Según m. kant, el culto mas grande a Dios es.


-El contexto histórico del pensamiento de Kant viene marcado sin ninguna duda por el movimiento de la Ilustración en el siglo XVIII, que habiendo surgido en Inglaterra con el empirismo y pasado a Francia alcanza en Alemania su máxima expresión, entendiendo Kant entendió que era necesaria una crítica de la razón para sacarla del error y marcarle límites. Recoge así los objetivos de los grandes movimientos en teoría del conocimiento modernos: el racionalismo y el empirismo, asimilando lo mejor de ellos (sobre todo en las personas de Descartes y Hume), y los grandes movimientos contractualistas en relación al origen del poder político. Sobre ello escribió sus tres grandes obras: la Crítica de la Razón Pura, la Crítica dela Razón Práctica y la Crítica del Juicio (extendiendo ésta a las obras de filosofía de la historia).
Esta crítica de la razón para alejarla de la superstición y la superchería fue uno de los objetivos con que fue llevada a cabo la Enciclopedia de Diderot y DAlembert, que se vendía en fascículos distribuidos a toda la población, por lo menos con capacidad para comprarlos. Es el siglo además en que empiezan a proliferar los periódicos y revistas. En ciencia tenemos el desarrollo de la Fïsica con Newton, cuyo pensamiento alumbró a todo el mundo y fue un referente para intentar comprender todos los ámbitos de los humano. El mismo
Kant lo toma como modelo para sus ideas. Hacia finales de siglo se empiezan a independizar igualmente las ciencias: la química (Lavoisier), la geología, la antropología (primeros estudios de las sociedades indígenas americanas), etc… El nivel de especialización se acrecienta y se produce la división entre saberes científicos (sujetos a las matemáticas y al método hipotético-deductivo) y saberes de humanidades ligados al lenguaje y a la historia. La economía empieza igualmente a formarse como disciplina: tenemos a Adam Smith. Se reflexiona sobre la economía capitalista en un contexto ya de comercio internacional. En el contexto más propiamente alemán, el propio de Kant, la Ilustración, en el marco del despotismo ilustrado de Federico II, es acogida en por una élite intelectual en muchos casos al servicio de la Administración pública e identificada con los intereses del Estado. El gran objetivo político consistía en racionalizar el Estado.
La religión imperante era la luterana, que entiende la profesión como una vocación, es decir, como la cooperación del hombre a la realización del plan de Dios sobre el mundo, a los valores específicos de la tarea política como cuidado de la comunidad. La cosa pública no es una realidad cuya gestión haya que compartir con los súbditos. Había debilidad de la burguesía económica alemana, que no reclamaba cambios políticos en profundidad, admitiéndose sin discusión la monarquía absoluta como la forma de gobierno que realizaba mejor el principio de identidad de intereses entre el gobernante y los súbditos. Veían al monarca abierto a la Ilustración y su poder absoluto aparecía más como garantía que como amenaza de la libertad.
En un nivel más político, el siglo XVIII, que es el de la Ilustración, viene marcado por las revoluciones burguesas, primero la inglesa de 1688 (de la que fue teórico Locke) y luego la francesa de 1789. Es el siglo así de la emancipación del pueblo y la lucha contra los despotismos y monarquías abolutistas. Se produjo un importante crecimiento demográfico y tecnológico (técnicas agrícolas, revolución industrial a finales de siglo en Inglaterra). A nivel intelectual la lucha se dio entre los partidarios del origen divino del poder y los partidarios de la llamada soberanía popular (en la idea de que es el pueblo el que mediante un contrato se asocia para formar la sociedad), defensores de que el origen del poder reside y emana del pueblo. De ahí que Kant fuera en último término partidario de la Revolución Francesa aunque no de los métodos sanguinarios con que fue llevada a cabo. En la última parte de su vida Kant se dedicó más a los temas políticos y de filosofía de la historia, ejerciendo gran influencia en el pensamiento socialista (Marx), pues aunque haya algo de ideología burguesa en Kant, hay igualmente un fondo ético importante del que beben el socialismo y Marx.
Finalmente, digamos que en Arte se pasó del Barroco al Clasicismo y Neoclasicismo (en pintura David), comenzando a finales del siglo el pre-romanticismo, movimiento en el que destacó sobre todo Goethe.

