Sociedad ilustrada


  1. INTRODUCCIÓN. LA POESÍA DE PRINCIPIOS DE SIGLO:


El Siglo XX se abre con un fuerte rechazo del Realismo decimonónico a través del Modernismo y la Generación del 98


Así, a finales del Siglo XIX se producen en toda Europa una serie de discrepancias respecto a las convicciones existentes, que afectan no solo al arte, sino a la moral, el sentimiento religioso y la ideología política. En el arte, se tiende a liberar las formas, a hacer que el lenguaje no sirva solo para comunicarse sino que él mismo sea seductor; el sonido y la palabra deben seducir por sí mismos, por su brillante combinación, por las emociones estéticas que sugieren.

Todo condicionamiento externo, como juego y ruptura: es la poesía de Vanguardia


  1. EL Modernismo:


    1. ORÍGENES, DEFINICIÓN E INFLUENCIAS


El Modernismo es un movimiento literario que llega a España procedente de Hispanoamérica en la última década del Siglo XIX de la mano del escritor nicaragüense Rubén Darío, que propone una completa renovación del lenguaje poético, tomando como objetivo fundamental la búsqueda de la belleza, oponiéndose para ello al arte utilitario, realista y burgués que predominaba en la época.

El Modernismo plasma su deseo de cambio y su oposición a un mundo industrial, mecanizado, vulgar y cientificista que no le agrada, en una original forma poética que tiene sus fuentes en el Romanticismo, el Simbolismo y el Parnasianismo.

Los simbolistas pensaban que la poesía era un medio de conocimiento que permitía alcanzar el alma de las cosas, esa verdad trascendente luego es expresada con un lenguaje musical y simbólico. Los símbolos más carácterísticos del Modernismo: cisnes, piedras preciosas, lujo, plantas exóticas…, son tomados de la poesía simbolista.

El Parnasianismo busca una expresión poética que alcance la perfección formal a través de una literatura descriptiva, serena y preciosista que se recrea en los ambientes exóticos y defiende su máxima: “el Arte por el Arte”.

    1. CarácterÍSTICAS DEL Modernismo:


  • Esteticismo y escapismo espacio-temporal. La poesía se convierte en un espacio autónomo de la realidad que le rodea. Rechaza el progreso, la tecnología, la cruda realidad; para refugiarse en el arte, lo exótico, lo medieval, en la “torre de marfil” del poeta.
  • Exaltación de lo irracional, lo sentimental, lo misterioso. En el mundo moderno el hombre siente un gran vacío al perder su fe religiosa y busca respuestas a su tristeza y su angustia en lo esotérico y lo mitológico.
  • La sensualidad y el erotismo son un tema constante. El personaje de la mujer fatal, bella y perversa, que conduce al hombre a la perdición, es uno de los tópicos modernistas.

  • Empleo de símbolos que intentan revelar una realidad oculta: el jardín, el cisne, el crepúsculo, el otoño…


  • Crítica a la sociedad, rebeldía

    1. TEMAS DEL Modernismo:


  • Necesidad de evasión hacia escenarios ideales, lejanos en el tiempo y el espacio



  • Personajes mitológicos y religiosos


  • La crisis espiritual de los poetas desemboca en el gusto por lo irracional, lo misterioso y lo fantástico


  • La sensualidad y el erotismo

  • Cosmopolitismo (admiración por París, Londres, Viena); dandismo (refinamiento y estilo);
    vida bohemia (al margen de las convenciones sociales).
    1. RASGOS ESTILÍSTICOS:


  • Empleo de símbolos para expresar ideas trascendentes: jardín, cisne, la tarde…


  • Exaltación de lo sensorial mediante: adjetivación muy rica, aliteraciones, anáforas, términos sonoros y sorprendentes (neologismos, cultismos).

  • Metáforas sorprendentes que realizan asociaciones novedosas

    1. RUBÉN DARÍO:


Félix Rubén García Sarmiento, nacíó en 1867 en Nicaragua. Vivíó en varios países latinoamericanos, en España, en Francia. Ejercíó como corresponsal, embajador y director de varias publicaciones.

Es la figura clave del Modernismo. Fue considerado el líder del movimiento en España, a raíz de su viaje en 1892, en el que trabó amistad con jóvenes escritores. Cuando regresó en 1898 fue recibido como un ídolo que supo integrar en un estilo original y deslumbrante las más diversas influencias y dar un aire totalmente nuevo a la poesía en castellano.

