1. Causas y Comienzo de la Revolución Francesa
1.1. Las Causas de la Revolución
En 1789, Francia se encontraba en una profunda crisis económica y social. Por un lado, desde 1760 venían sucediéndose malas cosechas que provocaron el alza del precio de los alimentos y el descontento popular. Por otro lado, la burguesía se mostraba descontenta ante su marginación política, aspiraba a poner fin al absolutismo y a todo el sistema del Antiguo Régimen. La monarquía se hallaba sumida en una profunda crisis financiera, debida a los elevados gastos del Estado y de la corte y también al coste de la ayuda francesa a la independencia de Estados Unidos. La solución pasaba por una reforma fiscal.
1.2. El Comienzo de la Revolución: 1789
La Revolución Francesa se inició con una revuelta de la aristocracia. Los privilegiados se negaron a pagar impuestos, y exigieron a Luis XVI que convocase los Estados Generales, único organismo que podía aprobar una reforma fiscal. Los Estados Generales se abrieron en Versalles en mayo de 1789, presididos por el rey y formados por los representantes de la nobleza, el clero y el tercer estado. Siguiendo la tradición, cada estamento contaba con el mismo número de diputados, estaba separado en el momento de deliberar y tenía un único voto. Los representantes del tercer estado exigieron la doble representación, la deliberación conjunta y el voto por persona, ya que constituían la mayoría. La cuestión era importante: estaba en juego la idea de soberanía nacional. Esta exigencia no fue aceptada por el monarca y los diputados del tercer estado se erigieron en Asamblea Nacional y se comprometieron a elaborar una constitución que reflejase la voluntad de la mayoría de los franceses.
1.3. El Fin del Antiguo Régimen
El pueblo de París respaldó en la calle a los representantes del Tercer Estado, y ante el temor de que las tropas reales detuvieran a los diputados, el 14 de julio asaltaron la fortaleza de la Bastilla, tomaron las armas y se dispusieron a defender por la fuerza el proceso revolucionario.
La revolución se extendió también al campo, en forma de una revuelta antiseñorial (Gran Miedo), que comportó la quema de muchas residencias nobiliarias y la destrucción de documentos señoriales. Ante la radicalización popular, la Asamblea Nacional Constituyente decretó, el 4 de agosto, la abolición de los privilegios feudales y promulgó la Declaración de Derechos del Hombre y del Ciudadano, que reconocía como derechos inalienables las libertades individuales y colectivas, así como la igualdad ante la ley y los impuestos.
2. Fases de la Revolución Francesa
2.1. Las Fases de la Revolución
Tras la creación de la Asamblea Nacional Constituyente, se inició el proceso de transformar Francia en un sistema liberal. Pero esa tarea no fue fácil, debido fundamentalmente a la oposición del rey y los privilegiados, y la Revolución atravesó diversas etapas que coincidieron con diferentes propuestas para organizar el Estado y la sociedad dentro del liberalismo:
- La monarquía constitucional (1789-1792). Estaba apoyada por la burguesía conservadora que aspiraba a llegar a un acuerdo con el rey y los privilegiados para abolir el Antiguo Régimen e imponer el liberalismo.
- La república democrática (1792-1794). Fue impulsada por la burguesía radical y los sectores populares, que ambicionaban una transformación más profunda de la sociedad en un sentido democrático e igualitario.
- La república burguesa (1794-1799). Supuso un retorno al poder de la burguesía conservadora, que consagró el predominio de los propietarios.
2.2. La Monarquía Constitucional (1789-1792)
El proceso reformista
En el otoño de 1789, el rey y la nobleza aceptaron la nueva situación. Tras la aprobación del texto constitucional se formó una Asamblea Legislativa, en la que se redactaron nuevas leyes para garantizar la igualdad de todos los ciudadanos. En contrapartida, el Estado aseguró el mantenimiento del culto, y una Constitución civil del clero separó la Iglesia y el Estado.
Las diferentes opciones políticas
Las reformas satisfacían a los grupos burgueses, al concederles derechos políticos y libertad económica. Pero el nuevo régimen contaba con muchos opositores: la nobleza, el clero y la monarquía. Los sectores populares también mostraron su descontento ante la restricción del sufragio a los que poseían bienes o dinero. Entre los revolucionarios radicales destacaban los girondinos y, sobre todo, los jacobinos y los cordeliers, que contaban con el apoyo de los sans-culottes.
2.3. El Fracaso de la Monarquía Constitucional
La familia real se manifestó a raíz de su huida de París para unirse al ejército austriaco, que planeaba invadir Francia y restablecer el absolutismo. El monarca, desprestigiado, fue devuelto a la capital. En abril de 1792, la Asamblea Legislativa declaró la guerra a Austria. La situación originó un clima de revuelta entre los sans-culottes, que asaltaron el palacio real y proclamaron la república.