ROMANIZACIÓN
Romanización es un proceso de asimilación de culturas que tuvo lugar en la mayor parte de Europa occidental. Fue un proceso rápido entre los pueblos ibéricos del sureste. La romanización fue muy lenta y superficial entre los pueblos del norte de la Península (astures, cántabros y vascones). La conquista y la
romanización de la Península Ibérica y del archipiélago balear es un proceso histórico trascendental, de siete siglos de duración, que ha influido profundamente en la historia hispana: casi todas las lenguas que hoy se hablan, las formas de vida, las bases del Derecho y de la organización social, la red de comunicaciones. La romanización fue un proceso de transformación gradual de todos los habitantes de los pueblos peninsulares en ciudadanos del imperio romano, que fueron asumiendo las costumbres, la organización política, jurídica y social romanas, así como su lengua, el latín. La romanización se inició con la conquista romana.
AL-ANDALUS
Al-Andalus es la etapa histórica y el territorio de la península ibérica que estuvo bajo dominio musulmán desde 711 hasta 1492. En solo 8 años dominaron casi toda la península, excepto el cantábrico y los pirineos, lo que quedó en una frontera que poco a poco iría hacia el sur. Se puede distinguir entre 3 etapas históricas: emiratos, el dependiente de Damasco (711-755) y el independiente (756-929), Al-Hakam III, donde se alcanzó el máximo esplendor. 3 de los Reinos de Taifas (1031-1492) donde se disgregó la unidad califal en múltiples reinos hasta la conquista por los reyes católicos en 1492. Los soberanos de Al-Andalus ejercían un poder absoluto junto a la religión. La sociedad andaluza era fundamentalmente urbana donde había diferentes etnias (árabes, sirios, etc.), religiones (musulmanes, judíos, mozárabes) y clases sociales donde había esclavos y libres, por ejemplo, en Córdoba. La economía se basaba en el comercio, agricultura y artesanía. La cultura estuvo influida por una fuerte religión que se reflejaba en cualquier lado. La herencia andaluza se plasma en expresiones lingüísticas, sistemas de riegos, legado artístico y nuevas culturas.
REPOBLACIÓN CRISTIANA
Reconquista fue un proceso de ocupación y explotación de tierras cristianas de Al-Andalus reconquistadas. Las modalidades de repoblación dependieron de las zonas ocupadas y gracias al crecimiento demográfico fue posible. En el valle del Duero y Cataluña se dio la presura, que consistía en apropiarse de terrenos despoblados, lo cual fue muy popular. Entre el Duero y el Tajo se dio lugar a la formación de ciudades amuralladas con extensas tierras. Hubo lugares donde la población musulmana se mantuvo y se presenció nueva población como en Zaragoza. En las zonas peligrosas como el Valle de Guadiana y Júcar fue repoblada por órdenes militares y en Andalucía se repartió la tierra entre los privilegiados. Las consecuencias de todas estas repoblaciones fueron la formación de latifundios en el centro y sur de la península y pequeñas propiedades en el norte. Hasta el siglo XIX. Las cartas pueblas eran documentos jurídicos donde figuraban las normas y los privilegios fueros donde se concedían ventajas a los repobladores que iban a vivir allí. Estas fueros incluían a veces la primitiva carta de población, unos instrumentos jurídicos otorgados por el rey. En Aragón se dio lugar a los fueros de Aragón (a partir de 1247).
MUDEJARES Y MORISCOS
Los mudejares eran la población musulmana que permaneció en tierras cristianas tras la reconquista debido a ciertas necesidades económicas y demográficas. A pesar de que hubo una convivencia respetuosa a lo largo de los siglos, esta población estaba sometida a una segregación social; vivían en aljamas, pagaban más impuestos que los cristianos. Las zonas más concentradas fueron el valle medio y bajo del Ebro y el Reino de Valencia, bajo una protección señorial dada a la rentabilidad que suponía la mano de algún mudejar a la nobleza. La huella mudejar se apreció principalmente en la arquitectura (ladrillo). A finales de la Edad Media y tras la reconquista de Granada, se impuso una política restrictiva de conversión forzosa que dio como resultado una revuelta en el Albaicín, Alpujarras y Serranía de Ronda que fue sofocada y en 1502 se les obligaba a la conversión o expulsión. Desde entonces, los mudejares pasaron a ser Moriscos. Las tensiones producidas por las conversiones forzosas y el mantenimiento secreto de la religión musulmana dieron lugar a una nueva revuelta en 1568 y en 1570 acabó la deportación contingente de moriscos del sur. En 1582 se acabó la expulsión, pero debido a la situación internacional no se llevó a cabo. Finalmente, en 1609 bajo el reinado de Felipe III se les expulsaba por malos cristianos y por aliados con los turcos. Todo esto llevó a España a la despoblación en muchos sitios que se repoblaran y a una crisis económica.