Azul es el ejemplo completo de la estética modernista: una poesía sonora, colorista y preciosista que huye de la realidad para crear un mundo paralelo de fantasía desbordada. El azul era para Darío el color del ensueño, del arte, del océano y del firmamento. En esta obra hay cuentos en prosa, estampas narrativo-descriptivas, poemas dedicados a las estaciones, sonetos y retratos de personajes célebres en verso.

Prosas profanas y Cantos de vida y esperanza


    1. EL Modernismo EN ESPAÑA:


En 1892, Darío visita España y planta la semilla del primer Modernismo, el más esteticista y parnasiano, que cuajará en Salvador Rueda y en las primeras obras de Manuel Machado.

Sin embargo, el Modernismo español se caracterizará sobre todo por su carácter simbolista, más intimista e introspectivo, que se reflejará en las primeras obras de Antonio Machado (Soledades) o Juan Ramón Jiménez (Arias tristes).

Manuel Machado, siempre a la sombra de su hermano Antonio, fue un original poeta modernista que logró alternar la poesía de tono más ligero y castizo, con poemas melancólicos o de asunto íntimo y hasta religioso.

. En Alma, encontramos un conjunto de recreaciones de la copla andaluza con influencias del Simbolismo y el Parnasianismo, y con la sensualidad y la melancolía del Modernismo.

  1. LA GENERACIÓN DEL 98:


La Generación del 98 la forman un grupo de escritores e intelectuales preocupados por la regeneración de España, que en aquella época estaba sumida en una profunda crisis acentuada por la pérdida de las últimas colonias.

Comparte con el Modernismo el rechazo contra el atraso del país, así como un anhelo de renovación estética en la literatura. Pero los escritores noventayochistas optaron por creaciones más reflexivas en las que, con estilo sobrio, dan salida a sus inquietudes sociales e individuales.

Los integrantes de la Generación abordan con espíritu analítico temas históricos, morales y sociopolíticos, con el propósito de remover la conciencia nacional.

Se conocía como Grupo de los Tres a: Pío Baroja, Ramiro de Maeztu y Azorín. Más tarde, este último acuñó el término de Generación del 98, para incluir a Miguel de Unamuno, Ángel Ganivet, y algunas obras de Antonio Machado y Valle-Inclán.

Pese a la heterogeneidad de estos autores, se pueden apreciar una serie de rasgos en común que justifican su consideración de “generación”:

  • Sus circunstancias vitales:


. Tienen una edad aproximada y se relacionan entre sí con frecuencia, comparten publicaciones

. Comparten una ideología crítica con el atraso nacional aunque su ideología fue evolucionando

  • Temas y preocupaciones:


. La regeneración de España. Entendida como la necesidad de un cambio para modernizar el país con ideas prácticas. Más tarde buscan recuperar los valores espirituales y éticos de nuestro país indagando en los mejor de nuestra tradición y nuestra historia.

. El existencialismo. Las teorías filosóficas de Nietzsche y Schopenhauer calan en ellos. El enfrentamiento entre la fe y la razón, o la búsqueda del sentido de la vida son temas que angustian y ocupan las obras de estos autores.

. La influencia del paisaje en el carácter. La sobriedad despojada de los campos de Castilla, que imprimen carácter. 

  • Lenguaje y estilo:


. Natural y sobrio, con escaso adorno. Beben en los clásicos españoles y el habla tradicional castellana, de la que rescatan términos y expresiones cargados de significado.

. Buscan la precisión pero manteniendo una expresión rica y viva

. Se alejan del Realismo y están al tanto de las nuevas corrientes literarias de la modernidad internacional

Antonio Machado. (1875-1939). EL POETA DEL 98:


Vida:


Nacíó en Sevilla, a los ocho años se trasladó a Madrid y se educó en la Institución Libre de Enseñanza. En 1907, obtuvo la cátedra de francés en el Instituto de Soria. Se casó con Leonor Izquierdo en 1909, pero ella murió en 1912. En 1927 fue elegido miembro de la Real Academia Española. En 1928 conoce a Pilar Valderrama, con la que tuvo amores que se reflejaron en sus poemas con el nombre de Guiomar. Partidario de la República, tras la Guerra Civil se ve obligado a huir del país. Se establece en el pueblo francés de Colliure, conde murió el 22 de Febrero de 1939.

