Relación entre Platón y Nietzsche
El pensamiento de Friedrich Nietzsche nace en clara oposición a la filosofía platónica y su gran influencia a lo largo de la historia, no sólo en el ámbito filosófico, sino en la mentalidad y la cultura europea en su conjunto.
Para Nietzsche, dicha filosofía sólo puede ser interpretada como un falseamiento de la realidad nacido de la negación de la vida por parte de la razón. Según él, la primera posee dos dimensiones que los griegos supieron articular a la perfección en la antigüedad, siendo buena muestra de ello la tragedia clásica:
- Lo dionisíaco (del nombre de Dionisos, dios asociado a la embriaguez y los excesos): la fuerza vital de los instintos y los sentidos, el desorden de los deseos y las pasiones.
- Lo apolíneo (de Apolo, dios que representa la sabiduría, la mesura y la proporción): el orden y el equilibrio necesarios para que la vida pueda perdurar, para que no se autodestruya.
Sócrates y su discípulo Platón niegan la primera para ensalzar la segunda, a cuyo dictado quedará sometida la existencia humana, oponiéndose así al relativismo y el subjetivismo de los sofistas, al exceso y la arbitrariedad en la vida política y al sensualismo y la falta de moderación en la vida privada. El afán socrático por encontrar las definiciones universales de los conceptos morales y, como hemos visto, la teoría dualista de Platón, nacen, efectivamente, con esa motivación.
Para Nietzsche, sin embargo, el giro que en ese momento dio la filosofía no está motivado por la búsqueda de un saber más profundo y certero de la realidad, sino por el miedo a afrontar la vida en todos sus extremos, placenteros y dolorosos. El silencio que la razón impone a la vida a partir de entonces en favor de un ilusorio orden trascendente, un más allá inexistente y, para Nietzsche, malicioso, como es el mundo inteligible, es fruto de una moral de débiles y cobardes esclavos que de ese modo neutralizan y someten a los fuertes que, por el contrario, sí poseen la fuerza y la capacidad de afirmar la vida en toda su intensidad. De hecho, Nietzsche toma partido por las posturas sofistas más radicales expuestas por el propio Platón en algunos de sus diálogos con la intención de oponerles sus propias teorías.
Críticas de Nietzsche a Platón
Varios son los aspectos concretos en los que se centra la crítica de Nietzsche a la filosofía platónica. Destacaremos los siguientes:
- Frente a la preferencia de la filosofía por los conceptos, abstractos, universales y atemporales, él defiende la concreción particular y efímera de las sensaciones.
- Contra las esencias eternas e inmateriales, como las ideas platónicas, sostiene la primacía de los cuerpos, materiales y perecederos.
- No hay, para Nietzsche, un mundo verdadero, como el mundo inteligible; la única realidad es la de las apariencias sensibles. Así, frente al tradicional concepto de la metafísica, el Ser, Nietzsche afirma el constante Devenir de todo, su diversidad y contradicción.
- No hay Bien ni Dios absoluto que valide los actos de los seres humanos.
La “muerte de Dios”, el fin de todo absoluto, lleva a Nietzsche al nihilismo. Sin embargo, lejos de verse abocado al mayor de los sinsentidos y la desesperación, esta conclusión es un trampolín para una nueva propuesta vital: la transvaloración de la moral, la inversión de los valores tradicionales, que exalta la vida y proclama la voluntad de poder como nueva fuente de valores arraigados en ella. Querer la vida y llevarla hasta sus últimos límites, vivir con plenitud y valentía, lejos del conformismo de los prisioneros, pero también del engaño de un más allá “verdadero”: he aquí el “ideal” de Nietzsche, plasmado en la noción del superhombre.
Valoración sobre la Actualidad del Mito de la Caverna
El mito de la caverna es quizás uno de los textos más evocadores y sugerentes de toda la historia de la filosofía. Aunque no hay que olvidar el sentido metafísico que su autor le dio, caben algunas interpretaciones “puestas al día” por medio de las cuales las palabras de Platón pueden ayudarnos a arrojar luz sobre los problemas que hoy nos acucian. Se indican a continuación algunas cuestiones que se pueden plantear en esta valoración (se trata de elegir alguna y hacer una reflexión personal y argumentada sobre ella):
- ¿Vivimos en la actualidad en una caverna? ¿Cuáles son nuestras cadenas? ¿Qué son las sombras? Puede hacerse una reflexión crítica sobre la sociedad de masas, el consumismo, la competitividad, los medios de comunicación, etc., “en clave mito de la caverna”.
- En ese caso, ¿cómo salir de ella? ¿Cómo plantear hoy el paso de la ignorancia a la sabiduría? Aunque no podemos olvidar la crítica a la filosofía platónica (y a cualquiera que se base en una realidad trascendente, un más allá utópico), por ejemplo, por Marx o Nietzsche, es fácil reinterpretar el mito como una metáfora de la alienación en la que vivimos a manos de los poderes actuales, principalmente económicos (¿qué nuevos “paraísos” se nos prometen?), aunque también políticos, culturales, religiosos…
- Salir ¿dónde? ¿Podemos trascender el presente hacia una existencia más auténtica, mejor? ¿Podemos, por ejemplo, reconstruir alguna idea –no en sentido platónico, pero sí como referente orientador, por ejemplo, al estilo de Kant, como ideal– de la verdad, del bien, de la justicia, de la libertad… que nos ayude a mejorar la realidad?