Diez Recomendaciones para la Argumentación Efectiva
- Asegurarse de que el tribunal nos oiga.
- Tratar de que el tribunal nos entienda correctamente.
- Analizar las cosas desde diferentes perspectivas, imaginando ser:
- El abogado de la parte contraria.
- El juez.
- Conceder sin dudar en los puntos donde no tenemos una posición sólida.
- Presentar nuestro caso de modo que la solución propuesta se alinee lo más posible con lo ya establecido.
- Si no es posible alinear nuestra solución con lo establecido, demostrar que lo establecido no se aplica a nuestro caso.
- Evitar argumentos que puedan ser refutados con la idea de que nuestra solución no es generalizable sin afectar la seguridad jurídica.
- No utilizar argumentos puramente formales que sacrifiquen valores sustantivos por cuestiones adjetivas o rituales.
- Recordar que la Constitución Nacional forma parte del derecho positivo argentino, especialmente en la medida en que se aplica judicialmente en conflictos justiciables.
- Evitar la agresión verbal como herramienta de persuasión, ya que puede ser contraproducente.
Contexto Histórico y Filosófico de la Retórica de Aristóteles
La Retórica es un antiguo tratado griego sobre el arte de la persuasión escrito por Aristóteles. Esta obra no solo expone el arte de la persuasión, sino que también refleja el desarrollo del pensamiento aristotélico durante sus dos estancias en Atenas: la primera entre el 367 y el 347 a.C., y la segunda entre el 335 y el 322 a.C. La obra ilustra el estudio de la retórica a través de la crítica platónica.
En la Antigua Grecia, el estudio de la retórica era un tema controvertido. Por un lado, estaban los sofistas, y por otro, Sócrates, Platón y Aristóteles. Estos últimos veían la retórica y la poesía como instrumentos frecuentemente utilizados para manipular las emociones y omitir hechos, acusando a los sofistas de tal manipulación. Platón lideró la protesta contra el arresto y la muerte de Sócrates, atribuyéndola a la retórica sofista.
Aristóteles inicia su Retórica afirmando: «La retórica es el contrapunto de la dialéctica». Según él, la lógica se ocupa del razonamiento para alcanzar la certeza científica, mientras que la dialéctica y la retórica se ocupan de la probabilidad, siendo las ramas de la filosofía más adecuadas para tratar los asuntos humanos. La dialéctica es una herramienta para el debate filosófico, dirigida a un público selecto con el objetivo de aprender mediante la evaluación de conocimientos probables. En contraste, la retórica es un instrumento de debate práctico, una herramienta para persuadir a grandes audiencias utilizando el conocimiento probable para resolver asuntos prácticos.
Resumen de los Libros de la *Retórica*
Libro Primero
Ofrece una visión general, presentando los cometidos y una definición de la retórica. También incluye una discusión detallada sobre el contexto y los tipos de retórica.
Libro Segundo
Se centra en el ethos y el pathos. Como señala Aristóteles, estos elementos afectan al juicio, ya que un orador necesita exhibir estos modos de persuasión ante su audiencia.
Libro Tercero
A menudo se considera un compendio sobre los procedimientos estilísticos de la lengua griega en lo que respecta a la retórica. Este libro contiene material informativo sobre el estilo (lexis), que se refiere a la «forma de decir», y la taxis, que se refiere a la disposición de las palabras. Este libro queda eclipsado por los dos primeros, que son más sistemáticos y tematizan pathos, logos y ethos.
La Retórica como Arte: Integración de Dialéctica y Elementos Psico-Sociales
Aristóteles fundamentó la retórica como un arte basado en la dialéctica. Sin embargo, reconoció que la retórica no podía limitarse a la dialéctica, ya que el proceso persuasivo del discurso retórico es un proceso político-social en el que un ciudadano se dirige a sus conciudadanos, un alma actuando sobre otras almas mediante los caracteres, las pasiones, las emociones y las palabras elegantemente escogidas y combinadas.
Operaciones del Discurso Retórico
La retórica genera en el discurso los siguientes tipos de operaciones:
Inventio
El establecimiento de las pruebas o razones. La acción de encontrar qué decir. A partir de la inventio se orientan dos líneas: una lógica (convencer) y otra psicológica (conmover).
Dispositio
La dispositio se refiere a las grandes partes que conforman el discurso:
Exordio
Se inicia en el momento en que se expone el objeto y la finalidad del discurso. Busca capturar la atención y la complicidad del auditorio.
Exposición o Narratio
El relato de los hechos que conforman la causa, presentado desde el punto de vista de la prueba. Es una estructura argumentativa que incluye los hechos y las descripciones.
Demostración, Prueba o Confirmatio
Es la exposición de los argumentos.
Peroración o Epílogo
La parte final. Proporciona el impulso final para que el auditorio se incline a favor o en contra de lo presentado.
Elocutio
Aristóteles sostiene que no solo hay que saber qué decir, sino también cómo decirlo. Esto es fundamental para que el discurso esté dotado de las características necesarias para convencer al auditorio. Dentro de la elocutio, se debe considerar la elección de las palabras apropiadas y su organización en el discurso.
Actio
Memoria