TEMA 7
LA NOVELA EN Roma
Los romanos no tuvieron jamás conciencia de la novela como genero literario específicamente definido. El género novelesco fue un género sencillo, sin pretensiones, lejos de las grandes producciones épicas o dramáticas y de los relatos historiográficos o los ensayos filosóficos.
La novela es un género abierto, sin normas estrictas, de carácter eminente, pero no exclusivamente narrativo, la realidad y la fantasía se mezclan de forma arbitraria y desconcertante.
La novela no es un género serio, carece de función pedagógica, su único objetivo es entretener. Hay un elemento de crítica, de burla y de parodia que recuerda de alguna forma al género satírico. La novela Romana se aproxima a la llamada novela realista e incluso se acerca a la novela picaresca.
Narra aventuras en primera persona, indaga en cuadros de la realidad de tipo incluso costumbrista, presenta personajes con una personalidad rica y compleja, intercala relatos dentro del relato y retrata más a antihéroes que a héroes propiamente dichos.
El origen exacto de la novela latina es algo que desconocemos, los textos con los que contamos no nos llevan exactamente a esos orígenes pero si que hay que tener en cuenta los relatos de ciertos historiadores en prosa y unos relatos griegos, las historias milesias de Arístides, se trata de narraciones breves, de tono obsceno y muchos de los paisajes de las novelas latinas parecen rezumar esos mismos tintes, por lo que la relación entre ambas parece evidente.
La opinión mas extendida es que C. Petronius Arbiter era un aristócrata contemporáneo de Nerón, procónsul en Bitinia y partidario y ferviente admirador de Nerón, acabó cayendo en al desgracia y suicidándose. Hay dudas sobre la autoría de la obra.
El autor del Satiricón conoce perfectamente el ambiente de la corte de Nerón y el entorno social de Roma. Es una obra fragmentaria que constaba, al perecer, por dieciséis libros, de los que han llegado a nosotros el decimoquinto, el decimosexto y parte del decimocuarto.
El núcleo básico es lo que se conoce con el nombre de Cena de Trimalción. Encolpio, el protagonista, y su amigo Ascilto entran en contacto con Agamenón quien los lleva a cenar a casa de su amigo Trimalción. Ambos amigos se disputan el amor de un joven, Gitón, a quien realmente ama el protagonista. Este lograra deshacerse de la compañía de Ascilto para hacerse acompañar por un poeta, Eumolpio, con le que comparte una serie de peripecias. La trama es un tanto inconsciente y son las figuras de Encolpio y Gitón las que son el autentico hilo conductor entre los episodios.
Se trata de cuadros básicos que nos bastan para hacernos una idea de lo que pudo ser la novela en cuestión. Realismo, caricaturas feroces, crudeza a veces excesiva, descripciones exactas, personajes grotescos salpican toda la novela. Los vicios y excesos desfilan con enorme Realismo por las páginas del Satiricón pero no los fustiga, se limita a sacarlos a la luz y a ponerlos de relieve, sin intención moralizante. Es todo un documento social de la Roma neroniana.
El segundo bloque se centra en las peripecias ya venturas antes y después de la cena, los personajes del Satiricón se mueven por las cloacas de la Roma neroniana, entre gente de baja estofa y de la pero calaña, pero sin embargo sobreviven.
Censura en algunos momentos, elogiada en otros es una novela que desconcierta por su incoherente apariencia pero difícilmente deja indiferente al lector.
Petronio inaugura con su obra una corriente que pasando por al picaresca desemboca en la novelística y cinematografía contemporánea.
Nativo del norte de África, Apuleyo emigró a Atenas y después a las provincias orientales antes de afincarse en Roma. Su obra es diferente pero comparte con el Satiricón el gusto por la peripecia dentro de los entresijos de la sociedad romana.
Un hombre, Lucio, de viaje por Grecia, va a alojarse en la casa de una mujer que realiza prácticas de magia y hechicería. Ingiriendo por error una pócima que no le convierte en pájaro, como él pretendía, sino en asno, con las facultades psíquicas y mentales de un hombre pero con cuerpo de burro. A partir de ese momento se sucede un sinfín de peripecias que llevarán al asno a presenciar el rapto de una doncella y su posterior liberación. Será vendido a unos sacerdotes; luego a un molinero; más tarde a un jardinero y a un soldado hasta llegar a casa de un repostero. Todos los intentos por recuperar la forma humana son baldíos hasta que decide incorporarse al cortejo de la diosa Isis; lame un manojo de rosas, recobra su forma humana y se inicia en el culto de Isis y Osiris.
En cada uno de los episodios se insertan relatos de índole diversa. El más famoso el cuento de Cupido y Psique. El gusto por insertar un relato dentro de la trama general de la novela es algo que nos hace recordar el Quijote cervantino.
Esta novela se muestra estructurada, coherente y de fácil comprensión. Es un documento de la sociedad en pleno apogeo del Imperio; aparece retratada la más baja estofa, el asno Lucio está por encima de todos ellos. Es una sociedad menos urbana y más campesina la que se retrata con Realismo, pero sin tanta crudeza ni exageración como en la obra de Petronio. Es precedente de la novela picaresca.
El clima fantasioso que envuelve el relato nos lleva a Oriente. El autor es un hombre culto y viajado por las tierras de Asía y de África. Se refleja también el ambiente oriental en el estilo literario. La posteridad ha puesto esta novela más en relación con las novelas griegas.
