Sector Secundario: Transformación y Producción Industrial


Sector Secundario

Las fuentes de energía: su historia

La energía se relaciona con la capacidad de generar un trabajo. Las fuentes de energía son los recursos que proporcionan la fuerza requerida por los procesos industriales.

Hasta finales del siglo XVIII, la principal fuente de energía era la madera. El carbón fue la primera fuente de energía del siglo XIX. En este mismo siglo surgieron nuevas fuentes de energía como la electricidad, el petróleo y la energía nuclear. A partir de la crisis energética de 1973 se comenzó a potenciar las energías limpias.

Clasificación de las fuentes de energía

Las fuentes de energía se clasifican según diferentes criterios:

  • Atendiendo a su duración: renovables o no renovables.
  • En función de donde se obtengan: primarias (se obtienen directamente de la naturaleza) o secundarias (son las que se producen a partir de una energía primaria, como la electricidad y los combustibles derivados del petróleo).

Los desequilibrios entre producción y consumo

El panorama energético mundial se caracteriza por una desigualdad de distribución.

  • Los países de la OPEP (los exportadores de petróleo) son grandes abastecedores mundiales.
  • Por el contrario, potencias como China o la Unión Europea presentan bajos niveles de producción y necesidades energéticas muy altas.
  • Estados Unidos, principal productor, consume mucho y está aumentando su producción.
  • Otros grandes consumidores son China e India.

Tipos de industrias

  • De base: Toman su materia prima de la naturaleza y la convierten en producto semielaborado (acero, aluminio, cobre, fibras) que serán las materias primas de otras industrias. Ej: siderurgia, metalurgia, química de base, cementera.
  • De bien de equipo: A partir de los productos semielaborados de las industrias de base, fabrican productos que utilizarán otras industrias. Ej: maquinaria y motores, equipos y materiales de transporte, material de construcción.
  • De bienes de consumo: elaboran productos para el consumo que se pueden adquirir directamente en las tiendas. Ej: alimentos, textil, automovilística, electrónica de consumo, química ligera, industrias del mueble.

Los rasgos del sistema industrial actual

A partir de 1970, tras la crisis del petróleo, nació un nuevo modelo industrial, el modelo posfordista, basado en:

  • El desarrollo de nuevas tecnologías y nuevas industrias.
  • La satisfacción de los gustos individuales de cada consumidor.
  • Un sistema de producción flexible, automatizado y especializado.
  • La incorporación de los países emergentes.

La importancia de la investigación

Hoy día, las empresas industriales destinan un porcentaje de su capital a la investigación e innovación de tecnologías, ya que así pueden conseguir mantenerse y ser competitivas. Dos innovaciones revolucionaron la industria del siglo XXI:

  • La búsqueda de nuevos materiales que tienen gran interés para las industrias tradicionales.
  • El desarrollo de la tecnología para fabricar dispositivos electrónicos diminutos.

La descentralización de la producción

La globalización de la economía es el contexto en el que se desarrolla la actividad industrial actual. La descentralización productiva consiste en desprenderse de algunas fases de la producción y se realiza de 3 maneras:

  • Localizar las distintas fases de la producción industrial en diferentes territorios: en un país la investigación, en otro el control financiero y en un tercero se realiza la producción propiamente dicha.
  • Subcontratar a otras empresas especializadas determinada actividad, por ejemplo, el marketing.
  • Una empresa puede alcanzar acuerdos de cooperación con otra empresa.

La automatización y la terciarización industrial

La industria actual utiliza sistemas automáticos de producción: las máquinas y robots realizan tareas sustituyendo la mano de obra. La automatización permite rebajar los costes de producción. Esto tiene importantes consecuencias:

  • El empleo industrial se reduce (menos mano de obra).
  • El empleo industrial mejora su calidad.

Los servicios periféricos no relacionados directamente con el proceso de fabricación (son actividades como marketing, la logística, el diseño, la investigación) pertenecen al sector terciario, pero están integrados en el proceso industrial. Se habla de una terciarización de la industria.

