Etapas de la poesía ROMántica.
Primera etapa.
En la primera fase de la poesía ROMántica es la narrativa la que predomina de manera indiscutible.
Entre los autores más representativos destaca José de Espronceda, autor cuya biografía muestra el modelo de hombre ROMántico y liberal que se opone al absolutismo monárquico y por ello, muy joven, sufre prisión y ha de exiliarse siguiendo la misma suerte que otros compatriotas de ideas políticas semejantes. Su amor pasional por Teresa Mancha, mujer casada con la que huye y quien finalmente le abandona se reflejó en su obra El diablo mundo poemario de 8000 con formas poéticas líricas y narrativas que plantea asuntos sociales y filosóficos. Espronceda se había iniciado con su obra Poesías de 1840, poemas líricos juveniles que alternan estilo neoclásico y ROMántico. Su poema narrativo más conocido es El estudiante de Salamanca, composición de 2000 versos que relata la actitud de Félix de Montemar que abandona a Elvira después de prometerle su casamiento. Ella muere de tristeza y su figura fantasmal en forma de esqueleto que se le aparece para contraer nupcias; después de los esponsales Félix muere.
Ángel de Saavedra, Duque de Rivas, pertenecíó a la Real Academia y su producción poética se caracteriza por la poesía narrativa. Compuso Romances históricos y Leyendas, así como un extenso poema narrativo titulado El moro expósito.
José Zorrilla es conocido y valorado por su producción dramática y no tanto por su obra poética. Aunque el teatro de Zorrilla se escribe mayoritariamente en verso. Su figura como poeta fue reconocida en la época y sus contemporáneos le consideraban el mejor poeta español vivo. Su poesía es eminentemente narrativa; en las Orientales se combinan lo lírico y lo narrativo y las Leyendas muestran su mejor producción poética. También compuso Granada poema narrativo incompleto.
Segunda etapa.
La segunda fase es ya plenamente posromántica y en ella encontramos los máximos referentes de la lírica ROMántica española. La aparición tardía del Romanticismo puede explicar la pervivencia de este; recuérdese que el movimiento no se convertirá en una moda hasta la llegada de los liberales exiliados en diferentes países europeos a la muerte de Fernando VII, en 1833.
Gustavo Adolfo Bécquer (1836 – 1870)
Gustavo Adolfo Domínguez Bastida adoptó su pseudónimo del segundo apellido paterno procedente de Flandes.
Siendo un niño quedó huérfano y fue a vivir con su madrina, propietaria de una notable colección de literatura ROMántica europea. Su afición a la pintura provénía de su padre y de su hermano, los cuales se dedicaban a este arte, e incluso se instruye en el taller de su tío. A partir de los 18 años se instala en Madrid. Es escribiente en la Dirección de Bienes Nacionales, de donde será expulsado por ser sorprendido haciendo dibujos de personajes de Hamlet de Shakespeare. Más tarde sobrevive gracias a sus colaboraciones literarias en la prensa y otras publicaciones menores. Contrae la tuberculosis y conoce a Julia Espín de la que se enamora perdidamente; posteriormente mantiene relaciones con la mujer que inspiró sus composiciones más doloridas, Elisa Guillén, quien le abandonó. Trabajó en la redacción de El Contemporáneo, lo que le dio cierta estabilidad económica que le permitíó dedicarse a su trabajo de escritor. De 1861 data su matrimonio con Casta Esteban, que le dará dos hijos, pero su infidelidad amorosa provoca la separación. En 1866 trabaja como censor de novelas y en 1868, con la revolución, deja su trabajo y se separa de Casta. Viaja a Toledo con su hermano Valeriano, pintor. Allí se dedicó a la reconstrucción de las Rimas, cuyo manuscrito había desaparecido al ser saqueada la vivienda de Luis González Bravo, ministro de la Gobernación quien se lo había pedido con intención de publicarlo. En Septiembre de 1870 fallece su hermano Valeriano y en Diciembre, Bécquer cae enfermo y expira el 22 de este mes rodeado de amigos y de su mujer con la que se había reconciliado.
