El papa Alejandro VI concedíó varias bulas a los Reyes Católicos, tras el primer viaje de Colón, que condecían a Castilla el dominio de las tierras descubiertas pero con la obligación de evangelizar a sus habitantes. Desde 1499, los Reyes Católicos autorizaron expediciones de carácter privado, capitulaciones entre la Corona y los conquistadores. La Corona legitimaba la empresa y recibía la soberanía de los nuevos territorios y parte de los beneficios, el quinto real, se reservaban la quinta parte de los beneficios obtenidos. En los primeros años del Siglo XVI se llevaron a cabo numerosas exploraciones. Las Antillas (La Española, Cuba) se convirtieron en la base de las operaciones desde la que los conquistadores iniciaron sus expediciones hacia el continente: – En 1513, Vasco Núñez de Balboa atravesó el itsmo de Panamá y descubríó el mar del sur u océano Pacífico, lo que confirmó la existencia de un nuevo continente. – Entre los años 1519-1522 tuvo lugar la primera vuelta al mundo, iniciada por el portugués Fernando de Magallanes, y culminada por el marino vasco Juan Sebastián Elcano, su éxito demostró la esfericidad de la Tierra. – Entre 1519-1521, Hernán Cortés conquistó el Imperio Azteca, gobernado por Moctezuma y con capital en Tenochtitlán. Su territorio se convirtió en el virreinato de Nueva España. – Entre 1527-1533, Francisco Pizarro conquistó el Imperio Inca, con capital en Cuzco, aprovechó los enfrentamientos entre los incas y, tras ejecutar al emperador Atahualpa, ocupó los territorios de Ecuador, Perú y parte de Bolivia. Lima se convirtió en la capital del virreinato del Perú. – Entre 1536-1580 se realizaron numerosas expediciones, como Pedro de Valdivia a Chile, Francisco de Orellana y Lope de Aguirre al Amazonas, etc. Tras la conquista comenzó un proceso de colonización y explotación de los recursos: – Desde 1519 se establecíó el sistema de colonias de poblamiento y el sistema de repartimientos (que supónía el reparto de indígenas entre los colonos, ante la prohibición de la reina Isabel de considerar esclavos a los indios). Este sistema degeneró en notables abusos y excesos, que fueron denunciados por algunos misioneros (Fray Bartolomé de las Casas). – Las Leyes de Burgos de 1512, se reconocía que el indio tenía naturaleza jurídica de hombre libre, y legalizaron la encomienda (los indios eran “encomendados” a los colonos para que los cristianizasen y les enseñasen a trabajar a cambio de un salario). – La mita, sistema de trabajo que obligaba a un porcentaje de trabajadores a prestar servicios a cambio de un salario. (Las minas eran propiedad de la Corona/quinto real). Las consecuencias de los descubrimientos y la colonización de América fueron culturales (la aculturación del catolicismo y el castellano) económicas (el eje económico mundial pasó del Mediterráneo al Atlántico, se produjo un intenso intercambio de productos entre América y Europa, una revolución de los precios (inflación por la llegada de metales preciosos –oro y plata-) y sociales (catástrofe demográfica entre la población indígena y el mestizaje).