Ideas poéticas y temas:


Machado dice que la poesía es “la palabra esencial en el tiempo”, es decir, quiere captar la esencia de las cosas, indagar en lo más íntimo; y a la vez retratar su fluir temporal, el paso del tiempo, las transformaciones que este provoca y el recuerdo melancólico de lo que fue y no es.

También afirma que “la poesía es el diálogo del hombre, de un hombre, con su tiempo”. Así el poeta dialoga con la mañana, con la tarde, con la noche, el agua, la fuente, que son símbolos de temporalidad. Su poesía nace de un sentimiento de angustia ante el paso del tiempo, ante el desvanecimiento de las cosas, ante la nada.

El sueño es para Machado la única forma posible de conocimiento. En los sueños, el hastío es la nota predominante


En su obra hay poco amor. La figura femenina aparece en los poemas de manera etérea, surgida como una ensoñación. En su poesía hay alusiones a la falta de amor como causa de su tristeza, se asocia a la idea de la juventud perdida.

Machado parte de un Modernismo y un Simbolismo asimilados de manera muy personal, para ir depurando su estilo hasta llevar su lenguaje poético a un nivel de una sobriedad, densidad y emoción, excepcionales.

Obra poética:


La obra de Machado se asocia en torno a tres grandes libros:


. Soledades  Campos de CastillaNuevas canciones


TEMA 2. LA NOVELA ESPAÑOLA DE PRINCIPIOS DE SIGLO. Miguel DE Unamuno Y PÍO BAROJA:


  1. INTRODUCCIÓN:


La novela de principios del Siglo XX recibe la poderosa herencia narrativa del Realismo y del Naturalismo que, si bien seguía gozando del éxito popular, sin embargo, se encontraba ya en una fase final de desgaste y agotamiento de sus fórmulas narrativas basadas en la reproducción precisa y exacta de la realidad contemporánea. Y, por lo tanto, a pesar de que el Realismo quedará convertido para siempre en una parte esencial de la narrativa clásica y servirá de base para toda la narrativa posterior

   Serán los hombres de la Generación del 98 quienes den forma a la narrativa moderna española, partiendo de la realidad para buscar nuevas vías narrativas cargadas de ideas profundas y reflexiones sesudas sobre la situación de España y la posición del ser humano en un mundo moderno en el que se están perdiendo los referentes religiosos e ideológicos que daban seguridad espiritual al hombre. LA NOVELA DE LA GENERACIÓN DEL 98:

La Generación del 98 la forman un grupo de escritores e intelectuales preocupados por la regeneración de España, que en aquella época estaba sumida en una profunda crisis acentuada por la pérdida de las últimas colonias.

Comparte con el Modernismo el rechazo contra el atraso del país, así como un anhelo de renovación estética en la literatura. Pero los escritores noventayochistas optaron por creaciones más reflexivas en las que, con estilo sobrio, dan salida a sus inquietudes sociales e individuales.

Los integrantes de la Generación abordan con espíritu analítico temas históricos, morales y sociopolíticos, con el propósito de remover la conciencia nacional.

Se conocía como Grupo de los Tres a: Pío Baroja, Ramiro de Maeztu y Azorín. Más tarde, este último acuñó el término de Generación del 98, para incluir a Miguel de Unamuno, Ángel Ganivet, y algunas obras de Antonio Machado y Valle-Inclán.

Pese a la heterogeneidad de estos autores, se pueden apreciar una serie de rasgos en común que justifican su consideración de “generación”:

  • Sus circunstancias vitales:


. Tienen una edad aproximada y se relacionan entre sí con frecuencia, comparten publicaciones

. Comparten una ideología crítica con el atraso nacional aunque su ideología fue evolucionando

  • Temas y preocupaciones:


. La regeneración de España. Entendida como la necesidad de un cambio para modernizar el país con ideas prácticas. Más tarde buscan recuperar los valores espirituales y éticos de nuestro país indagando en los mejor de nuestra tradición y nuestra historia.

. El existencialismo. Las teorías filosóficas de Nietzsche y Schopenhauer calan en ellos. El enfrentamiento entre la fe y la razón, o la búsqueda del sentido de la vida son temas que angustian y ocupan las obras de estos autores.