Crecimiento de las industrias multinacionales

Una multinacional es una gran empresa que tiene filiales o establecimientos en muchos países. Estas empresas son muy competitivas y aprovechan las ventajas de cada territorio, utilizan tecnologías muy avanzadas, realizan fuertes inversiones en investigaciones y producen grandes cantidades.

Proceso de deslocalización

La deslocalización industrial supone el traslado de parte o todas las actividades productivas de una empresa de un país a otro.

Las empresas lo hacen por el objetivo del mínimo coste y el máximo beneficio. Es habitual desde 1990. Tres factores que lo hicieron posible:

  • La internacionalización de los mercados.
  • El desarrollo de nuevas tecnologías.
  • El abaratamiento de los medios de transporte.

El proceso de deslocalización distingue dos fases:

  • La primera fase: deslocalización de empresas o actividades concretas desde países desarrollados hacia los países emergentes.
  • En la actualidad, los países emergentes están deslocalizando parte de su producción industrial a otros países en desarrollo.

La deslocalización afecta a procesos que necesitan mucha mano de obra. Las industrias más afectadas son la textil, la automovilística y la industria de base. El impacto es diferente según los países:

  • Economías desarrolladas: la deslocalización tiene dos tipos de consecuencias:
    • Pérdida de empleo y precariedad de las condiciones laborales.
    • Las empresas han abaratado bastante sus productos manufacturados.
  • Economías en desarrollo: han recibido las industrias de actividades deslocalizadas, lo que ha explicado:
    • Efectos positivos como la creación de empleo.
    • Efectos negativos como la situación de explotación.

La minería y la explotación de las fuentes de energía en España

En España, la minería ocupa al 0,2% de la población activa, destacando la extracción de productos de roca y minerales no metálicos. España posee diversos minerales metálicos (cobre, estaño, zinc, níquel), pero su producción no cubre las necesidades. Los minerales energéticos son escasos. La dependencia energética española supera el 80%.

El proceso de industrialización en España

La industrialización en España comenzó a mediados del siglo XIX, más tarde que en otros países europeos. Los primeros focos industriales se situaron en Cataluña, con el textil, y en el País Vasco y Asturias, con la minería. En el primer tercio del siglo XX, la industria creció notablemente gracias a la repatriación de capitales desde Cuba y Filipinas, la neutralidad española en la Primera Guerra Mundial y la construcción de infraestructuras. El empleo industrial pasó del 15% al 31% entre los años 1900 y 1930. Este crecimiento se vio truncado por la Guerra Civil. Se retomó a finales de la década de 1950, entre 1959 y 1975, convirtiendo a España en un país industrializado. A los núcleos iniciales se sumaron los litorales levantinos, Cantabria, Galicia, Andalucía Occidental y varios focos en el interior: Madrid, Zaragoza y Valladolid. A partir de 1975, la industria entró en crisis debido a la especialización en industrias maduras. En la década de los 80 se produjo la reconversión industrial, con el cierre de muchas empresas de sectores poco competitivos como la siderurgia y los astilleros. En los años 90 y principios del siglo XXI, la producción industrial alcanzó su mayor dimensión.

Las industrias españolas en la actualidad

La crisis económica mundial iniciada en 2007 ha tenido gran incidencia en España. Durante años, gran parte de la producción del sector secundario ha estado vinculada al importante crecimiento de la construcción. Al frenarse este, todas las actividades relacionadas con él se han visto afectadas. Este hecho, sumándole al desempleo, la bajada de salarios y la reducción del consumo, explican la caída de la producción. Por ramas de actividad, destacan en el sector secundario la industria de la alimentación, bebidas y tabaco (representa aproximadamente el 18% de la población activa y del empleo), la fabricación de vehículos (España es el segundo fabricante europeo de vehículos y sus ventas al exterior suponen un 20% del valor de las exportaciones industriales) y la industria química. La mayor parte de la actividad industrial se concentra en Cataluña, Madrid, País Vasco y Comunidad Valenciana.

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