RAZÓN


Es el espacio de las ideas puras. En su vertiente puramente teórica, la razón es estudiada por Kant en el ámbito de la Dialéctica trascendental en cuanto facultad que partiendo de las reglas del Entendimiento aspira a ir unificando la materia de la intuición hasta el máximo posible, lo incondicionado, con lo que acaba por abandonar la experiencia y produce determinadas ilusiones trascendentales: la idea de un alma o identidad correspondiente a todos los fenómenos psíquicos, la idea del mundo como un todo ordenado, o conjunto de todos los fenómenos naturales y la idea de Dios como reunión ideal de todos los fenómenos. Al carecer de material de la intu ición la razón humana se ve abocada a ciertos errores: los paralogismos (alma), las antinomias (mundo) y el ideal de la razón pura (Dios).
En su uso práctico es el espacio de las relaciones de los seres humanos entre sí en cuanto noúmenos o fines en sí mismos. Igual que en el ámbito de la razón pura unifica el conocimiento presenta aquí las condiciones de posibilidad del comportamiento ético y de la política, estableciendo como postulados para la ética la libertad, la inmortalidad del alma y la idea de Dios, y como condiciones para la política las ideas de contrato social, de la voluntad general y de un Estado mundial entre otras.
Corresponde finalmente al grado noético de conocimiento en Platón equivalente a la facultad de la intuición intelectual por la que captamos las ideas puras inteligibles, en último término el Bien. Al rechazar Kant este tipo de intuición la metafísica deja de ser incluso una ciencia para convertirse en crítica del conocimiento.

ENTENDIMIENTO


Facultad de conocimiento cuyas condiciones de posibilidad estudia Kant en el apartado de la Analítica trascendental de la Crítica de la Razón Pura y que se asimila al ámbito de la Física y de las condiciones a priori de los juicios en base a conceptos puros a priori o categorías. Según una idea kantiana podríamos decir que el entendimiento sin la intuición es vacío mientras que la intuición sin el entendimiento es ciega. Corresponde al grado platónico de la dianoia y la diferencia con la razón es que el entendimiento nunca abandona la experiencia. Los conceptos son por lo tanto su objeto último mediante los cuales unifica una multiplicidad que le viene de la sensibilidad por lo que la Física es la ciencia por excelencia. El entendimiento recoge por lo tanto en cierto modo además la noción de Entendimiento aristotélica con la diferencia de que las categorías no son ontológicas sino gnoseológicas, expresión del giro copernicano. Substancia, unidad, causalidad, etc… son categorías del Entendimiento para unificar los fenómenos pero no tienen, o no podemos saberlo, status ontológico (no se dan en la realidad nouménica).

ILUSTRACIÓN


Es la salida del hombre de la autoculpable minoría de edad intelectual, moral y política en que se encuentra, tal como expresa en el texto de 1784. Corresponde al proceso por el que el ser humano es capaz por sí mismo de determinar sus posibilidades en relación a lo que podemos conocer, debemos hacer y nos cabe esperar, por lo que en último término es el camino que todo ser humano y toda sociedad debe emprender para tomar las r iendas de su destino. Corresponde a la liberación de la caverna en sentido platónico y al acceso al espacio de lo universal y de la consideración del ser humano como un fin en sí mismo dotado de dignidad moral. Es finalmente y por lo tanto una exigencia para que mediante el uso público de la razón los pueblos se doten de una constitución republicana (única que preserva la autonomía del ser humano) requisito para alcanzar la paz perpetua mediante un pacto interestatal entre todas las naciones de la Tierra