  • Lenguaje y estilo:


. Natural y sobrio, con escaso adorno. Beben en los clásicos españoles y el habla tradicional castellana, de la que rescatan términos y expresiones cargados de significado.

. Buscan la precisión pero manteniendo una expresión rica y viva

. Se alejan del Realismo y están al tanto de las nuevas corrientes literarias de la modernidad internacional

  • En cuanto a su narrativa:


Buscan afanosamente nuevos modos de narrar, introduciendo las nuevas técnicas novelísticas con las que comenzaba a experimentarse en todo el mundo: el monólogo interior, la novela dentro de la novela, cambios de punto de vista narrativo…

   Casi todos los autores de la Generación tendrán la novela como parte central de su producción. Desgraciadamente, la obligación de resumir solo nos permite dar unos breves apuntes sobre la narrativa de:

RAMÓN MARÍA DEL VALLE-INCLÁN. (1866-1936)


Vida y personalidad:


Nacido en Villanueva de Arosa (Pontevedra), representa el prototipo de la bohemia. En el tema del teatro desarrollaremos más su biografía.

De su teatro nos ocuparemos en otro tema


Novela:


– Durante su etapa modernista, escribe con un lenguaje primoroso y brillante sus Sonatas (de otoño, estío, primavera, invierno). Son el relato de las andanzas del marqués de Bradomín, un donjuán decadente, feo, católico y sentimental.

– También de estilo modernista es su ciclo de novelas sobre las guerras carlistas, en las que se relata el enfrentamiento entre la España liberal y el reaccionarismo carlista. Gerifaltes de antaño es la más conocida de estas novelas.

–  A partir de 1920, Valle se orienta hacia el esperpento: un intento de desenmascarar la realidad miserable del país, mediante la deformación grotesca de la misma. Tirano Banderases su primer experimento de novela esperpéntica y, a la vez, una de las primeras novelas de dictadores: narra la decadencia de un dictador americano y su caída a manos de una revolución.

El ruedo ibérico es una serie de novelas históricas esperpénticas, muy críticas con los gobiernos de la segunda mitad del Siglo XIX.

JOSÉ MARTÍNEZ RUIZ, AZORÍN. (1873- 1967)


Las novelas de Azorín se caracterizan por que están a punto de no serlo: son tan líricas, están tan detenidas en el tiempo, su argumento es tan simple  y sus personajes tan estáticos, que apenas se produce una narración propiamente dicha. El valor de novelas como La voluntad  o Confesiones de un pequeño filósofo, está en el exquisito cuidado del idioma, en el exacto retrato del entorno físico y moral, en la pintura de un mundo detenido en el que los personajes se ensimisman y son incapaces de actuar.


PÍO BAROJA. (1872-1956):

Datos biográficos y personalidad:


Escritor vasco afincado en Madrid durante buena parte de su vida. Fue un tipo realmente peculiar, pesimista, individualista, anti-casi todo: antirreligioso, antimilitarista, antiacadémico, antimonárquico… Era un espíritu libre y contestatario que se opuso a la sociedad de su tiempo, aislándose y movíéndose en reducidos círculos de amigos y admiradores. Es por lo tanto un hombre radical y sincero, que hubiera querido ser uno de los hombres de acción que protagonizaron muchas de sus novelas, para enfrentarse al mundo de una manera más activa y decidida.

La novela según Baroja:


Baroja concibe la novela como un género indefinido, abierto a todas las posibilidades de la vida y del pensamiento: libre, espontánea, natural. Sus principales carácterísticas son:

  • Sus novelas son amenas, con un ritmo dinámico y un gran aliento vital



  • Sus diálogos son vivos, instintivos y rápidos

  • La estructura de las narraciones está marcada por la propia acción, a la que deja fluir con libertad, sin cálculos ni artificios.
  • No intenta profundizar en la sicología de los personajes, simplemente les deja vivir en la novela. Son personajes de acción que se rebelan contra la sociedad y buscan su lugar en el mundo hasta que la presión del entorno les lleva a la resignación y la inacción.
  • Por esa libertad de la que hemos hablado, su estilo es, a veces, tildado de descuidado y desaliñado, pero lo cierto es que su objetivo era expresarse con sencillez, claridad, fuerza y libertad. Y esto lo consigue plenamente.

