Técnicas Narrativas del Realismo Objetivista
El realismo objetivista introduce técnicas narrativas que buscan reflejar la realidad de forma imparcial, como si se tratara de una película. Estas técnicas incluyen: la adopción de una perspectiva cinematográfica en tercera persona, eliminando las transiciones narrativas; la transcripción fiel de los diálogos; el rechazo a la introspección; la preferencia por descripciones directas y sencillas que reflejan lo esencial; y la adopción de un estilo característico de la crónica: desnudo, directo, conciso y sólido.
Literatura de Posguerra en España
La literatura de posguerra española se refiere a la producción literaria marcada por el contexto político y cultural posterior a la Guerra Civil (1936-1939). Este periodo se caracterizó por los desastres de la guerra, la dictadura franquista, la censura y las dificultades sociales. Estéticamente, durante la década de 1940, se abandonaron las tendencias narrativas vanguardistas que predominaron en los años 1920 y 1930.
Corrientes Novelísticas Predominantes en la Posguerra
La Novela de la Década de 1940: La Novela Triunfalista
Esta corriente defiende los valores tradicionales como Dios, la patria y la familia, y justifica la Guerra Civil y sus consecuencias, culpando al bando republicano. Autores como Rafael Sánchez Mazas, Rafael García Serrano e Ignacio Agustí cultivaron este tipo de novela conservadora, actualmente denostada por la crítica literaria.
La Novela Tremendista y Existencialista
Esta tendencia resalta los aspectos más crudos de la vida, con personajes anodinos y sin expectativas, que afrontan su destino con incertidumbre y desasosiego. Muchos sufren la soledad, la incomunicación, la frustración y la opresión. Son novelas realistas, a menudo narradas en primera persona, con recuerdos del pasado y uso del monólogo interior para explorar la interioridad de los personajes. Reflejan la amargura de la vida cotidiana. Un ejemplo destacado es Nada de Carmen Laforet.
La Novela de la Década de 1950: El Objetivismo
El objetivismo se convierte en la principal técnica narrativa. Se describe la realidad de manera imparcial, con un narrador en tercera persona que registra los diálogos y comportamientos como una cámara cinematográfica. Desaparece el narrador omnisciente. Los personajes se presentan exteriormente, a través de sus palabras, gestos y reacciones. El estilo es directo, sencillo, rechazando el subjetivismo y las descripciones extensas. Se presentan protagonistas colectivos y se da importancia a la colectividad. Los personajes suelen ser pasivos, sufrientes y aislados. Obras representativas son La Colmena de Camilo José Cela y Entre visillos de Carmen Martín Gaite.
La Novela de los 60 y 70: La Novela Experimental
Se recupera la temática individual, junto al tema social. El análisis psicológico, la búsqueda de identidad y los problemas personales vuelven a ser centrales. La trama pierde importancia frente a la forma en que se narran los acontecimientos. Se combinan distintos puntos de vista, mezclando narraciones en primera, segunda y tercera persona. Obras importantes son La verdad sobre el caso Savolta de Eduardo Mendoza y Mortal y rosa de Francisco Umbral.
Diferencias entre la Novela Triunfalista y la Tremendista
La novela triunfalista defiende los valores tradicionales y justifica la Guerra Civil, culpando al bando republicano. Los personajes son analizados como símbolos de ideas o conflictos. Autores como Rafael Sánchez Mazas e Ignacio Agustí representan esta corriente. En contraste, la novela tremendista y existencialista se centra en la incertidumbre del destino humano y la dificultad de comunicación. Los personajes son oprimidos, violentos e indecisos. Son novelas realistas, con narradores en primera persona que rememoran el pasado y utilizan el monólogo interior.
Orientaciones del Realismo Social
Realismo Objetivo
Propone un testimonio directo y escueto, sin intervención del autor. El narrador se convierte en una cámara que registra la realidad con imparcialidad. El Jarama de Rafael Sánchez Ferlosio es un ejemplo representativo.
Realismo Crítico
Refleja la realidad y denuncia las miserias e injusticias sociales y políticas. Las ratas de Miguel Delibes es una obra clave de esta tendencia.
Realismo Intimista
Se centra en la vida cotidiana y los conflictos internos de los personajes. Entre visillos de Carmen Martín Gaite es un ejemplo destacado, que presenta la vida monótona de un grupo de jóvenes en una ciudad de provincias. La autora utiliza diferentes voces narrativas para mostrar los acontecimientos desde distintos puntos de vista.
Modalización en el Texto
La modalización se refiere a los mecanismos lingüísticos que expresan la subjetividad del hablante. Se pueden distinguir tres tipos de modalización:
Modalización Valorativa
Consiste en emitir juicios de valor sobre lo expuesto, a través de expresiones apreciativas o despreciativas, vocabulario ponderativo, figuras literarias, comentarios personales y cuantificación.
Modalización Epistémica
Se relaciona con el grado de certeza que el emisor atribuye a sus enunciados. Puede presentarlos como incuestionables o como posibles.
Modalización Deóntica
Se produce cuando el emisor expresa la necesidad o conveniencia de actuar por motivos éticos o morales, utilizando recomendaciones, imperativos, perífrasis verbales de obligación o expresiones que indican deber o conveniencia.