Representantes del creacionismo


1. INTRODUCCIÓN.
El nombre de Literatura de Vanguardia fue acuñado durante la Primera Guerra Mundial (1914-1918) para designar a una serie de movimientos artísticos que se desarrollaron a principios del Siglo XX con voluntad de rebeldía frente a la concepción del arte basada en la realidad y de ruptura con el arte y la literatura establecidos. Como respuesta al academicismo y Realismo decimonónico, los vanguardismos son herederos del simbolismo, el impresionismo o el Modernismo, llegando incluso a la experimentación con las formas y a los juegos literarios con los sonidos o las palabras. Estas corrientes mantuvieron el gusto por lo excepcional y lo extraño heredado del simbolismo, y aun desde posturas muy diferentes, reunieron una serie de carácterísticas comunes que tuvieron profunda repercusión en el arte
y la literatura:
-Antirrealismo y autonomía del arte: se suprimen los elementos que vinculan la obra al mundo real. Se ataca la literatura burguesa. En poesía se eliminan la anécdota y el sentimiento, lo realista y lo humano. El
objetivo es crear mundos puramente poéticos. Defensa de los dictados de la imaginación, liberación de los principios gráficos y ortográficos.
-Irracionalismo: se potenció el culto de imágenes incoherentes (que permitía establecer relaciones entre seres y objetos que no se dan lógicamente), basadas en las creaciones imaginativas del sueño y en
la libertad de la inspiración (conseguida con la escritura automática Destrucción de las normas, convencionalismos y principios lógicos de la creación artística.
-Afán de originalidad: se busca la belleza en lo diferente u original. En poesía, esta actitud condujo al hermetismo del texto, sólo entendido por una minoría de “entendidos”, y a un rechazo de la tradición
literaria (se buscan nuevos temas y nuevas formas)
-Experimentación estética: los modernistas ya se caracterizaron por este afán de experimentación; los movimientos de vanguardia lo llevaron al límite.
2. LAS VANGUARDIAS LITERARIAS EN Europa.
Los ismos vanguardistas se suceden a un ritmo muy rápido. Tienen su mayor auge en la década de los años veinte, aunque algunas de sus manifestaciones (por ejemplo, el Surrealismo) continúan en la década de los treinta y aún después de la Segunda Guerra Mundial. Sus presupuestos afectan por igual a todas las artes: pintura, escultura, cine y literatura. Algunos pasan como efímeras modas, otros han dejado una huella imborrable, como es el caso del Surrealismo.
– El Futurismo (Primer manifiesto en 1909) lanzó una estética que ensalzaba la civilización urbana y las máquinas. Su creador fue FILIPPO MARINETTI. Los aviones, las fábricas, las muchedumbres, las ciudades se convirtieron en temas predilectos. Formalmente lo consiguen con la destrucción de la sintaxis o la sustitución de los signos de puntuación por los matemáticos.
-El expresionismo: (1905) surgíó en los países germánicos. Hace hincapié en la expresión de las emociones interiores, en los sentimientos más íntimos del ser humano (frente al “impresionismo” que captaba la realidad conocida a través del sentido de la vista). No rompe con la literatura anterior, sino que exagera los enfoques de la literatura realista hasta llegar a la caricatura, la hipérbole, la deformación grotesca para reflejar lo feo y absurdo de la realidad. Los temas se refieren a la angustia, el miedo, la
opresión, el mundo moderno masificado e inhumano. Se caracteriza por el uso de imágenes intensas y violentas y la insistencia en el poder de lo irracional. La metamofosis de Kafka es un ejemplo de este movimiento.
En España influirá parcialmente en Valle Inclán.
-El Cubismo (1906): nace como escuela pictórica con Picasso y después es adaptado a la literatura por Apollinaire (1913). La literatura cubista debe, pues, muchas de sus carácterísticas a la pintura:
fragmentación de la realidad para reelaborarla creativamente, superposición o yuxtaposición de planos, desdoblamiento del punto de vista, montaje arbitrario de los elementos del poema o del relato… Y, al igual que los pintores cubistas incluyen en sus cuadros letras, números, recortes de periódicos o revistas, etc.,
los escritores atienden a los aspectos visuales: tipos de letra, composición de los textos, especial disposición tipográfica de los versos que forman imágenes visuales ( Caligramas de Apollinare es un ejemplo)
-El dadaísmo (1917). El nombre de Dadá surgíó abriendo un diccionario al azar; ‘dada’ es una voz infantil, un balbuceo; su líder es el rumano TRISTÁN TZARA. Rechazaba no sólo los valores estéticos aceptados,sino el estado de cosas que había conducido al desastre de la Guerra Mundial. Es un movimiento destructivo que intenta acabar con todas las manifestaciones de la cultura burguesa para volver a la pureza primitiva, a la ingenuidad del mundo infantil. Propugna liberar la fantasía del individuo y el cultivo
de un lenguaje incoherente y libre propio de un niño.