Obra de Baroja: Agrupó muchas de sus novelas en trilogías

Miguel DE Unamuno (1864-1936):


Vida y personalidad:


Ensayista, poeta, dramaturgo, novelista, filósofo, político, profesor y rector de la Universidad de Salamanca. Nacido en Bilbao pero afincado en Salamanca, es una de las personalidades clave del Siglo XX que trasciende a lo meramente literario. Hombre brillante, erudito, de personalidad fuerte y sólidas convicciones, se convirtió en la primera parte del Siglo XX en uno de los principales referentes intelectuales de nuestro país.

Novela:


Cuando en 1902, Unamuno publica Amor y pedagogía, rompe de tal modo con lo usual en el género novelístico, que muchos críticos negaron que esta obra fuese una novela. Ante tal opinión, Unamuno repuso que si lo que escribía no eran novelas, entonces, serían “nivolas”, y así las bautizó.

Las nivolas de Unamuno se caracterizan por:


  • Su desnudez narrativa, es una narración descarnada, seca


  • Los protagonistas son seres individualistas y ROMánticos que sufren problemas de personalidad y meditan continuamente sobre el sentido de su existencia.
  • El autor utiliza la novela como método de conocimiento, como modo de meditación, de exposición de los problemas de España y las incertidumbres y angustias a las que el ser humano se enfrenta.
  • Mezcla lo real con lo imaginario; y las innovaciones de la última novela europea (monólogo interior, novela dentro de la novela) con la tradición realista cervantina y galdosiana.
  • Los diálogos son fundamentales en sus novelas, aunque también incorpora las últimas técnicas narrativas de la novela moderna como el monólogo interior o la novela dentro de la novela.

Entre sus obras podemos destacar:


Niebla: donde el protagonista es consciente de ser un personaje de ficción, pero intenta encontrar un sentido a su vida. Su creador, el narrador-escritor, le avisa de que va a morir y él siente la presión de la existencia y el destino inevitable.

San Manuel Bueno, mártir: protagonizada por un sacerdote rural que ha perdido la fe, pero sigue ejerciendo para mantener el bienestar espiritual de su pueblo.

La tía Tula: en la que Unamuno analiza la vida y el carácter de una mujer que se ve obligada a hacerse cargo de la familia de su hermana fallecida, quedando atrapada entre las convenciones sociales y sus propias dudas y contradicciones.

LA NOVELA DE LOS NOVECENTISTAS:


   Se designa así a un grupo de escritores que irrumpen en el panorama literario en torno a 1914. Todos ellos muestran una clara preocupación por el problema de la regeneración del país. En cuanto al lenguaje persiguen la pulcritud y la máxima depuración expresiva. Suponen así un eslabón entre el Modernismo y las Vanguardias.

   Son un nutrido grupo de intelectuales que alcanzaron un notable prestigio en distintos campos: José Ortega y Gasset (filósofo y guía del grupo), Eugenio D´Ors (crítico de arte), Gregorio Marañón (eminente doctor), Manuel Azaña (presidente del gobierno), Américo Castro (historiador), Menéndez Pidal (filólogo), Sánchez Albornoz (historiador), Gabriel Miró (novelista), Ramón Pérez de Ayala (novelista), Juan Ramón Jiménez (poeta).

RAMÓN PÉREZ DE AYALA (1880-1962)


Novelista asturiano de fuerte carga lírica e intelectual


En sus primeras obras, cercanas a los autores del 98, hay un importante componente autobiográfico: AMDG


Posteriormente, sus novelas se tornan más intelectuales, la acción pierde peso y la experimentación formal y la reflexión sobre asuntos estéticos, morales y políticos se convierten en la base de novelas como Belarmino y Apolonio.

GABRIEL MIRÓ (1879-1930)


En el estilo de este escritor alicantino se manifiesta la influencia del Modernismo, por su estilo lírico y formalista, pero también de la generación del 98, por su actitud crítica y reflexiva.

Su lenguaje es descriptivo, sensorial, evocador. Expresa una visión crítica de los ambientes provincianos, opresivos e hipócritas. El obispo leproso es una de sus mejores novelas.