LA NOVELA EN Roma
Los romanos no tuvieron jamás conciencia de la novela como genero literario específicamente definido. El género novelesco fue un género sencillo, sin pretensiones, lejos de las grandes producciones épicas o dramáticas y de los relatos historiográficos o los ensayos filosóficos.
La novela es un género abierto, sin normas estrictas, de carácter eminente, pero no exclusivamente narrativo, la realidad y la fantasía se mezclan de forma arbitraria y desconcertante.
La novela no es un género serio, carece de función pedagógica, su único objetivo es entretener. Hay un elemento de crítica, de burla y de parodia que recuerda de alguna forma al género satírico. La novela Romana se aproxima a la llamada novela realista e incluso se acerca a la novela picaresca.
Narra aventuras en primera persona, indaga en cuadros de la realidad de tipo incluso costumbrista, presenta personajes con una personalidad rica y compleja, intercala relatos dentro del relato y retrata más a antihéroes que a héroes propiamente dichos.
El origen exacto de la novela latina es algo que desconocemos, los textos con los que contamos no nos llevan exactamente a esos orígenes pero si que hay que tener en cuenta los relatos de ciertos historiadores en prosa y unos relatos griegos, las historias milesias de Arístides, se trata de narraciones breves, de tono obsceno y muchos de los paisajes de las novelas latinas parecen rezumar esos mismos tintes, por lo que la relación entre ambas parece evidente.
Petronio, El Satiricón
La opinión mas extendida es que C. Petronius Arbiter era un aristócrata contemporáneo de Nerón, procónsul en Bitinia y partidario y ferviente admirador de Nerón, acabó cayendo en al desgracia y suicidándose. Hay dudas sobre la autoría de la obra.
El autor del Satiricón conoce perfectamente el ambiente de la corte de Nerón y el entorno social de Roma. Es una obra fragmentaria que constaba, al perecer, por dieciséis libros, de los que han llegado a nosotros el decimoquinto, el decimosexto y parte del decimocuarto.
El núcleo básico es lo que se conoce con el nombre de Cena de Trimalción. Encolpio, el protagonista, y su amigo Ascilto entran en contacto con Agamenón quien los lleva a cenar a casa de su amigo Trimalción. Ambos amigos se disputan el amor de un joven, Gitón, a quien realmente ama el protagonista. Este lograra deshacerse de la compañía de Ascilto para hacerse acompañar por un poeta, Eumolpio, con le que comparte una serie de peripecias. La trama es un tanto inconsciente y son las figuras de Encolpio y Gitón las que son el autentico hilo conductor entre los episodios.
Se trata de cuadros básicos que nos bastan para hacernos una idea de lo que pudo ser la novela en cuestión. Realismo, caricaturas feroces, crudeza a veces excesiva, descripciones exactas, personajes grotescos salpican toda la novela. Los vicios y excesos desfilan con enorme Realismo por las páginas del Satiricón pero no los fustiga, se limita a sacarlos a la luz y a ponerlos de relieve, sin intención moralizante. Es todo un documento social de la Roma neroniana.
El segundo bloque se centra en las peripecias ya venturas antes y después de la cena, los personajes del Satiricón se mueven por las cloacas de la Roma neroniana, entre gente de baja estofa y de la pero calaña, pero sin embargo sobreviven.
Censura en algunos momentos, elogiada en otros es una novela que desconcierta por su incoherente apariencia pero difícilmente deja indiferente al lector.
Petronio inaugura con su obra una corriente que pasando por al picaresca desemboca en la novelística y cinematografía contemporánea.
Apuleyo, La metamorfosis o el Asno de Oro
Nativo del norte de África, Apuleyo emigró a Atenas y después a las provincias orientales antes de afincarse en Roma. Su obra es diferente pero comparte con el Satiricón el gusto por la peripecia dentro de los entresijos de la sociedad romana.
Un hombre, Lucio, de viaje por Grecia, va a alojarse en la casa de una mujer que realiza prácticas de magia y hechicería. Ingiriendo por error una pócima que no le convierte en pájaro, como él pretendía, sino en asno, con las facultades psíquicas y mentales de un hombre pero con cuerpo de burro. A partir de ese momento se sucede un sinfín de peripecias que llevarán al asno a presenciar el rapto de una doncella y su posterior liberación. Será vendido a unos sacerdotes; luego a un molinero; más tarde a un jardinero y a un soldado hasta llegar a casa de un repostero. Todos los intentos por recuperar la forma humana son baldíos hasta que decide incorporarse al cortejo de la diosa Isis; lame un manojo de rosas, recobra su forma humana y se inicia en el culto de Isis y Osiris.
En cada uno de los episodios se insertan relatos de índole diversa. El más famoso el cuento de Cupido y Psique. El gusto por insertar un relato dentro de la trama general de la novela es algo que nos hace recordar el Quijote cervantino.
Esta novela se muestra estructurada, coherente y de fácil comprensión. Es un documento de la sociedad en pleno apogeo del Imperio; aparece retratada la más baja estofa, el asno Lucio está por encima de todos ellos. Es una sociedad menos urbana y más campesina la que se retrata con Realismo, pero sin tanta crudeza ni exageración como en la obra de Petronio. Es precedente de la novela picaresca.
El clima fantasioso que envuelve el relato nos lleva a Oriente. El autor es un hombre culto y viajado por las tierras de Asía y de África. Se refleja también el ambiente oriental en el estilo literario. La posteridad ha puesto esta novela más en relación con las novelas griegas.