Sociedad ilustrada


LA PROBLEMATIZACIÓN DE LA CATEGORÍA MUJER: En primer lugar, hablaré del hecho de ser mujer ¿qué es ser mujer?, ¿qué es realmente una mujer?; en segundo lugar, de la relación entre el ser mujer y la feminidad, ¿qué lleva a Beauvoir a convertir en un problema la categoría central de su investigación? ¿qué es la feminidad y el “eterno femenino”?; y por último de las propuestas feministas que destaca Beauvoir, ¿qué circunstancias limitan la libertad de la mujer? 

La cuestión ¿qué es una mujer?,  hace que nos planteemos posibles respuestas y lo que hace nuestra autora al formular esta pregunta es llevar una duda radical al significado del concepto “mujer”, que parecía ya establecido de manera firme, encorsetando a los individuos concretos a los que se aplica. Ser mujer se vincula al hecho biológico de “tener útero”, esto es, al hecho de ser hembra humana y se emplea en un sentido valorativo que permite establecer si determinadas hembras humanas son más o menos mujeres. Este punto de vista relaciona al ser mujer a cierta cualidad denominada “feminidad”, que las mujeres concretas manifestarían en mayor o menor medida. Beauvoir se pregunta si dicha cualidad es segregada por los ovarios o si se trata de una idea de tipo platónico de la que las mujeres tendrían que participar para ser plenamente mujeres. Según Simone de Beauvoir, el supuesto “eterno femenino” que ha sido negado tanto por los ilustrados racionalistas como por autoras contemporáneas que llegan a afirmar que mujer es aquel ser humano al que arbitrariamente se califica de “mujer””, es una creación y modo de valoración cultural en el que somos educados. Este concepto dice que no bastan las carácterísticas fisiológicas, sino que además a la mujer le corresponden carácterísticas como más sensibilidad, pasividad, sensualidad, dependencia del hombre o ama de casa. El hecho real de la discriminación de sexos es que la clasificación de los seres humanos en hombres y mujeres existe en la realidad social; solo hay que abrir los ojos para verla. 

En referencia a la pregunta ¿qué es la feminidad?, Beauvoir responde con que para ella no es una cualidad que caracterice a las mujeres de manera natural, sino que la feminidad es como un mito forjado a lo largo del tiempo que comienza a desmoronarse, afortunadamente desde su punto de vista, en el Siglo XX en la sociedad occidental. Afirma también que ser mujer, con todo lo que ello implica desde el punto de vista tradicional, no es algo natural, sino el resultado de un complejo proceso de aprendizaje que empieza desde los primeros momentos de la vida de los individuos.  

Tradicionalmente se ha asociado “ser mujer” a realizar funciones vinculadas al cuidado de los demás y se la ha excluido del ejercicio de otras funciones que se desligaban del ámbito de la afectividad como son el deporte o determinados trabajos. La concepción tradicional que asignaba a los varones la autonomía, la capacidad para la acción, la racionalidad, la capacidad para ejercer el poder, el control de la emotividad, la valentía, el gusto por el riesgo, la seriedad y el rigor, la falta de sensibilidad y las dificultades para manifestar y desarrollar la afectividad…, y a las mujeres carácterísticas cómo la pasividad, la dependencia o emotividad, la sensibilidad, la afectividad, la debilidad y necesidad de protección, la incapacidad técnica, la irracionalidad, la frivolidad o el gusto por la belleza; hace que constituyan en las mujeres “lo femenino”, “la feminidad” o el “eterno femenino”. De modo paralelo, Beauvoir hace referencia al “eterno masculino”. En ningún caso se trata de carácterísticas o comportamientos naturales sino que son el resultado del adiestramiento en sociedad desde la infancia y del aprendizaje. 

Beauvoir hacer referencia a propuestas feministas de Françoís Poulain de la Barre, continuadas durante la Ilustración por Diderot, Condorcet, Mary Wollstonecraft y, posteriormente, por Stuart Mill. Las cuales todas ellas advierten del carácter “artificial”, construido culturalmente, de lo femenino y denuncian la exclusión de las mujeres del ámbito de lo público y del poder. Estos análisis harán posible que surja el movimiento sufragista, centrado en la vindicación de los derechos de ciudadanía para las mujeres, Cuyos logros llevan a pensar a Beauvoir qué se trata, en la mitad del Siglo XX, de una lucha ya cerrada cuando ella lleva a cabo su investigación. 

En conclusión, puedo decir que Simone de Beauvoir introduce una duda en lo que es la categoría “mujer” para reivindicar la libertad, a partir de cuestionar el concepto biológico de mujer y el cultural de “eterno femenino”. El cuestionamiento de teorías como el platonismo, el vitalismo de Nietzsche o el aristotelismo se resumiría en la famosa frase que nombra Simone de “no se nace mujer, se llega a serlo”. 

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