TEMA 3. EL TEATRO DE PRINCIPIOS DEL Siglo XX. VALLE-INCLÁN Y Federico GARCÍA Lorca


  1. INTRODUCCIÓN

El teatro presenta una doble vertiente: la de obra literaria destinada a la lectura, y la de espectáculo popular en representación pública. Esta distinción hace que sea frecuente que se produzcan importantes diferencias entre un teatro creado para obtener un éxito de público masivo y cumplir unas expectativas comerciales, frente a otro tipo de espectáculo teatral más crítico, libre e innovador que, aunque generalmente posee un mayor nivel artístico, difícilmente alcanza el éxito mayoritario

Así, durante la primera mitad del Siglo XX: el aislamiento de nuestro país respecto a la cultura europea y los intereses económicos de los empresarios teatrales, que no se arriesgan a montar obras vanguardistas, condicionan el estilo del teatro español que se resiste a evolucionar y se mantiene alejado de las innovaciones del drama europeo. Muchos dramaturgos se verán ante este dilema: o claudicar ante tales condiciones o resignarse a que su producción, salvo excepciones, quede relegada a la lectura minoritaria. Hasta el punto de que los intentos renovadores de autores que quieren abrir nuevos caminos (Azorín, Unamuno, Valle-Inclán, Alberti, Lorca…) estuvieron condenados a no verse casi nunca en el escenario.

De esta forma se explica que el teatro español de la primera mitad del siglo se reparta, a grandes rasgos, en dos frentes:

  1. El teatro que triunfa, conformista y continuador del teatro del Siglo XIX. El teatro innovador, casi siempre condenado al fracaso o a no ser representado.
  1. EL TEATRO QUE TRIUNFA

El teatro que triunfa a principios de siglo es continuador en gran parte del que imperaba a finales del Siglo XIX (drama posromántico de Echegaray, “alta comedia”, costumbrismo…). Se pueden señalar en él tres grandes líneas:

  1. La comedia burguesa de evasión

Su principal objetivo era entretener al público burgués que acudía al teatro


Su máximo representante es Jacinto Benavente (Madrid, 1866-1954) que compuso, con gran éxito de público, numerosos dramas y triunfó en los escenarios españoles durante casi sesenta años.  Benavente conquistó al público burgués con sus comedias de salón llenas de calidad literaria en los diálogos, exactitud en la creación de los ambientes, finura, elegancia y sentido del ritmo.

Sitúa a personajes aristócratas y burgueses en espacios lujosos, para presentar unos conflictos superficiales y poco trascendentes en los que se critica el inmovilismo y atraso de unas clases altas que viven de las rentas y no aportan nada a la sociedad.

Los intereses creados es su obra más conocida. También intentó el drama rural con obras como La Malquerida. Aunque la crítica joven le es hostil, en 1922 se le concede a Benavente el Premio Nobel.

  1. El teatro poético en verso

Empleando una estética modernista, se desarrolla un teatro escrito con virtuosismo pero un tanto hueco y desconectado de la realidad. Es un teatro que presenta una ideología tradicionalista que exalta los ideales nobiliarios y los grandes hechos del pasado. Los cultivadores más destacados de esta corriente son Eduardo Marquina (Las hijas del Cid) y los hermanos Machado (La Lola se va a los puertos)

  1. El teatro cómico y costumbrista

Los dos géneros que alcanzaron éxito de público fueron la comedia costumbrista y el sainete. Aborda temas superficiales con una trama fácil que se resuelve favorablemente. Presenta personajes populares y castizos que resultan divertidos por su lenguaje, y recrea ambientes pintorescos.

  1. EL TEATRO DE LA GENERACIÓN DEL 98:


Durante el primer tercio de siglo, el teatro comercial convive con algunos intentos de autores que, influidos por corrientes europeas (Ibsen, Chejov, Pirandello, vanguardias…), escriben un teatro que pretender innovar, sea aportando nuevas técnicas, sea adoptando nuevos enfoques ideológicos, o ambas cosas a la vez. En esa dirección se hallan las experiencias protagonizadas por autores de las dos primeras generaciones del siglo (generación del 98 y generación del 14) desde Unamuno o Valle-Inclán a Ramón Gómez de la Serna; más tarde, por los nuevos impulsos renovadores de las vanguardias y de los autores de la generación del 27.


