Revolución de Mayo de 1810: Causas, Desarrollo y Consecuencias en el Río de la Plata


Contexto Histórico y Causas

La crisis del sistema colonial en el Río de la Plata repercutió más fuerte y de modo abrupto que en otras partes. El derrumbe del poder monárquico español era muy difícil de erradicar debido a su fuerte arraigo local. Las innovaciones introducidas por el sistema mercantil fueron las que impulsaron a la autonomía porteña respecto a la metrópolis. Estas medidas llevaron a roces y disputas entre quienes se beneficiaban de ellas. De esta manera, Buenos Aires se iba convirtiendo en el centro del mundo comercial y sus cambios económicos prepararon una crisis total, que a partir de 1806 adquiere un ritmo más acelerado.

En 1806, el orden colonial presenta grietas cuya profundidad no es fácil de medir y que se profundizan con la pérdida del dominio de Buenos Aires, debido a que se dan las primeras invasiones inglesas. Uno de los motivos más significantes fue que el territorio había dejado de ser un eslabón aislado y se integraba al mundo.

La escasa vocación de armas de los ciudadanos era ineficaz. La falta de una tropa regular estaba mal compensada con la existencia de milicias locales. Estas milicias se ocuparon de la campaña hacia la frontera indígena. La falta de tropas para la defensa del Imperio español no podía resistir el avance inglés.

Las Invasiones Inglesas y el Ascenso de Liniers

El virrey Sobremonte huye y se refugia en Córdoba. Las tentativas de resistencia local fracasan y los subordinados del virrey empiezan a jurar lealtad al rey inglés. Es Santiago de Liniers quien tiene en sus manos la reconquista, este reúne un ejército. Tras dos días combatiendo, doblega la resistencia de los ingleses. Debido a esto, la gente vuelve a rechazar la vuelta del virrey Sobremonte, ya que para ellos había perdido su capacidad de mando.

El Cabildo delega entonces en Santiago de Liniers el mando militar, destinado a enfrentar nuevas amenazas y es nombrado virrey interino.

La Militarización de Buenos Aires

Debido a esto, la militarización produce un gran cambio en la fuente de trabajo de los ciudadanos, ya que esta significaba una innovación importante para la población. En 1810, con la crisis institucional agravada, las consecuencias de esta militarización se percibieron fuertemente. Se necesitaba contar con la generosidad de la élite criolla, la cual se vio notada durante la segunda invasión inglesa en 1807, en la cual el Cabildo resulta vencedor junto con los regimientos de la península y los ciudadanos de Buenos Aires.

La Caída de la Monarquía Española y la Crisis en el Virreinato

El 4 de mayo de 1808 se derrumba la monarquía española. El rey es cautivo de Napoleón; los españoles forman juntas de gobiernos que juran fidelidad al rey Fernando VII. La Junta Central se instaura en Sevilla; esta nombra como nuevo virrey a Baltasar Hidalgo de Cisneros, quien reemplazaría a Santiago de Liniers en el Río de la Plata.

El virrey Cisneros sabe que la situación de Buenos Aires es inestable, por eso intenta dosificar la difusión de las noticias que llegan de la Península.

El Cabildo Abierto del 22 de Mayo de 1810

En mayo de 1810 comienzan a llegar a Buenos Aires estas noticias, anunciando que la autoridad de Sevilla había sido derrotada ante el avance de las tropas francesas. Con la publicación oficial de las noticias llegadas de la península, el virrey es intimado a dejar su cargo, ya que había caducado junto con la autoridad por la que había sido nombrado (Junta de Sevilla).

Se le solicita al Cabildo actuar ante este acontecimiento, en el cual se reúnen los principales de la ciudad para enfrentar la situación. Pero en la plaza la muchedumbre es reclutada por agitadores. Se decide enfrentar la situación mediante la convocatoria a un Cabildo Abierto.

El debate que surge el 22 de mayo de 1810 marca el punto de partida de la revolución que pondría fin al dominio de los españoles y la posibilidad de una decisión popular que cubriera las vacantes de poder soberano, la cual estaba sólidamente fundada en los textos legales. En la reunión no estaba en discusión si el poder de España había caducado o no, sino que se trataba de organizar al nuevo gobierno.

La Formación de la Primera Junta

La junta es presidida por Cisneros, pero la población no está conforme con esta decisión y la gente empieza a reclamar la renuncia de Cisneros. Los voceros del pueblo amenazan con utilizar las fuerzas de las milicias, lo que resulta decisivo para la conformación de la nueva autoridad.

Una junta más amplia ha de sustituir a la autoridad del virrey. La presidía Cornelio Saavedra, la integran Juan José Castelli y Manuel Belgrano, ambos abogados, junto al eclesiástico Manuel Alberti, el oficial Miguel de Azcuénaga, los comerciantes españoles Juan Larrea y Domingo Matheu, y los secretarios Juan José Paso y Mariano Moreno.

La Resistencia al Nuevo Gobierno y la Guerra

Por medio de expediciones militares, los nuevos gobernantes quieren hacer llegar la noticia hacia todo el virreinato, pero no será fácil hacerse obedecer y la guerra es difícil de evitar. El desenlace de este movimiento se ve en Córdoba poco seguro. Las autoridades de allí ven con desconfianza a la instalación de la junta porteña, por lo que el Cabildo jura lealtad al Consejo de Regencia que, luego de la disolución de la Junta de Sevilla, se instauró en Cádiz. La junta quiere imponer lealtad y decide ejecutar a los cabecillas.

El poder que se crea el 25 de mayo quiere convertirse en poder legítimo, por lo cual quiere lograrlo por medio de la represión al ex virreinato. Pero sus rivales no se la van a hacer fácil y le dan pelea. La revolución hace sentir la fuerza del Estado en la ciudad.

Los jefes militares fueron los que estaban en descontento con la decisión tomada por el Cabildo.

No puede saberse con certeza dónde surgió la iniciativa de un nuevo cuerpo, pero no hay duda en cuanto a los medios utilizados para la cual la decisión fue impuesta.

La Revolución de la Élite Criolla

La organización institucional fue posible a través de la militarización de la élite criolla. La revolución militar es, a su vez, la revolución de la élite criolla. No existe para los grupos deseosos de poner punto final al vínculo colonial otro medio de organización que el proporcionado por la militarización.

El Legado de la Revolución de Mayo

Los festejos del 25 de mayo posteriores a la Revolución son la prueba de ello. Estos festejos son homenaje a la revolución, al cambio político y social que se produjo debido a esta. El homenaje es pura y exclusivamente a la revolución y no a sus dirigentes, dada la inestabilidad política después de surgida la revolución.

Festejamos la gloria de la sociedad americana tras años de vivir bajo la opresión y dominación española.

Esta revolución fue posible gracias a que fue producida en grandes procesos históricos, ya que en otro momento o en otro contexto no hubiera sido posible.

Sin dudas, el 25 de mayo de 1810 es una fecha importante en nuestra historia, pues marca el punto de partida hacia la formación de la identidad nacional.

Dejar un Comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *