RELI

El ser humano es la criatura mas evolucionada. Se trata de una combinación de dos esencias fundamentales que se dividen en espíritu y materia. Autorrealizarse, revolución interior.

 BUDISMO: No veneran un Dios, su objetivo es alcanzar la iluminación. El budismo considera que la causa de la infelicidad humana se encuentra en el sufrimiento.
En la medida que no sea capaz de dominar ese sufrimiento será capaz de encontrar la paz interior. La causa fundamental de ese sufrimiento no está en el exterior, sino en el corazón, en el interior de uno mismo. ISLAM: Dios presenta al hombre como su jalifa (sucesor, representante o vicario) y esa es la función que ha de realizar el hombre en la tierra: ser el jalifa de Alá. El ser humano es creado de barro y espíritu divino, una criatura bidimensiones que se opone al resto de los seres que son unidimensionales. La separación entre ambas dimensiones es la distancia entre barro y espíritu de Alá. Cada uno es dotado con dos dimensiones y él debe decidir entre descender al polo del fango que existe en su ser, o ascender al polo de la exaltación, de Alá y su espíritu. Este conflicto constante, esta lucha, tiene lugar en el interior del ser humano, hasta que finalmente elige uno de los dos polos como determinante para su destino.

 JUDAÍSMO: Para el judaísmo, el relato de la creación es el mismo que para el cristianismo. El ser humano es creado por él a su imagen y semejanza. Ha sido dotado con el don de la inteligencia el valor de la libertad de elegir su destino. Su tarea en la tierra consiste en mejorar constantemente su espiritulidad y su capacidad intelectual para parecerse mas a Dios y convertirse en colaborador en la constante conservación y adaptación de la creacción. Dios no creó una familia o tribu. Por lo tanto mantenemos un parentesco de hermandad tras un mismo padre. La parte espiritual es en la que se encuentra la parte divina, la que le proporciona la posibilidad de poder razonar y obtener sabiduría.

La Biblia ha sido considerada desde siempre mucha importancia en la vida de la Iglesia. La relación entre Biblia y Tradición es imprescindible. La Palabra solo puede ser eficaz cuando es interpretada, puesta en práctica por los cristianos conforme a la Tradición que la enseña y vive. La fidelidad de la palabra de Dios está garantizada si cumplimos estas cuatro reglas: 1) La palabra ha sido inspirada por Dios y por tanto tiene origen divino. 2) Esta para ha sido puesta por escrito así queda fijada ya para siempre. 3) La Palabra se actualiza en la vida de los creyentes por la fuerza del Espíritu Santo. 4) La Palabra de Dios da frutos de misericordia, amor y justicia cuando se la pone en practica.