Socialización, Libertad, Responsabilidad y Éticas: Una Guía Completa


Socialización y Resocialización

¿Qué es la Socialización?

En los primeros años de vida del ser humano tiene lugar un intenso programa de aprendizaje, mediante el cual el cerebro establece las conexiones neuronales que le van a ser necesarias para adaptarse a la forma de vida de su cultura. Este proceso es la socialización, y su herramienta por excelencia es el lenguaje.

También hay que mencionar el hecho de que una persona tenga que adaptarse a una cultura distinta, por ejemplo, un inmigrante. Aquí se produce el hecho de resocialización, que puede ser doloroso y difícil para la persona.

Agentes de Socialización

Socialización Primaria

El principal agente de socialización primaria es la familia. Otro muy importante es el grupo de edad, es decir, los amigos, a través de los cuales se produce un intenso intercambio de valores, actitudes e imitación de conductas.

Socialización Secundaria

La socialización secundaria se lleva a cabo fundamentalmente a través de las instituciones educativas (escuelas, institutos, universidades) y, en nuestra cultura, sobre todo, a través de los medios de comunicación de masas: televisión, internet.

¿Qué supone la socialización?

La socialización supone la adquisición de una serie de patrones culturales:

  • Normas
  • Creencias
  • Valores
  • Formas de ver la vida
  • Conocimientos

Todos aquellos contenidos que, según la definición que hemos elaborado, forman parte de la cultura.

También supone la interiorización de todos esos patrones, normas, creencias y valores. No se aprende solo una serie de informaciones, sino que se asumen como propias, como adecuadas, hasta el punto de considerar que es la única manera sensata o razonable de vivir.

La socialización se da en varias fases:

  1. Socialización primaria: tiene lugar en la infancia (hasta los seis años).
  2. Socialización secundaria: dura el resto de la vida.

Libertad y Responsabilidad

¿Qué significa que el ser humano es estructuralmente moral?

Si no eres libre, entonces no eres responsable de tus acciones. Pero, por eso mismo, si eres libre, entonces sí eres responsable de tus acciones. Libertad y responsabilidad van unidas, no pueden separarse. Por eso debemos cargar con las consecuencias de nuestras acciones.

Libertad y responsabilidad son el fundamento mismo de la dimensión ética y moral del ser humano.

Podemos definir la moral como el conjunto de normas desde las cuales tomamos nuestras decisiones respecto a lo que está bien y lo que está mal.

Para darnos una idea de la importancia de la moral en la vida humana debemos entenderla como estructura, es decir, debemos darnos cuenta de que nos vamos haciendo a nosotros mismos desde nuestras decisiones. Si, por ejemplo, decidimos una vez ser sobrios, y repetimos esa decisión, adquirimos el hábito de sobriedad y ese hábito pasa a formar parte de nuestro carácter.

Así, la moral es más que un compendio de normas: es una tarea, la tarea de construir nuestras vidas.

Éticas Materiales: Aristóteles

Las éticas materiales son aquellas que, en general, nos dicen qué debemos hacer para alcanzar el bien, para ser buenos. Es decir, son éticas de contenidos, éticas que prescriben una serie de normas acerca de lo que debemos hacer si queremos obtener un fin ulterior (si quieres ser feliz, busca el placer). Son éticas que condicionan las reglas o normas a los objetivos perseguidos.

En las éticas materiales nos podemos encontrar a Aristóteles en la escuela del eudemonismo, el cual define el bien supremo como la felicidad. Intenta alcanzar el bien a través de la contemplación y la virtud, entendida como término medio.

Éticas Formales: Kant

Las éticas formales no nos dicen qué debemos hacer, sino cómo deben ser nuestras normas. Así, una acción no es correcta o incorrecta moralmente porque de ella se sigan buenas consecuencias (placer, felicidad), sino porque su fuente o motivación sea actuar según nuestro sentido del deber.

Por eso, las éticas formales son autónomas, es decir, no dependen de ninguna autoridad, sino que es el sujeto el que da a sí mismo sus propias normas racionalmente, no movido por deseos o pasiones.

También podemos decir que las éticas formales, al no depender de las características y deseos de las personas, son universales, es decir, válidas para todos y en cualquier circunstancia.

En las éticas formales nos podemos encontrar a Kant en la escuela de la ética formal kantiana, el cual define como bien que lo único moralmente bueno es una buena intención o actuar conforme al sentido del deber. Prescribe alcanzar el bien actuando de tal forma que pueda desear sin contradicción que su máxima se torne ley universal.

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