En la generación del 98 varios autores practicaron el género teatral con el afán de servir de revulsivo frente al drama y la comedia conservadores y burgueses que triunfaban.

Así  Unamuno cultivó el teatro como un cauce más para presentar los conflictos e ideas que le obsesionaban. Es un teatro filosófico, sin acción, con un diálogo denso y sin concesiones a las exigencias escénicas. Destaca Fedra.

Azorín hizo tardíamente unos experimentos teatrales que iban en la línea de lo irreal y lo simbólico. Su teatro da gran importancia a la palabra y muestra la obsesión del autor por el paso del tiempo. Su obra más interesante es Lo invisible, sobre el sentimiento de angustia ante la muerte.

RAMÓN MARÍA DEL VALLE INCLÁN

Vida

Nacíó en Villanueva de Arosa, Pontevedra, en 1866. Comenzó Derecho, pero, antes de acabar la carrera, su inquietud aventurera le impulsó a marcharse a Méjico (1892-93). De regresó, lleva en Madrid un vida bohemia. En una disputa con un periodista, en 1899, recibe un bastonazo que le hunde un gemelo en la muñeca; la herida se infecta y le amputan el brazo izquierdo. Su fama crece, tanto por su arte como por su vida excéntrica. 

Obra

Valle-Inclán lleva a cabo una profunda renovación del teatro partiendo del Modernismo y llegando a un tipo de espectáculo absolutamente personal, el esperpento, pasando por una serie de etapas intermedias en las que va mezclando los mitos y personajes de su Galicia natal con la farsa, la sátira cada vez más deformante de la realidad. Su obra se puede clasificar en;

    1. Obras de corte modernista: destaca sobre todo El marqués de Bradomín, el particular don Juan de Valle-Inclán


    2. Ciclo mítico: Valle comienza a forjar su estilo personal a través de una serie de obras en las que muestra unos personajes que encarnan la esencia primitiva del ser humano, unos individuos dominados por sus impulsos y pasiones primarias: el sexo, el pecado, la muerte. Estas obras se sitúan en una Galicia mítica en la que la espiritualidad y el lenguaje simbólico se oponen a la animalidad y la lujuria que mueven a los personajes. Buena parte de estas obras se agrupan bajo el título de Comedias Bárbaras. La más célebre es Divinas palabras
    3. Farsas: Valle comienza a deformar la realidad en estas obras donde se mezcla lo sentimental con lo más absurdo y grotesco. Voces de gesta, La marquesa Rosalinda,
    4. El esperpento. Son la culminación del drama de Valle Inclán. Consisten en una deformación sistemática de la realidad que el autor lleva a cabo, con el fin de mostrar la corrupción, el absurdo y el sinsentido de la vida y de la sociedad de su tiempo. Valle ve la realidad contemporánea a través del reflejo que de ella ofrece un espejo cóncavo: todo se deforma, los personajes se convierten en marionetas manejadas por el autor, se normaliza lo extraordinario y lo real parece inverosímil, todo es reflejado de manera irónica y sarcástica, se animaliza y cosifica al ser humano.

Valle Inclán escribe un buen número de esperpentos, pero destacan Martes de Carnaval y sobre todo Luces de bohemia. Esta última obra muestra las últimas 24 horas de la vida de Max Estrella, un artista bohemio, viejo y sin éxito, que malvive junto a la familia y que emprende un recorrido nocturno por el Madrid de la época guiado por su particular lazarillo:  don Latino de Híspalis. El autor muestra con cariño la dignidad trágica y la nobleza del patético personaje principal, que muere en medio de un mundo corrupto y sin sentido en el que él no tiene cabida

4. EL TEATRO DE LA GENERACIÓN DEL 27:

En los años 20 se producen una serie de movimientos en la cultura y el arte que favorecerán la proliferación de un teatro novedoso, experimental y de calidad. Así surgirán grupos de aficionados y universitarios que llevarán a cabo un notable impulso de renovación teatral. Los autores de la generación del 27 se encontrarán en el centro de esos aires de cambio, introduciendo su visión que aúna la tradición y el arte de vanguardia, en el teatro de la época. Rafael Alberti, Miguel Hernández y Max Aub escribirán es estos años previos a la Guerra Civil interesantes obras teatrales decididamente renovadoras y vanguardistas, pero sin duda, por encima de todos ellos se encuentra la obra de:

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