué es lo que quiere ver? ¿A la gente le ponen lo que quiere o ve lo que le ponen?
- Esta película tiene que ser buena porque la ha visto mucha gente ¿Se sabe a cuántos de los que la vieron les gustó? Y aunque a todos les gustara, eso expresa una preferencia pero no una verdad.
Ejemplo: Si la mayoría dice que la gripe es una estrategia del gobierno para distraernos y sólo unos pocos afirman lo contrario, entonces la mayoría tiene razón.
Argumentum ad Verecundiam
Ocurre cuando se le hace una apelación a la persona que no tiene credenciales legítimas de autoridad en la materia en discusión. Así, en una discusión sobre moralidad, una apelación a las opiniones de Darwin, autoridad indispensable en biología, sería falaz, como lo sería la apelación a las opiniones de un gran artista, como Picasso, para elucidar un asunto económico. Pero se debe tener cuidado en determinar qué autoridad es razonable para dirimir un determinado asunto y cual se debe rechazar.
Ejemplo:
- A:- El cielo es celeste, porque así lo dice Newton
- B:- Que lo diga Newton no prueba que sea cierto, así que el cielo no es celeste
En este caso, tanto A como B cometen una falacia. A realiza un Argumentum ad verecundiam (acepta una conclusión como verdadera basándose únicamente en que lo dijo alguien que considera de autoridad), pero B comete un Argumentum ad logicam (como ha detectado que A ha cometido una falacia, no solo rechaza su conclusión, sino que además, acepta como verdadera la conclusión opuesta por este motivo).
Ejemplo: Si en una discusión sobre religión, uno de los antagonistas apela a la teoría de Darwin, una gran autoridad de biología, esa apelación es falaz.
Un ejemplo clásico de este tipo de falacia nos lo presenta a diario los diferentes medios de comunicación cuando se nos insta a fumar, beber, comprar, entre otras cosas, alguna marca en particular porque algún campeón de natación, artista o político, afirma su gran calidad.
La Causa Falsa
La naturaleza de la conexión entre causa y efecto y cómo podemos determinar si se presenta o no tal conexión son problemas centrales de la lógica inductiva y del método científico. Es fácil ver que cualquier razonamiento que descansa en tratar como causa de un fenómeno algo que en realidad no es su causa incurre en un serio error.
Ejemplo: La televisión de Pedro hace interferencias (A), Pedro se levanta, le da unos golpecitos a la tele (B) y al poco tiempo la tele vuelve a funcionar. Así que Pedro piensa que gracias a que le ha dado golpecitos ha arreglado la tele.
Esta falacia se comete cuando se piensa que un evento o suceso es causa de otro, solo porque una cosa ha ocurrido antes de la otra. Es decir, no hay una relación causal, sino temporal, porque A ocurre antes que B.
Ejemplo: «Hoy tendré un buen día en los negocios porque en mi horóscopo así lo dice»
«El cáncer de pulmón se presenta (frecuentemente) en personas que fuman cigarrillos; por lo tanto, fumar cigarrillos es la causa de este cáncer»
La Pregunta Compleja
La falacia de las muchas preguntas, también llamada pregunta compleja o plurium interrogationum, es una falacia que ocurre cuando alguien hace una pregunta que presupone algo que no ha sido probado, o que no ha sido aceptado por todas las personas implicadas. Esta falacia es con frecuencia usada retóricamente para dar a entender la presunción o conocimiento de la respuesta a la pregunta por parte del que la realiza.
Ejemplo: «¿Por qué la evolución juega un papel tan crítico en nuestro entendimiento de la biología?» es una falacia porque debiésemos preguntar primero, «¿Acaso la evolución juega un papel crítico en nuestro entendimiento de la biología?»
Fíjese en las preguntas importantes en la literatura evolucionista, tales como: «¿Cómo pudieron sobrevivir los dinosaurios durante millones de años?» Esta es la falacia de la pregunta compleja porque debiese dividirse:
- ¿De verdad los dinosaurios sobrevivieron durante millones de años?
- Si es así, ¿cómo?
Ejemplo: «¿Ya dejaste de golpear a tu esposa?»
Ya sea un sí o un no, la respuesta parecería implicar que la persona sí golpeó a su esposa en el pasado, lo cual puede no ser el caso.
La pregunta es «compleja» porque debiese dividirse en dos preguntas:
- ¿Golpeaste a tu esposa alguna vez?
- Si es así, ¿ya dejaste de hacerlo?