MINORÍA DE EDAD


Corresponde a la situación en que el ser humano se comporta de forma heterónoma tanto en el conocimiento como en la moral y la política, y que tiene como consecuencia el moverse en el plano de lo particular y material. Es un paralelo de la esclavitud propia de la caverna platónica en un espacio de oscuridad y sometimiento a las pasiones. Para salir de ella y alcanzar la mayoría de edad, se requiere de Ilustración, es decir, del uso crítico y autónomo de la razón en sociedad (universal y formal), que es el uso público en cuanto que no perturba el cumplimiento del deber.
Tiene además un marcado significado político y religioso en la medida en que Kant sitúa la cuestión de la minoría de edad en el contexto de los gobiernos de tipo absolutista herederos de la teoría política medieval que hace derivar su poder de Dios y que por lo tanto actúan de modo paternalista. Salir de esta minoría sólo es posible entonces al precio de cambiar ese tipo de gobiernos.

USO PÚBLICO/PRIVADO DE LA RAZÓN


Estos conceptos expresan los medios adecuados al proceso de la Ilustración por el que el hombre puede salir de la minoría de edad y hacerse autónomo en todos los espacios de su vida: intelectual, moral y política. Para Kant el fin no justifica los medios por lo que se posicionó en contra de la Rev. Francesa en cuanto a los medios sangrientos a que se vio abocada. Por ello, el objetivo de una constitución republicana sólo debe lograrse por medio de ilustración mediante el uso público de la razón, el que hacemos críticamente de forma autónoma y dirigido a los demás mediante la libertad intelectual sin poner en peligro los cimientos de la sociedad basada en el cumplimiento de las leyes vigentes y del deber de cada uno en su puesto de trabajo, ámbito en el que hacemos un uso privado de la razón en el cumplimiento del deber.

LIBERTAD


Corresponde a la idea de la razón pura según la cual nos pensamos no sometidos a ninguna causalidad natural y por lo tanto capaces de actuar incondicionadamente y de forma autónoma. Es por eso uno de los postulados de la razón práctica y condición de posibilidad de nuestro actuar moral como fines en sí mismos. Constituye además el derecho natural por excelencia del ser humano, del que se deriva la igualdad, distinguiendo Kant entre libertad interna según el principio de moralidad y libertad externa según el principio de legalidad, propia ésta última del Derecho puro a priori y base del imperativo categórico del derecho: obra de tal modo que el uso de tu libertad sea compatible con la libertad de todos según una ley universal. Es la condición de la autonomía (no ser esclavo) y por lo tanto del gobierno de tipo republicano. Es ella la que nos exige racionalmente salir del estado de naturaleza y formar sociedad mediante la voluntad general.

TUTORES

Representan los guías del pueblo en los distintos ámbitos en los que no es permisible un uso público de la razón sino un uso privado, es decir, sometido al deber y al cumplimiento de las normas internas al grupo de que se trate, y que comportan por lo tanto un comportamiento heterónomo en el que los guiados son considerados como súbditos y menores de edad. Son sobre todo los guías espirituales o sacerdotes aunque en último término, en cuanto pastores, alcanzan su máxima expresión en la figura del monarca. Aunque puedan ser necesarios inicialmente no deben obstaculizar la marcha de la ilustración por lo que ellos mismos deben poder en el uso de sus facultades ejercer públicamente la razón cuando se dirijan no a sus reses sino al público universal.

