Teatro español de principios del siglo XX
Principales tendencias
El periodo entre 1880 y las primeras décadas del siglo XX trajo una profunda renovación del teatro español. El teatro se convirtió en un medio de divertimiento y evasión. Destacan Ramón María del Valle-Inclán y Federico García Lorca.
El teatro a principios del siglo XX
En función de los gustos del público, surgieron problemas ideológicos y estéticos. Ideológicamente, el teatro defendía ideales conservadores. Estéticamente, el público, que rehuía la innovación, frenó las nuevas tendencias. Muchas obras de Valle-Inclán no se representaron en vida del autor.
Principales tendencias
Podemos dividir el teatro en comercial y experimental.
- Teatro comercial: Continuador de la estética realista. El público se interesó por otras diversiones, lo que llevó al teatro a una crisis. Se incorporaron nuevos elementos:
- Comedia burguesa: Criticaba suavemente los defectos de la burguesía. Su principal representante fue Jacinto Benavente con La Malquerida.
- Teatro cómico: Costumbrista, con sainetes y zarzuela. Visión idealizada de la realidad con tipos populares fijos (el gandul, el chulapo…). También se desarrollaron las tragedias grotescas.
- Teatro de experimentación: Innovador en forma y contenido. Al principio, las innovaciones no tuvieron gran éxito.
- Teatro simbólico y poético: En verso, del modernismo. Destacan Francisco Villaespesa y los hermanos Machado. En la Generación del 27, Lorca y Alejandro Casona con La dama del alba.
- Teatro marginal: Renovó el contenido y la forma. Destacan Unamuno, Azorín y Valle-Inclán.
- Teatro de humor innovador: Destacan Enrique Jardiel Poncela, con comedias originales y personajes ilógicos, y Miguel Mihura, con Tres sombreros de copa. La Guerra Civil marcó el final de este grupo.
Ramón María del Valle-Inclán
Su evolución se divide en cuatro etapas:
- Primera etapa (modernismo): Ligada al carlismo, exaltación del pasado, estilo cuidado. Obra más conocida: El marqués de Bradomín.
- Segunda etapa (teatro mítico): Ambientadas en la Galicia rural, visión mítica, presencia de lo mágico. Obras: Comedias bárbaras y Divinas palabras.
- Tercera etapa (farsas): Casi esperpentos, pero en un contexto no realista.
- Etapa final (esperpentos): Deformación grotesca de personajes y situaciones. Sátira fuerte de la situación española y variedad lingüística. Inclusión de animales, muchos personajes y cambios de escenario.
Federico García Lorca
Su teatro, paralelo a su lírica, presenta la realidad humana sin máscaras.
- Primera etapa (teatro modernista): Obras: El maleficio de la mariposa y Mariana Pineda.
- Segunda etapa (búsqueda de nuevas formas): Farsas para guiñol y farsas para personas.
- Tercera etapa (obras de madurez): Bodas de sangre (verso y prosa, represión amorosa), La casa de Bernarda Alba (obra cumbre) y Yerma (maternidad frustrada). Su labor renovó las letras y la dramaturgia.