antidemocráticos porque van en contra de estos principios.
4.2.) ¿Qué consecuencias tiene que algunos se crean con la capacidad de decidir que hombres son realmente buenos?
Las democracias modernas, parten de la concepción de la dignidad de la persona humana.
Por eso, asimilar la democracia a relativismo significa erosionar cada vez más la importancia de los derechos fundamentales y del sistema democrático de derecho. A veces ocurre que unos cuantos creen que poseen la capacidad de decidir qué hombre es realmente humano y, de ese modo, niegan los derechos, como el de la vida a los nacidos, a personas que sufren un retraso mental o a los ancianos y débiles. En su encíclica Evangelium vitae, Juan Pablo II advierte sobre el peligro de adoptar este tipo de decisiones “tiránicas” respecto al ser humano más débil e indefenso.
4.3.) ¿Cual es el objetivo de la ética civil de mínimos que algunos propugnan? ¿Es fácil alcanzar ese objetivo?
El objetivo de la ética civil no sería la felicidad ni la plenitud de la persona, sino alcanzar un consenso social básico que posibilite la convivencia.Alcanzar este consenso no es sencillo. Ciertamente, no es fácil obligar a nadie hacer ni aceptar el bien, por lo que el acuerdo siempre pretenderá de un hilo y su fuerza estará permanentemente comprometida.
4.4.) ¿Donde se ha de fundamentar la moral pública para que tenga solidez?
De ahí la importancia de que esta moral pública esté fundamentada, no en la mera voluntad de los seres humanos, sino en la naturaleza humana y en Dios, su Creador. En este sentido, hay muchas personas e ideologías que se denominan ecológicas y, al mismo tiempo, se declaran partidarias del aborto, como si, por ejemplo, la defensa de los cultivos ecológicos estuviese reñida con la defensa de la vida humana en un sentido integral. Como vemos, una ética sin Dios es frágil como un árbol sin raíces. Se puede derrumbar con facilidad al ser atacada por el relativismo.
5.1.) ¿Qué es la conciencia?
Para un cristiano, el límite del poder político lo tiene que marcar el bien del ser humano, querido por Dios y su propia conciencia, dado que no siempre todo lo que un Estado considere legal será moralmente válido. Cuando hablamos de conciencia nos referimos, claro está, a esa voz interior bien fundamentada, anclada en la verdad.
Derecho a dar culto a Dios, según las propias convicciones. No se ha de limitar a una mera libertad de culto. Sin una libertad de conciencia real, que se pueda ejercer públicamente en la vida personal, social y profesional, la libertad religiosa se limita a una frágil tolerancia. La libertad religiosa no tiene que ser solamente una garantía jurídica, pues se debe poder vivir en la práctica diaria.
5.3.) ¿Por que es necesaria la objeción de conciencia?
La objeción de conciencia es, por consiguiente necesaria para garantizar la libertad del hombre, porque se trata de la ultima defensa que pueden ejercer las personas frente al poder político.
6.1.) ¿Como podrán los cristianos humanizar la sociedad y construir la civilización del amor?
Ante estos nuevos retos, los cristianos están llamados a humanizar la sociedad con el fermento de la fe. Viviendo en el mundo, en todas y cada una de sus múltiples facetas, los cristianos laicos deben santificar el mundo y construir la civilización del amor, por su propia vocación.
Esta será posible si nos esforzamos en lograr que todos los asuntos de la vida
humana – la justicia, la economía, la educación, etc.- queden supeditados al amor La justicia no basta para regular las relaciones entre las personas. El abismo que las separa se puede superar construyendo puentes de caridad, entablando un diálogo verdadero con los demás
6.2.) ¿En que cuatro valores universales se funda la civilización del amor?
Los últimos Papas han hablado con frecuencia en su magisterio sobre de la civilización delamor. Ante la ONU, en 1995, decía Juan Pablo ll:La respuesta al miedo que ofusca la existencia humana al final del siglo es el esfuerzo común por construir la civilización del amor, fundada en los valores universales de la paz, de la solidaridad, de la justicia de la libertad
6.3.) ¿Por que el cristianismo no puede aceptar verse reducido al ámbito privado?
a vida cristiana tiene como objetivo hacer un mundo más humano, más justo, en el que se luche contra la marginación y el egoísmo. Por eso, el cristianismo no puede aceptar verse reducido al ámbito privado: ser cristiano es
un compromiso que afecta a la totalidad de las relaciones actuaciones, modos de trabajar, etcétera.
6.4.) ¿El cristianismo se reduce a la mirada a las cosas de esta vida? ¿Por que?
Pero la civilización del amor llega mucho más lejos.El cristianismo no se reduce a la mirada a las cosas de esta vida, sino que la abre a la trascendencia. Esta es una verdad que se sigue del poder de Dios y de la grandeza del ser humano Como Dios, que crea al hombre a
su imagen y semejanza, y lo ama apasionadamente, podría reducir ese amor tan
corto espacio de tiempo como es la biografía de una persona?
La caridad no se puede agotar en la dimensión terrena de las relaciones humanas y sociales, porque toda su eficacia deriva de la referencia a Dios: «En la tarde de esta vida, comparecer delante ti con las manos vacías, pues no te pido, Señor que lleves cuenta de mis obras. Todas nuestras justicias tienen manchas a tus ojos
Por eso, yo quiero vestirme de tu propia justicia y recibir de tu amor la posesión eterna de ti mismo. (oración de santa Teresita del Niño Jesús)» (Compendio de la DSI, n. 583).
6.5.) ¿Por que aspirar al cielo no supone renunciar a lo propio de la Tierra?
Aspirar al cielo no supone renunciar a lo propio de la Tierra, sino situarlo en el lugar debido dentro del orden del amor. Disfrutar de la vida presente es muy bueno: ser feliz en la Tierra nos abre a ser felices en el cielo; la actitud más lógica del cristiano es la de acción de gracias por la multitud de cosas hermosas que nos rodean y porque el final (el cielo) será un auténtico principio (un nuevo modo de gozar para los que ya han gozado), Como decía San Agustín, un fin sin fin