Sociedad limitada nueva empresa


La distencion internacional.
El espíritu de Locarno
La puesta en marcha del Plan Dawes se tradujo en una inmediata disminución de
la tensión internacional, que abríó paso a una época de entendimiento entre los
países y de mejora de las relaciones diplomáticas, sobre todo entre Alemania y
las potencias vencedoras de la guerra.
Este clima propició la firma de los Acuerdos de Locarno (Suiza) de 1925, cuyas
resoluciones contribuyeron a la estabilidad en el continente, como la revisión del
pago de reparaciones de guerra, el reconocimiento mutuo de las fronteras entre
Alemania, Bélgica y Francia, y la declaración de la regíón de Renania como zona
neutral y desmilitarizada,
El nuevo período en las relaciones internacionales estuvo marcado por el enten-
dimiento v la concordia, hasta el punto de que se habla del «espíritu de Locarno»
para referirse a la diplomacia desarrollada en los años posteriores, que estuvie-
ron marcados por una serie de acuerdos.
El nacimiento de la sociedad de consumo
La mejora económica permitíó que las innovaciones de la Segunda Revolución
Industrial, que solo eran accesibles a las clases acomodadas, se extendieran a
otros sectores de la sociedad. En este hecho influyeron tres factores:
• Abaratamiento de los costes de producción. La aplicación de nuevas técnicas
de trabajo, como la producción en cadena y en serie, permitíó fabricar produc-
tos más baratos.
• Aplicación de nuevos sistemas de comercialización. La extensión de la venta
a crédito y a plazos facilitó el acceso al consumo, que era fomentado con nue-
vas técnicas de publicidad.
• Mejora en las condiciones de la clase trabajadora. El movimiento obrero logró
un aumento en los salarios de los trabajadores y una reducción de la jornada
laboral; así tuvieron más tiempo y más dinero para consumir.
La sociedad de consumo tuvo su reflejo en las ciudades, que se modernizaron con
tranvías, ferrocarriles suburbanos y automóviles. Además, hubo avenidas flan-
queadas por edificios de gran altura.
la expansión demográfica de las ciudades originó una revolución social v, con
ella, el surgimiento de una nueva clase media urbana.
Una economía frágil
Pese a su esplendor, la prosperidad económica de los años veinte era frágil, pues
se sustentaba en la abundancia del crédito y en el endeudamiento de familias y
empresas. Las posibilidades de enriquecimiento rápido generaron una burbuja
de especulación en la Bolsa de Nueva York.
Los ahorradores se lanzaron al mercado bursátil comprando acciones a crédito,
convencidos de que los beneficios les permitirían devolver el capital y obtener
ganancias fáciles. En cambio, la inversión en economía productiva descendíó.
El crac de 1929
Cuando algunos inversores se dieron cuenta de la fragilidad de la burbuja, ven-
dieron de forma masiva. Esto desplomó el precio de las acciones. El 24 de octu-
bre de 1929 se desató el pánico en Wall Street. Fue el Jueves Negro. Pese a los
intentos de frenar la tendencia, continuaron las caídas. Millones de personas per-
dieron sus ingresos y se arruinaron.
¿Qué es el totalitarismo?
La pensadora Hannah Arendt acuñó el término totalitarismo para referirse a mode-
los políticos de izquierda o de derecha que, aunque se perciben pomo extremos
opuestos, en realidad poseen rasgos comunes.
El totalitarismo se da en regíMenes de partido único, por lo que no hay pluralismo.
Supone la negación del Estado de derecho y los individuos quedan subordinados
a los intereses del Estado. El Imperio de la ley queda sustituido por la represión y
la violencia, que se ejerce contra cualquier colectivo considerado enemigo del
pueblo. Su fin último es alcanzar un poder ilimitado sobre la población, poniendo
en marcha mecanismos de control de la sociedad en todos sus ámbitos.
La Tercera Internacional y la fundación de la URSS
En 1919 se fundó la Tercera Internacional, o Komintern, para extender la revo-
lucíón a todo el mundo. Los partidos que se adhirieron se llamaron comunistas.
En 1922 se fundó la Uníón de Repúblicas Socialistas Soviéticas (URSS). Un año
antes, el Gobierno, dirigido por Lenin, había abandonado el comunismo de gue-
rra ante la rebelión de los campesinos contra las requisas de sus cosechas y las
protestas de la población por las carestías.
En su lugar se puso en práctica la NEP (nueva política económica), que admitía un
mercado reducido y toleraba pequeños negocios privados. Las condiciones de
vida de la población mejoraron con esas medidas.
Rasgos comunes
Los movimientos totalitarios de extrema derecha nacieron en el perícdo de entre-
guerras y se caracterizaron por la exaltación de la nacíón desde planteamientos
excluyentes. Manifestaron su adhesión al militarismo, al antimarxismo y a un
antiliberalismo que rechazaba el sistema parlamentario. Además, presentaban
ciertos rasgos comunes:
• Supremacía del Estado, del partido único y del líder. Rechazaban los dere-
chos del individuo frente al Estado. El Estado se identificaba con el partido
único, concebido como un movimiento de masas. Al frente se situaba el líder
como personificación de la nacíón.
• Control de la sociedad. Los individuos eran obligados a encuadrarse en asocia-
ciones (estudiantiles, laborales, femeninas, etc.) vinculadas al partido único. Se
creó así una sociedad jerarquizada y dominada por una élite. Para controlarla,
se ejercía el dominio de los medios de comunicación (prensa, radio y cine).
• Control de la economía. El Estado dirigía la economía. Aunque aceptaba el ca-
pitalismo, el modelo se basó en la autarquía o autosuficiencia económica. Para
reducir el desempleo, se impulsaban políticas de obras públicas.
• Nacionalismo exacerbado. Los fascistas eran ultranacionalistas. Seguían una
política exterior agresiva y afirmaban la superioridad de la raza nacional. En
ocasiones, se tradujo en la exclusión e incluso la aniquilación de otros pueblos.
El nazismo en Alemania. Ascenso al poder
Alemania fue la gran derrotada en la Gran Guerra y la más humillada por los tra-
tados de paz. La nueva República de Weimar tuvo que hacer frente a graves difi-
cultades. En este ambiente surgíó el nazismo o nacionalsocialismo.
En 1921 surgíó el Partido Nacional Socialista de los Trabajadores Alemanes
(NSDAP) o Partido Nazi, liderado por Adolf Hitler. En la década de 1920 era un
pequeño grupo de ultraderecha poco influyente.
Pero en la década de 1930, el impacto de la Gran Depresión benefició a los partidos
extremistas. El ejército y el gran capital vieron en los nazis la mejor barrera contra el
comunismo. En 1932, el Partido Nazi alcanzó su techo electoral, sin llegar a la ma-
yoría absoluta, pero el presidente Hindenburg nombró canciller a Hitler en 1933.

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