CIUDADANO/SÚBDITO


Súbdito es el que vive como menor de edad sometido a la esclavitud heterónoma de principios ajenos a sus facultades autónomas de conocimiento y prácticas. Sólo en una constitución republicana, para la que se requiere ilustración, se puede ser ciudadano dotado de los atributos de la libertad legal o la capacidad para no aceptar leyes a las que no se haya dado consentimiento, igualdad de todos ante la ley e independencia civil o autonomía jurídica. Para ésta última se requiere independencia económica por lo que habría ciudadanos activos, si la tienen (para votar por ejemplo), y ciudadanos pasivos.
HOMBRE :Puede ser considerado desde un punto de vista de fenoménico, sometido a las leyes de la naturaleza, o desde un punto de vista nouménico, como fin en sí mismo dotado de la dignidad propia de la autonomía moral. Su cualidad natural más importante es la razón, mediante la cual puede darse los medios para su felicidad, y su derecho natural más importante la libertad. En la medida en que es tratado fenoménicamente es visto como una máquina a la que se puede esclavizar y convertir en esclavo o súbdito menor de edad necesitado de guía, mientras que su dignidad le
exige el uso autónomo de sus facultades en pos del ideal de una constitución republicana en el marco de pacto internacional que garantice la paz perpetua y el derecho cosmopolítico. Tratarlo sin dignidad, es decir, como una máquina, es reducirlo al estado de animalidad en el que perdemos la libertad. La cuestión de qué es el hombre es además la central de la Ilustración, en la medida en que es la confluencia de las preguntas sobre qué podemos concoer, qué debemos hacer y qué nos cabe esperar. La cuestión de si tiene alma no es algo que podamos conocer, aunque su existencia se convierte en un postulado nouménico de la razón práctica. Debemos actuar como si la tuviéramos.

DEBER


Es la esencia de la voluntad y fundamento por lo tanto de la ética pura a priori o formal y del imperativo categórico según el cual debemos tratar a todos los seres humanos, incluidos nosotros mismos, como fines en sí mismos, pues si no, no se darían las condiciones para relacionarnos como seres libres y autónomos. Al tener que actuar en un mundo fenoménico nos vemos sometidos a las inclinaciones que hacen que veamos como una obligación el cumplimiento del deber, lo que en el caso de una voluntad buena o santa no sucedería. Para Kant podemos actuar contrariamente al deber, conforme al deber y por deber. Sólo en este último caso actuamos de forma autónoma, acción auténticamente moral y fundamento además, en cuanto exigencia racional, de la salida del estado de naturaleza y paso a la sociedad reunida en voluntad general. Kant debe postular además la inmortalidad del alma para establecer el ideal de una actuación por deber como si fuera por inclinación, base de la felicidad y de la virtud.

VOLUNTAD DE TODO EL PUEBLO


Es la voluntad general de Rousseau o mecanismo para la efectuación del contrato social mediante el que se sale del estado de naturaleza. Para Kant es una idea de la razón que no se efectúa con un fin material o bien común sino por deber y que además es general ya en el mismo individuo, en la medida en que Kant opera con la noción de una voluntad pura a priori universal. Constituye el poder legislativo que permanece formalmente en el pueblo aunque materialmente en el ejecutivo pues Kant es partidario de la representación. Kant puede así legitimar un gobierno de tipo monárquico absolutista como el de Federico II en la medida en que se gobierne según la voluntad del pueblo aunque sin él. Como idea representa en el nivel práctico y político el noúmeno que permite unificar la multiplicidad de los individuos en el estado de naturaleza, a modo de arjé gnoseológico y político.

DIGNIDAD/CONCIENCIA MORAL


Constituye la consideración del hombre en cuanto fin en sí mismo, es decir, la capacidad de ser autónomo en todos los ámbitos de la existencia. Se basa en la idea de la libertad, fundamento tanto de la ética como de la sociedad, y que se expresa en los imperativos categóricos de no tratar a nadie como un medio sino como un fin y de usar la libertad de modo compatible con la libertad de todos según una ley universal (en el ámbito del derecho). No es lo que nos hace felices, sino aquello que exige que se nos permita dotarnos de los medios para por nosotros mismos ser felices, lo que exige libertad. Dignidad que se basa por tanto en la capacidad para actuar incondicionadamente, es decir, al margen de las causas de la naturaleza, por la cual somos algo más que máquinas. Ello exige en último término que se nos deje en libertad para salir de la minoría de edad y podamos autónomamente darnos las leyes a las cuales dar consentimiento mediante la voluntad general, lo que nos llevaría a un gobierno de tipo republicano.

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