SEÑORÍOS
Los señoríos son una institución propia de la Edad Media y Moderna que consistía en el dominio de la tierra y de los campesinos que la trabajan. Los poseían las clases privilegiadas: nobleza, clero. Durante la Edad Media, se concedían a mercedes reales por participar en la Reconquista. Entre los distintos tipos de señoríos destacan dos. En los señoríos territoriales, el señor dividía su tierra en una reserva controlada directamente por él, donde los siervos no eran libres de abandonarla, y parcelas o mansos que se arrendaban a campesinos libres, quienes debían trabajar durante cierta parte del año en la reserva. Los señoríos jurisdiccionales, los señores administraban justicia sobre los campesinos. La institución de los señoríos se prolongó a través del mayorazgo, donde el mayor primogénito recibía su herencia una propiedad familiar. Finalmente, en las cortes de Cádiz (1810-1813) se abolieron los derechos feudales, pero se mantuvieron algunos señoríos territoriales y antiguos señores pasaron a ser propietarios. Cuando Fernando VII regresó a España, lo restauró, pero solo duró unos años, cuando en 1836-37 decretó su supresión.
INQUISICIÓN
La Inquisición fue un tribunal eclesiástico encargado de perseguir la herejía. En Castilla se instauró en 1478 y en Aragón en 1483. La tolerancia y convivencia pacífica se rompió y los Reyes Católicos tomaron la medida de expulsión en 1492. La Inquisición tuvo como fin la vigilancia y la sinceridad de los nuevos cristianos. Este tribunal lo encabezaba el Consejo de la Santa y Suprema Inquisición que lo dirigía el Inquisidor General. En el siglo XVII, el tribunal adquiere el control social y en el siglo XVIII, impedir la propaganda francesa revolucionaria. Fue abolida en 1834.
DECRETOS DE NUEVA PLANTA
Tras la muerte de Carlos III, la guerra de sucesión enfrentó a Francia contra el resto del mundo. Carlos de Austria y Felipe de Anjou se disputaron el trono español, aunque Carlos II eligió a Felipe, nieto de Luis IX. En España, Castilla defendía a Felipe mientras que en la Corona de Aragón defendían al archiduque Carlos, ya que respetaba los fueros. La nueva dinastía Borbón, con su política centralista, reorganizó el Estado: abolió los fueros de la Corona de Aragón mediante los Decretos de Nueva Planta (1707 en Aragón y Valencia, 1715 en Baleares y en 1716 en Cataluña). Desaparecieron las cortes y demás instituciones propias de la Corona. País Vasco y Navarra los mantuvieron por el apoyo al nuevo rey. Con las nuevas leyes se pasó de la denominación de reinos a provincias, nuevo sistema tributario y se prohibió el uso de las lenguas propias en asuntos oficiales. El derecho civil se conservó en Aragón y Cataluña.
ILUSTRACIÓN
La Ilustración es la corriente de pensamiento que se difundió por Europa en el siglo XVIII, y que en España constituyó la base intelectual de las reformas, especialmente con Carlos III. Los rasgos más característicos de esta ideología son: el empleo de la razón y la crítica, el fomento de la economía nacional, el desarrollo del conocimiento científico y de la educación como base del avance técnico y económico, y la difusión del progreso y de la felicidad. La Ilustración se sirvió de varios canales de difusión de sus ideas como academias, instituciones de enseñanza superior y consulados, junto a vías de nueva creación como las Sociedades Económicas de Amigos del País y la prensa. Destacan numerosos intelectuales y artistas como el pensador Gaspar Melchor de Jovellanos, en botánica José Celestino Mutis, el ensayista José Cadalso, el dramaturgo Leandro Fernández de Moratín. Favoreció la aparición del Neoclasicismo utilizado en reformas urbanísticas (Puerta de Alcalá).
ANTIGUO RÉGIMEN
El Antiguo Régimen hace referencia al periodo anterior a la revolución francesa, siglos XVI y XVIII. Se caracterizaba por la monarquía absoluta como forma de gobierno, en donde la iglesia intervenía. Una sociedad estamental a la cual se pertenecía por nacimiento, matrimonio o toma de estado religioso. Nobleza, clero y estado llano, donde el tercero era el único que pagaba impuestos y no tenía derechos socio-políticos apenas. La economía estaba intervenida por el estado y la artesanía se distribuía por gremios, lo cual resultaba un lastre para el país. La agricultura era la principal fuente de rentas, de ahí la importancia de los mayorazgos. Todo esto desapareció con la llegada de las revoluciones y el capitalismo.
HEGEMONÍA
Hasta el reinado de Fernando IV había ido bien, pero durante este, España perderá mucho. En el interior, las rebeliones de Portugal y Cataluña y en el exterior la derrota de la Guerra de los 30 años (1618-1638) que terminó con la Paz de Westfalia. Los motivos fueron varios: religiosos y políticos. La monarquía Francesa y sus aliados contra la casa de Austria. Francia contaba con los protestantes (alemanes, holandeses, suecos, daneses) y Westfalia fue la consolidación de los Austria y su idea de cristianizar Europa, la desintegración del imperio alemán y el principio de la libertad religiosa. Francia adquiría poder europeo. España quedó excluida de la paz y firmó la paz de Münster donde Holanda quedaba independiente. España continuó la guerra con Francia hasta la paz de los Pirineos donde se les entregaba Rosellón, Cerdanya y parte de los Países Bajos. España tuvo que aceptar la superioridad.