Teatro Anterior a la Guerra Civil
En las primeras décadas del siglo XX, hubo varios intentos de renovación teatral que, aunque no tuvieron éxito inmediato, marcaron un cambio significativo.
Teatro Comercial
La hegemonía correspondió a Jacinto Benavente. También gozaron de aceptación el teatro cómico y el teatro en verso.
Los intentos de renovación vinieron de la mano de Jacinto Grau, Miguel de Unamuno, José Martínez Ruiz (Azorín), Ramón María del Valle-Inclán y Federico García Lorca.
Jacinto Benavente
Su teatro compone una crónica de las preocupaciones y los prejuicios burgueses por medio de una suave ironía. En sus obras sobresale el diálogo, sustituyendo la acción por la narración y la alusión. Los momentos álgidos de sus dramas suelen ocurrir fuera de escena. Destacan Los intereses creados y La malquerida.
El Teatro Cómico
En las primeras décadas del siglo XX predominó el género cómico, acompañado de elementos líricos. La finalidad básica fue el entretenimiento del público.
Géneros del Teatro Cómico
- Obras con música: opereta, revista y vodevil.
- Obras sin música: juguete cómico, sainete, astracán.
Autores destacados:
- Los hermanos Álvarez Quintero (Serafín y Joaquín): El traje de luces.
- Pedro Muñoz Seca: creador de la tragedia grotesca, que juega con la comicidad externa y una profunda gravedad en el contenido, con una voluntad de denuncia de la realidad nacional. Destacan La señorita de Trevélez y ¡Que viene mi marido!
Intentos de Renovación
Entre los primeros intentos de renovación destacan las aportaciones de Unamuno y Azorín.
El Teatro Desnudo de Unamuno
Unamuno propuso llevar al público un dramatismo esencial, lejos de la excesiva ornamentación escénica, abogando por un teatro desnudo. Esto suponía la reducción de personajes al mínimo, de las pasiones a su núcleo y el esquematismo en la acción. Buscó la realidad última a través del teatro como método de conocimiento. Destaca Fedra.
El Antirrealismo de Azorín
El teatro de Azorín es de experimentación y búsqueda de una realidad más sutil, etérea. Combatió la estética naturalista y luchó por un teatro antirrealista que incluyera lo subconsciente, lo onírico y lo fantástico. Consideraba necesaria la transformación de la técnica y estructura del espectáculo, insistiendo en la importancia del director de escena. Destacó el diálogo. Los temas de su teatro son la felicidad, el tiempo y la muerte. Destaca la trilogía Lo invisible.
Valle-Inclán y el Teatro en Libertad
En su trayectoria dramática se observa una constante voluntad de renovación formal y temática, rompiendo con el teatro de su época.
Inicios Dramáticos: Dramas Decadentistas
Valle-Inclán aplicó el modernismo al drama, alejándose del teatro simbolista con la incorporación de personajes con lenguaje y actitudes realistas. Destacan El marqués de Bradomín y El yermo de las almas.
Dramas de Ambiente Galaico
Estas obras se localizan en una Galicia mítica e intemporal, representando una sociedad arcaica. Los conflictos se centran en la lujuria, la soberbia, la crueldad, el despotismo, el pecado, el sacrilegio, la superstición y la magia. Destacan Comedias bárbaras y Divinas palabras.
Las Farsas
Valle introduce personajes de la farándula, el uso de disfraces y el teatro dentro del teatro, buscando la ruptura del efecto de realidad escénica. Destacan La marquesa Rosalinda, La cabeza del dragón, La enamorada del rey y La reina castiza.
El Esperpento
La producción dramática de Valle-Inclán culminó en el esperpento, que deforma aspectos del personaje y las situaciones, produciendo una visión caricaturizada, alternativamente cómica y dramática. Utilizó esta estética para reflejar su desprecio por el momento histórico. Destacan Luces de bohemia y Martes de carnaval.
Lorca y el Espectáculo Total
Federico García Lorca creó el teatro poético. Su producción dramática expresa los problemas de la vida y la historia con un lenguaje cargado de connotaciones.
Primeros Dramas y Farsas
Los primeros dramas lorquianos están emparentados con el teatro modernista. El maleficio de la mariposa y Mariana Pineda son algunas de sus obras destacadas.
Las cuatro farsas de García Lorca desarrollan el conflicto del matrimonio de conveniencia entre el viejo y la joven. Destacan Tragicomedia de don Cristóbal y La señá Rosita. Las farsas para personas incluyen La zapatera prodigiosa y Amor de don Perlimplín con Belisa en su jardín.
Las comedias imposibles anticipan la ruptura de la lógica espacio-temporal, el desdoblamiento de la personalidad y la posibilidad de varias interpretaciones. Destacan Así que pasen cinco años, El público y Comedia sin título.
Tragedia y Dramas
Las tragedias lorquianas se desarrollan en un ambiente rural donde las fuerzas naturales imponen un destino trágico. El argumento tiene escasa importancia, hay pocos personajes principales e intervienen coros. Los temas son la frustración, el amor, la esterilidad, la muerte y el paso del tiempo. Destacan Bodas de sangre, Yerma y La casa de Bernarda Alba.