Respuesta Inmune Innata: Mecanismos de Defensa Natural


Respuesta Inmune Innata

2. Interferón

El interferón es una sustancia química que no actúa directamente contra el virus, sino que se dirige a la célula donde estimulará en la maquinaria biosintética ciertos agentes que interfieren en la formación de más virus. Existe especificidad hacia la célula, no hacia el virus. Es una sustancia inespecífica de lucha contra los virus. Ingresa en la célula y esta produce sustancias que interfieren la replicación viral; esta sustancia sí es inespecífica para la célula hospedera. El interferón es una glucoproteína.

3. Células Asesinas Naturales (NK)

Además de los linfocitos T, existen otros linfocitos, de gran importancia en la respuesta inmune natural o innata, conocidos como células NK. Llamadas también «asesinas naturales» (natural killer) son células mononucleares capaces de destruir las células tumorales sin inmunización previa y sin la intervención de anticuerpos o complemento. El interferón aumenta en gran medida la actividad de estas células.

Las células NK intervienen en la respuesta inmune natural o innata. Estas células se encuentran en mayor proporción en las personas jóvenes, disminuyendo a medida que se va haciendo adulto, lo que indica que el papel de las células NK parece estar más ligado a los mecanismos de respuesta natural o innata y no a los mediados por estimulación antigénica específica (inmunidad adquirida).

4. Complemento

a) Definición

Se conoce como sistema del complemento a un conjunto de proteínas plasmáticas y proteínas de membrana que se activan en cascada y que tienen como finalidad la eliminación del agente extraño, ya sea de forma directa, mediante la lisis del microorganismo, o de forma indirecta, mediante la fagocitosis de los agentes extraños, la activación de la inflamación (con la atracción de diferentes células y moléculas que ayudarán a la eliminación) y la eliminación de los inmunocomplejos antígeno-anticuerpo. El complemento es uno de los mecanismos de defensa más importantes con los que cuenta el sistema inmune, tanto en la respuesta natural como en la adquirida. Es un sistema de defensa y limpieza, constituido por una serie de proteínas solubles transportadas por la sangre, que al ser activado directamente por antígenos extraños o de forma indirecta, o una vez que estos han reaccionado con anticuerpos, sus proteínas se solidifican y se adhieren a la membrana de las células, gérmenes o moléculas que deben atacar o retirar de los tejidos, liberando simultáneamente moléculas pequeñas que incrementan la fagocitosis y amplían los mecanismos de inflamación.

b) Componentes

En conjunto, el sistema está integrado por 30 proteínas:

  • 13 del circuito de activación
  • 7 del sistema de control
  • 10 que sirven de receptores a las moléculas originadas durante el proceso de activación

Constituyen más del 10% de las proteínas presentes en el plasma.

c) Nomenclatura

En la ruta clásica (incluyendo el sistema de ataque a la membrana), los componentes son (según su orden de actuación): C1q, C1r, C1s, C4, C2, C3, C5, C6, C7, C8 y C9.

Muchos de ellos son proenzimas (zimógenos) que requieren su rotura proteolítica para convertirse en enzimas activas. Las formas activas se distinguen de las inactivas por una barra horizontal superior encima del componente implicado. Ej: C1r, C4b2b. Las formas inactivas se denominan colocando una «i» delante del componente respectivo. Ej.: la forma inactiva de C4b es iC4b.

Cuando un componente se escinde proteolíticamente en dos, el fragmento de mayor tamaño se designa colocando tras la denominación del componente original una «b»; el fragmento de menor tamaño se designa con una «a» tras el nombre del elemento original. Ej.: la rotura del C3 genera un fragmento grande, denominado C3b y un fragmento pequeño, el C3a.

Para nuestra «desgracia» (y de nuevo por motivos históricos), hay una excepción: el fragmento grande derivado de C2 se llama C2a, y el fragmento pequeño, C2b.