La llegada al trono del Felipe IV (1621) coincidíó con el final del período de paz vivido en Europa durante algunos lustros. El conde-duque de Olivares trató de preservar la reputación de la monarquía hispánica como poder hegemónico en Europa, conservar su patrimonio, mantener el monopolio comercial americano y proteger la religión católica. En 1618 se había iniciado la guerra de los Treinta Años (1618-1648), la nobleza de Bohemia (mayoritariamente protestante) se rebeló ante la elección del católico Fernando II como emperador. Lo que empezó como una guerra de religión, terminó en un conflicto por la hegemonía en Europa en el que intervinieron la mayoría de las potencias europeas de la época. Mientras, en 1621, concluye la Tregua de los Doce Años con las Provincias Unidas (guerra ultramarina contra la Flota de Indias y las posesiones portuguesas). En 1626 los tercios de Ambrosio de Spínola toman Breda. Desde 1628, los holandeses se recuperaron y sus corsarios capturan gran parte de la Flota de Indias, también consiguieron importantes éxitos a costa de los portugueses en Brasil, África y Asía (malestar en Portugal –secesión de Portugal). Finalmente, 1639, la Armada española es derrotada por los holandeses en la batalla naval de Las Dunas. Felipe IV Habsburgo apoyó decididamente a sus parientes austriacos frente a la intervención de Dinamarca y Suecia en el conflicto, además del apoyo de las Provincias Unidas (1621, fin de la Tregua de los Doce Años). La derrota sueca (batalla de Nördlingen, 1634) provocó la intervención de Francia (Richelieu-Luis XIII) en la guerra. Tras la derrota de las tropas imperiales en la batalla de Rocroi (1643) los Habsburgos solicitan la paz. La Paz de Westfalia, 1648, supuso: – el fin de la hegemonía de las Habsburgo en Europa – la independencia de las Provincias Unidas – la anexión a Francia de Toul, Metz y Verdún (fin del Camino español) – se reconocía la libertad religiosa de los príncipes del Imperio. La Paz de Westfalia no supuso el fin al conflicto entre Francia y España, que se prologó diez años más. (El apoyo de la Inglaterra de Cromwell a Francia fue decisivo para su victoria en la segunda batalla de Las Dunas, en 1658). En 1659, Felipe IV y Luis XIV firmaron la Paz de los Pirineos, por la que España cedía el liderazgo europeo a la Francia de Luis XIV, además, de los territorios catalanes del Rosellón y la Cerdaña.
La Ilustración fue un movimiento cultural e ideológico que se difundíó por Europa durante el Siglo XVIII (“Siglo de las Luces”). La carácterística básica de esta nueva corriente de pensamiento era una ilimitada confianza en la razón. El conocimiento era la base de la felicidad. Por ello se mostraban firmes partidarios de la educación y del progreso. Algunas de sus ideas fueron llevadas a la práctica por el denominado despotismo ilustrado, esta teoría procuraba una justificación del poder del monarca, los monarcas ilustrados, bajo el lema “Todo para el pueblo pero sin el pueblo”, no renunciaban a su soberanía absoluta y seguían concentrando todos los poderes del Estado.Pero consideraron que la finalidad esencial de la monarquía era lograr la felicidad y el bienestar de sus súbditos. Para conseguirlo debían ejercer un correcto gobierno. La entrada en España de las ideas ilustradas fue lenta y difícil (conservadurismo de los medios intelectuales universitarios y el enorme peso de la Iglesia), no será hasta la segunda mitad del Siglo XVIII cuando alcancen un mayor desarrollo, aunque fue un movimiento minoritario (Campomanes, Jovellanos, Olavide). Sus ideas se difundieron en tertulias y en las Sociedades Económicas de Amigos del País, aparecieron para difundir los conocimientos científicos, técnicos y de las nuevas ideas de la Ilustración. Carlos III (1759-1788) fue uno de los reyes europeos que mejor encarnó el despotismo ilustrado.[accedíó al trono español en 1759, tras la muerte Fernando VI, que fallecíó sin descendencia. El contaba con la experiencia de haber gobernado el reino de Nápoles y Sicilia (1734-1759), donde ya había iniciado un amplio programa de reformas inspiradas en el despotismo ilustrado]. Carlos III se apoyó en ilustrados como Esquilache, Aranda, Campomanes y Floridablanca, sus sucesivos gobiernos pusieron en marcha diversas iniciativas para promover el desarrollo económico, cultural y social del país. Al tiempo que se ponían en marcha las reformas, inició una ambiciosa política de embellecimiento de la capital madrileña (Puerta de Alcalá, La Cibeles, el Museo del Prado, el Jardín Botánica, etc). Se reorganizó las enseñanzas y se fundaron la Reales Academias con el objetivo de actuar como organismos de difusión científica (1713, Real Academia de la Lengua, 1738, Real Academia de la Historia, 1744, Real Academia de Bellas Artes de San Fernando). La política de reformas, promovida por ministros extranjeros (marqués de Esquilache), suscitó violentos rechazos ( consideraron las medidas contrarias a las tradiciones de la sociedad española). En 1766, estalló el motín de Esquilache,contra una ordenanza sobre la vestimenta (se prohibía recortar las capas largas y usar sombreros de ala ancha, para evitar el embozo de los delincuentes). En realidad se trataba de un motín de subsistencia (crisis por la subida del precio del pan y de los impuestos). Sus consecuencias fueron la destitución del ministro y la promulgación de la Pragmática de Expulsión de la Compañía de Jesús y las Indias (1767) a la que se acusó de estar detrás del motín