De 1861 data su matrimonio con Casta Esteban, que le dará dos hijos, pero su infidelidad amorosa provoca la separación. En 1866 trabaja como censor de novelas y en 1868, con la revolución, deja su trabajo y se separa de Casta. Viaja a Toledo con su hermano Valeriano, pintor. Allí se dedicó a la reconstrucción de las Rimas, cuyo manuscrito había desaparecido al ser saqueada la vivienda de Luis González Bravo, ministro de la Gobernación quien se lo había pedido con intención de publicarlo. En Septiembre de 1870 fallece su hermano Valeriano y en Diciembre, Bécquer cae enfermo y expira el 22 de este mes rodeado de amigos y de su mujer con la que se había reconciliado.
Su obra poética es claramente intimista y se halla influida por la lírica del inglés Byron y el alemán Heine entre otros poetas, así como por la de origen francés. Su poesía se caracteriza por ser formalmente sencilla, sin la ornamentación propia de la poesía española ROMántica que la precedíó. La técnica, sin embargo, se basa en un notable proceso de selección y en el valor simbólico de las imágenes que en ella aparecen.
Las Rimas reúnen sus composiciones líricas; se trata de 86 poemas breves con rima asonante y polimetría. Buena parte se habían publicado en diversas revistas y Bécquer entregó el manuscrito, según se ha comentado, al ministro L. González Bravo. Tras el allanamiento de su domicilio en la Gloriosa, Bécquer hubo de reescribirlo sin que se llegara a publicar y lo tituló: El libro de los gorriones. Tras su muerte, sus amigos deciden promover su edición como modo de ayudar a su familia y en la primera edición las Rimas fueron 76. Además del cambio de título, alteraron también el criterio de clasificación, que pasó a ser temático:
Rimas I a XI: reflexión sobre la poesía y la creación literaria. El lenguaje humano resulta insuficiente para expresar la emoción y los sentimientos. Defiende la existencia de una “poesía externa” en la que el poeta se inspira para su creación.
Rimas XII a XXIX: presenta el amor como una aspiración ideal e inalcanzable. La amada se identifica con la belleza. Se presenta el encuentro amoroso, también el amor como posesión.
Rimas XXX – LI: Se percibe el fracaso, la desesperación por el amor perdido. El amor produce heridas y el desengaño es el sentimiento que prevalece. El estilo se transforma, aparece ahora el tono sarcástico, preciso y directo.
Rimas LII – LXXVI: El miedo a la soledad, al dolor y la muerte que expresan la angustia por su final, que intuye cercano. Se presenta el dolor del envejecimiento y la monotonía de la realidad. El poeta busca la muerte, aunque a veces se muestra como desamparo.
La obra en prosa de Bécquer es extensa y también compuso obras de teatro. Su creación más reconocida son las Leyendas,
28 narraciones de temática típicamente ROMántica.
Cartas desde mi celda son crónicas que Bécquer compuso durante su estancia en el monasterio de Veruela para reponerse de su enfermedad.
Rosalía de Castro (1837 – 1885).
Escritora gallega nacida en Santiago de Compostela. Su conocimiento de ser hija ilegítima de un sacerdote y su delicada salud forjaron su personalidad. Contrajo matrimonio con Manuel Martínez Murguía, crítico del Rexurdimento. Su vida se caracterizó por las estrecheces económicas y hubo de dedicarse a su hogar y a sus hijos. Su ánimo sufríó fuertes crisis con la muerte de su madre y la de uno de sus hijos.
Rosalía es una escritora bilingüe que publicó dos obras en gallego:
Cantares gallegos (1863) presenta una idealizada Galicia y una crítica a la explotación de los segadores gallegos en Castilla.
Follas novas (1880) presenta el tema de la soledad y la muerte del ser humano y permanece la denuncia social que sufren las gentes gallegas.
En las orillas del Sar (1885), en castellano, expresa la angustia de la existencia del ser humano. El sentido religioso también se refleja en esta obra. El estilo muestra una amplia variedad de metros y ritmos que emparentan esta obra con el futuro Modernismo.