En la ruta alternativa, los componentes se suelen llamar factores, y en muchos casos su nomenclatura es a base de una letra mayúscula: factor B, factor D, factor H, factor P.

d) Características

  • Las proteínas que lo integran se hallan de modo soluble cuando están inactivas y pasan a formar moléculas sólidas al adherirse a la membrana de los gérmenes o las células que deben atacar.
  • Se destruyen calentando el suero a 56°C x 30′ y es sensible al envejecimiento debido a la luz u.v., se destruye a pH < 4.7 y pH > 8.7.
  • El complemento está presente en el suero sanguíneo, exudados y linfa del conducto torácico, se halla en bajas concentraciones en el LCR y en la orina, y está ausente en el calostro, leche, lágrimas y saliva.
  • Cada componente es activado sucesivamente, por lo tanto, la activación no constituye un evento aislado, sino parte de un proceso funcional e integrado.

e) Funciones

Las consecuencias de la activación y fijación del complemento incluyen:

  • Lisis del microorganismo o célula diana.
  • Opsonización – inmunoadherencia, con la consiguiente mejora de la fagocitosis y destrucción.
  • Los productos difusibles del complemento activado provocan un incremento de la quimiotaxis sobre los fagocitos y funcionan como anafilotoxinas en el control de la respuesta inflamatoria.
  • Amplificación de la respuesta humoral específica.
  • Eliminación de los inmunocomplejos.

f) Mecanismos de Activación

Hasta hace muy poco se hablaba de dos rutas de activación del complemento (la clásica y la alternativa), pero recientemente se ha descubierto una tercera vía, denominada vía de las lectinas.

  • La ruta clásica conecta con el sistema inmune adaptativo por medio de su interacción con inmunocomplejos.
  • La ruta alternativa conecta con el sistema de inmunidad natural o inespecífica, interaccionando directamente con la superficie del microorganismo.
  • La ruta de las lectinas es una especie de variante de la ruta clásica, pero que se inicia sin necesidad de anticuerpos, y por lo tanto pertenece al sistema de inmunidad natural.

Las tres rutas comparten las últimas fases, consistentes en el ensamblaje, sobre la superficie del microorganismo, del denominado complejo de ataque a la membrana.

Los componentes de las primeras fases de las rutas clásica y alternativa son diferentes, pero su comparación muestra sus semejanzas estructurales y funcionales. También existen semejanzas entre las proteínas C1 de la ruta clásica y las proteínas recién descubiertas de la ruta de las lectinas. Parece ser que las moléculas implicadas en cada ruta debieron evolucionar por duplicación génica y ulterior diversificación.

5. Inflamación

Es un conjunto de mecanismos (factores neurológicos, vasculares, celulares y humorales) de los tejidos vivos frente a la agresión, los cuales determinan en los sistemas homeostáticos de la sangre y los tejidos una serie de cambios vasculares encaminados a:

  • Eliminar el agresor y
  • Reparar el daño producido por él.

La inflamación, como parte del mecanismo inmune, es una respuesta normal y, en consecuencia, benéfica para el organismo. No obstante, bajo ciertas condiciones se desencadena innecesariamente o se prolonga de modo indebido, dando lugar a la presencia de daño tisular y a la presencia de manifestaciones clínicas importantes, como son los problemas de autoinmunidad e hipersensibilidad (alergia).

a) Signos

Las lesiones inflamatorias se caracterizan por presentar cuatro manifestaciones: rubor, calor, tumor y dolor.

  • Rubor y calor: El lugar de la reacción inflamatoria se presenta enrojecido y caliente; esto se debe a la vasodilatación que aumenta el flujo sanguíneo a la zona afectada, asegurando de este modo un suministro adecuado al lugar de la agresión de factores humorales y celulares.
  • Tumor y dolor: Además de lo mencionado, también se observa hinchazón o edema doloroso localizado; esto ocurre como consecuencia de la exudación de líquidos y la migración de células, en tanto que el dolor se debe a la activación del sistema de las kininas y las prostaglandinas.

b) Fases de la Inflamación

  • Iniciación: Se origina por la acción de células como los PMN, monocitos y mastocitos, y los factores producidos por ellos. Así, por ejemplo, se sabe que los neutrófilos son las células más abundantes al iniciarse la inflamación, en tanto que los macrófagos se hacen presentes luego de 6 a 8 horas de iniciado el proceso. Es importante resaltar la participación del mastocito y el basófilo, que se caracterizan por poseer gran cantidad de gránulos, generalmente mayor a 1000, los mismos que se hallan compuestos por histamina, heparina, entre otros. Durante el proceso de inflamación, los mastocitos liberan sus gránulos; este proceso es mediado por factores térmicos, drogas, enzimas y por la presencia de inmunoglobulinas del tipo E cuando reaccionan con sus antígenos respectivos.
  • Consolidación: En esta fase se debe destacar la liberación de un conjunto de sustancias a las que se les denomina mediadores primarios y secundarios.

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