Sistemas de Detección de Intrusos
Detectores Perimetrales
Barrera de rayos infrarrojos
Se pueden instalar en exterior o interior. Constan de un emisor y un receptor, ya sea en un mismo elemento o en elementos separados. Entre ambos se produce una emisión de rayos infrarrojos de varios haces. La activación de la alarma se produce cuando estos haces se cortan simultáneamente. Al estar los haces de rayos infrarrojos separados varios centímetros, es muy poco probable que se puedan disparar por el paso de aves, insectos, etc., ya que tienen que cortar simultáneamente todos los haces. Esto hace que estos dispositivos sean poco propensos a originar falsas alarmas. Se encuentran disponibles para distancias de hasta 200 metros entre los dos elementos, con regulación vertical y horizontal. Uno de los inconvenientes de estos dispositivos son las falsas alarmas que pueden provocar por niebla densa, etc. En estas condiciones climatológicas, se recomienda instalar otros sistemas que dispongan de un dispositivo electrónico de autodesconexión en estos supuestos.
Barrera de microondas
Consta de un elemento emisor que genera una radiación electromagnética en la banda de microondas y un elemento receptor, creándose una barrera invisible entre ambos. Cualquier intruso que pretenda atravesar dicha barrera será detectado y se activará la señal de alarma. Los dos elementos deben estar perfectamente alineados y pueden estar separados hasta 220 metros. Normalmente, el fabricante establece un tamaño mínimo para que al ser interceptado el haz no se produzca la alarma. Las microondas se ven atenuadas ante la presencia de lluvia o niebla.
Detectores Periféricos
Contactos magnéticos contra apertura
Estos dispositivos se emplean tanto para protección periférica como para interior. Se instalan normalmente en puertas, ventanas o persianas para informar ante un intento de apertura. Su funcionamiento se basa en la interacción de dos elementos: un imán y una cápsula de vidrio. Con la puerta cerrada, por acción del imán, el contacto está cerrado. Mientras que, con la puerta abierta, desaparece la fuerza magnética y el contacto se abre, produciéndose la señal de alarma.
Detectores de rotura de cristal
Son dispositivos de protección para toda clase de superficies acristaladas. Se basan fundamentalmente en dos principios de detección, lo que los hace más fiables y menos propensos a las falsas alarmas. Al romper el cristal, se producen dos sonidos diferentes: uno primero, grave y de baja frecuencia, y otro después, agudo y de alta frecuencia. El primer sonido es debido al impacto, mientras que el segundo es debido a la rotura del cristal. El detector dará la señal cuando percibe ambos sonidos en un intervalo de tiempo muy corto (aprox. 100 mseg).
Detectores sísmicos
Este tipo de detector es muy empleado para la protección de cámaras acorazadas y también en otros recintos acorazados. La detección es muy rápida y se basa en la perfecta transmisión del sonido a través de elementos sólidos de construcción, como el hormigón y el metal. Tienen una cobertura media de unos 3 o 4 metros de radio.
Detectores Interiores (Volumétricos)
Actúan ante cambios de temperatura o movimientos dentro del espacio vigilado.
Detectores de infrarrojos
Todos los objetos con una temperatura por encima del cero absoluto radian energía infrarroja. La longitud de onda de la energía radiada estará entre 1 y 10 micras, dependiendo esta de la temperatura. El cuerpo humano radia una considerable cantidad de energía infrarroja en relación con la temperatura ambiente normal, siendo esta diferencia la que activa los detectores. Cualquier intruso es capaz de modificar la radiación térmica del ambiente, siendo esta diferencia la que hace actuar al detector. Este tipo de detector consta de dos elementos: el pirosensor, que es un elemento electrónico sensible a cierta franja de la energía infrarroja (estas radiaciones producen un aumento de la temperatura en el pirosensor, generando una cantidad de cargas eléctricas en el circuito electrónico; la central amplifica la señal y activa la salida en caso positivo, la señal de activación debe provocar el cambio de estado de un relé que en reposo se encuentra en NC), y la lente, que concentra la energía infrarroja del ambiente en el elemento sensor. La lente capta solamente la energía de una determinada dirección, ignorando el resto. Dependiendo del tipo de lente utilizada, la cobertura del detector cambiará (cobertura en abanico, largo alcance y cortina). Hay que observar ciertas precauciones: no ubicarlos en lugares con posibilidad de corrientes de aire, existencia de pequeños animales o lugares donde puedan recibir luz solar directa. El inconveniente es que pueden ser fácilmente inutilizados si son tapados o incluso pintados. Los volumétricos más utilizados son aquellos que emplean dos sensores, dando lugar a dos zonas de captación, de manera que solo hay activación cuando hay detección en los dos sensores. Esto es así para evitar falsas alarmas.
Detectores de microondas
Poseen dos elementos: el emisor y el receptor. Basan su funcionamiento en el efecto Doppler, en la emisión y recepción de ondas centimétricas. La frecuencia de las ondas electromagnéticas empleadas es del orden de 10 GHz. Tienen un alcance mayor, hasta 90 metros. La zona de cobertura es similar a la de los infrarrojos. La capacidad de penetración de las ondas puede motivar falsas alarmas.
Detectores de doble tecnología
Son los que incorporan sensor de infrarrojos y sensor de microondas. Se opta por este tipo de detector en lugares donde pueda haber profusión de falsas alarmas. Su funcionamiento se basa en las dos tecnologías, pero con la característica de que no se producirá señal de alarma mientras no se activen ambas simultáneamente. El detector «aprende» la habitación y automáticamente ajusta los umbrales de detección para adaptarse a las variaciones comunes. Los ruidos comunes de la habitación son compensados e ignorados. Las variaciones comunes de ruido pueden producirse por luces fluorescentes, ventiladores de techo, fuentes de vibración de paredes producidas por equipos de ventilación. Los objetos que se mueven dentro de la ruta de la microonda reflejan señales que vuelven al detector. El detector entonces analiza esta señal de ondas reflejada. Cuando el microcontrolador detecta un evento en los infrarrojos, inmediatamente verifica si el microondas ha detectado otro.