-El Surrealismo (1924): El Surrealismo estuvo influido por las teorías psicoanalíticas de la mente y el sueño de Sigmund Freud y muy vinculado al movimiento comunista internacional. Con él se pretende expresar verbalmente el funcionamiento real del pensamiento en ausencia de todo control ejercido por la razón y libre de toda preocupación estética o moral. Pretende una liberación de los impulsos reprimidos y de las trabas impuestas por la sociedad burguesa. La poesía se convierte en un instrumento que da rienda suelta a los impulsos más reprimidos por los límites de la razón, por eso defienden una escritura automática, con palabras directamente surgidas del subconsciente y con imágenes insólitas y oníricas. Fue la vanguardia que más influyó en los poetas españoles como Lorca, Aleixandre y Alberti.
3. LAS VANGUARDIAS ESPAÑOLAS
En las vanguardias españolas sobresalen por una parte el Ultraísmo y el Creacionismo (movimientos propiamente españoles) y, sin duda, las greguerías de Ramón Gómez de la Serna.
 RAMÓN GÓMEZ DE LA SERNA, aunque por edad pertenece a la generación del 14 (una generación intermedia entre la del 98 y la del 27), es un adelantado del Vanguardismo. A través de la revista ‘Prometeo’ y de su tertulia en el café Pombo, ejercíó una importante labor de divulgación
de movimientos de vanguardia a principios de siglo. En su obra cultiva el desbordamiento de la lógica, las asociaciones audaces e inusuales de imágenes, la metáfora lúdica. Fue el creador de un género denominado “greguería” que él mismo definía como metáfora + humor. Se basan en
diversos procedimientos expresivos: metáforas, personificaciones, seudoetimologías, refranes, desautomatización de frases hechas…
 En 1925, publica JOSÉ Ortega Y Gasset La deshumanización del arte, ensayo que será un hito en el desarrollo del Vanguardismo español. Entre otras cosas señala el carácter minoritario del nuevo arte (sólo para entendidos) y “arte puro” que valora las puras calidades formales ntelectual, alejado de todo sentimentalismo.
 El ULTRAÍSMO fue “fundado” en 1918 por Rafael Cansinos Asséns y Guillermo de la Torre. Se formó con elementos futuristas y dadaístas, a los que añadió ciertas innovaciones visuales en la disposición de los versos, hasta llegar al caligrama. Aspiran a una literatura intrascendente, sin
ninguna finalidad moral o política; los poemas se convierten en una sucesión de metáforas.
 El CREACIONISMO (creado por el chileno Vicente HUIDOBRO), no pretenden reflejar o imitar ninguna realidad, sino “crear” una realidad dentro del poema capaz de emocionar al lector. Dos recursos fundamentales de los creacionistas son la superposición de imágenes –a semejanza del Cubismo- sin referentes reales, basadas en puras asociaciones fónicas; y la creación del ritmo por medio de la disposición tipográfica del poema en la página. GERARDO DIEGO fue su máximo
representante español (destaca su poema “El columpio”).
 Ecos futuristas se observan en poemas dedicados a los deportes (poemas al fútbol de Gerardo Diego y Alberti; poemas al ciclismo de Alberti), a personajes del cine (poema de Alberti a Búster Keaton, famoso cómico del cine mudo), o a objetos técnicos (el de Pedro Salinas a la máquina de escribir).
 De todos los vanguardismos, el que dejó una huella más fuerte, por su impacto en los poetas de la Generación del 27, fue el Surrealismo, con el que concluimos. A su influjo se deben libros como Sobre los ángeles de ALBERTI, Poeta en Nueva York de Lorca, o Espadas como labios y La
destrucción o el amor de ALEIXANDRE. En los años cuarenta recogen la antorcha de las vanguardias y se sienten sus herederos los “postistas” y el “Grupo Cántico” (nombre de la revista en la que escribían unos poetas cordobeses), en contra de las tendencias dominantes de poesía “arraigada” y poesía “desarraigada” de la época.

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