Rezos en ingles


Los novísimos

En los años finales de la década de los 60, asoma una nueva tendencia en el panorama lírico español. Es una poesía surrealista, influenciada por la obra de Aleixandre. Destacan 3 libros: “Arde el mar” de Pere Gimferrer, “Una educación sentimental” de Manuel Vázquez Montalbán y “Dibujo de la muerte” de Guillermo Carnero.

Tienen un rechazo total por la poesía social y defienden la autonomía de la creación poética. Su sensibilidad los lleva a introducir elementos de la cultura popular, cómics, cine, referentes de la novela policíaca… Y se nutren de un gran caudal de influencias.

Los poetas nombran constantemente autores, movimientos… Y recuperan el Surrealismo


En la temática juntan lo personal a lo público, con la que la mayoría de los autores muestran su inconformismo


El estilo les importa mucho a los poetas, su objetivo es renovar el lenguaje


Ven el Surrealismo como una ruptura con la lógica del mundo absurdo

Autores

Pere Gimferrer:


precursor de la línea novísima por el sensualismo, irracionalismo poético, sorprendentes imágenes y continuas evocaciones de artistas y lugares. Destaca su preciosismo de las palabras elegidas y el cuidadoso ritmo poético. Obras: “El mensaje del tetrarca” o “La muerte en Beverly Hills”

Antonio Colinas


Destaca en él su atracción por expresar misterios que rodean al ser humano. Su tema constante es la tierra. Obras: “Poemas de la tierra y de la sangre” o “Sepulcro e Tarquinia”


Guillermo Carnero


Su obra se puede considerar una reflexión sobre el lenguaje. Hay insatisfacción, amorosa ante el lenguaje, por lo que intenta crear un metalenguaje. Obras: “El sueño de Escipión” o “Dibujo de la muerte”.

Leopoldo M.ª Panero:


hijo de Leopoldo Panero. Fue seducido por la figura del poeta maldito, transgresor y autodestructivo. Sus poemas son irracionalistas y visionarios. Obras: “Narciso en el acorde último de las flautas” o “Poemas del manicomio de Mondragón”.

Luis Alberto de Cuenca


Con sus poemarios nos ha entregado una lírica irónica y elegante, a veces escéptica y desenfadada. Más de una treintena de sus poemas han sido interpretados por Loquillo. Obras: “Hola, mi amor, yo soy el lobo” o “Los mundos y los días”

Luis Antonio de Villena


Obra de carácter clasicista. Su temática tiene una postura vitalista que rechaza la moral dominante y temas diversos (erotismo hedonismo…). Obras: “Hymnica” o “El viaje a Bizancio”.

La poesía de la experiencia

A principios de los años 80 crece una tendencia poética que reivindica la vuelta a la expresión de la sentimentalidad, temática cotidiana y claridad expresiva. A esta estética pertenecen Luis García Montero “El jardín extranjero” publicada en 1983, Felipe Benítez Reyes “Los vanos mundos”, Vicente Gallego “La luz, de otra manera) y Carlos Marzal “El último de la fiesta”. 

Es una poesía de línea clara y clasicista, “arraigada «aunque con una capa de Realismo



Se caracteriza por la concepción de la poesía como narración de la experiencia cotidiana, el yo poético muchas veces es un yo ficticio, y el rechazo del culteranismo y experimentalismo de los Novísimos.

Autores

Luis García Montero: es el poeta más importante de la nueva sentimentalidad, obras conocidas son “El jardín extranjero” y “Habitaciones separadas”. En un lenguaje coloquial defiende su trama anecdótica y su reflexión en lo cotidiano. Sus temas son el amor la angustia y el Nihilismo del paso del tiempo.

Felipe Benítez Reyes: es uno de los más reconocidos en la poesía de la experiencia. Recupera una expresión sencilla y transparente, huye del Vanguardismo y del virtuosismo verbal y trata de acercarse al habla coloquial. Usa temas relacionados con la experiencia vital o con los que puede identificarse el lector

La poesía del silencio

Es una poesía de carácter conceptual, elimina lo anecdótico y circunstancial y elige una expresión concentrada. Predomina la desolada visión del ser humano: es una “poesía desarraigada”, breve, intelectual, abstracta, y conceptista. Su reto es emocionar al lector. Destacan José Ángel Valente, Eloy Sánchez Rosillo o Jaime Siles.

La poesía de la conciencia

surge a finales de los 80, los poetas de esta tendencia manifiestan su disconformidad con los principios de la sociedad actual, es una poesía inconformista y contestataria que se opone a la globalización, desastres ecológicos y problemas derivados del capitalismo posmoderno. Destaca Jorge Riechman.


Realismo sucio

es una división más extremó de la poesía de la experiencia, su principal escritor es Roger wolfe. Esta corriente sigue la estela de la literatura en inglés, especialmente la propuesta del estadounidense Charles Bukowski. Los casos más extremos son los de Carmelo C. Iribarren y David González.

Se caracteriza porque no hay una lengua poética específica, usa un lenguaje desgarrado, con predominio de la jerga oral y espontánea, son políticamente incorrectos y opuestos a la moral establecida, utilizan una autobiografía aparente que combina lo individual con lo social. De sacralizan el hecho poético y figura del poeta, usan el versolibrismo y dan importancia al humor. Su temática es urbana.

Otras corrientes líricas de finales de siglo

Neosurrealismo recuperación del gusto por los elementos surrealistas propios de la tradición literaria

Culturalismo tipo de poesía de ecos literarios propios de la cultura qué quiere mostrar el autor

Humorismo poesía de corte paródico y coloquial

Neurotismo autoras como Ana Rossetti con “Punto umbrío” transgreden los tópicos típicamente masculinos

Poesía metafísica elimina lo anecdótico y circunstancial y elige una expresión cargada de resonancias. Destaca Olvido García Valdés con y “Todos estábamos vivos”.

Estos son los modelos poéticos cultivados por autores nacidos entre mediados de los años 50 y finales de los 60. Los más jóvenes tienen en común un acentuado pesimismo existencial.


Otros autores de la nueva poesía

Jon Juaristi su poesía se puede considerar neorrealista con altas dosis de humor. Obras “Prosas” o “Diario del poeta recién cansado”.

Almudena Guzmán su obra es de carácter confesional desde “Usted”, hasta “Estoy ausente”

Blanca Andreu sorprendíó con “De una niña de provincias que se vino a vivir en un Chagall”. En libros como “La tierra es transparente” muestra un lenguaje más claro.

Luisa Castro es irracionalista y como en el caso anterior en libros como “Amor, mi señor” tiene un registro lingüístico más realista.

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