TEMA 9. TEATRO DESDE 1939 HASTA NUESTROS DÍAS
En el teatro posterior a la guerra pueden reconocerse unas etapas y unas tendencias paralelas a las que observamos en la novela y en poesía. Una síntesis: • Durante los años 40 y parte de los 50 continúa la tendencia tradicional pero también la búsqueda de nuevos caminos, (como el teatro existencial). • Mediada la década de los 50 apunta un teatro realista y social con el propósito de testimonio y denuncia hasta donde tolera la censura. • A medida que avanzan los años 60 y entramos en los 70, ya cansados del Realismo social, se producen intentos de un teatro experimental, con fuerte carga crítica.
1. TEATRO DE POSGUERRA
La producción de los autores de los años 40 y principios de los 50, destaca el teatro de humor. Entre los autores, destacan -Jardiel Poncela, que se basa en un teatro de lo inverosímil y lo absurdo. Combina el humor del lenguaje y de las situaciones, aunque algunos han criticado su exceso de enredo en el conflicto. Entre sus obras cabe destacar Eloísa está debajo de un almendro o Los habitantes de la casa deshabitada
. -Miguel Mihura, al igual de Poncela, se basa en lo absurdo e ilógico. Sin embargo, parte de su obra se caracteriza por una preocupación existencial y una intención crítica. En un primer momento su humor busca no solo entretener sino también reflexionar. Más tarde, su teatro se vuelve más convencional. Su obra más relevante pertenece a la primera época:
Tres sombreros de copa
.2. TEATRO REALISTA DE PROTESTA Y DENUNCIA
Junto a un público burgués, aparece un público nuevo, juvenil y universitario que pide otro teatro. La censura se relaja un poco y se consolida el concepto de Realismo social. En los años 50 y 60, se implanta un teatro crítico que busca un compromiso ético-social con el individuo y con su realidad. Es el teatro del “Realismo social”. El estreno de la obra de Buero Vallejo, Historia de una escalera, en 1949, y Escuadra hacia la muerte, de Alfonso Sastre, en 1953, marcan el inicio del cambio. Además de la nombrada anteriormente, Buero Vallejo también adopta una denuncia directa y abierta como en El tragaluz.
, o con un tono más simbólico como en La fundación, y en otras recurre al fondo histórico como El concierto de San Ovidio (situada en el París del Siglo XVIII), para poder burlar mejor a la censura. Otros autores que se encuadran dentro del “Realismo social” son Lauro Olmo o Carlos Muñiz. Todos estos autores tienen una temática común: injusticia social, y alienación. Ante ello la actitud del autor sería de testimonio o de protesta.
3. TEATRO VANGUARDISTA Y TEATRO INDEPENDIENTE
A mediados de los años 60 surge un teatro menos social y más experimental. Aparecen nuevos nombres que intentan superar el teatro social mediante fórmulas más vanguardistas y experimentales. El teatro que hacían estos autores era tan o más crítico que el de los realistas por lo que chocan también con la censura.
El caso más revelador fue Fernando Arrabal, con obras como Picnic que continuó su obra en el extranjero. En España, el único caso de éxito rotundo fue Antonio Gala.
El teatro de este momento también gira en torno a la protesta y denuncia: temas como la dictadura, la falta de libertad, la injusticia, la alienación… Pero lo nuevo es el tratamiento dramático: se desecha el enfoque realista para sustituirlo por enfoques simbólicos y alegóricos.
También a mediados de los años 60, como alternativa al teatro comercial, surgen diversos grupos del llamado “teatro independiente”. Suelen hacer un teatro crítico y comprometido con la realidad. Estos grupos buscan nuevas fórmulas que contribuyan a la renovación del teatro y del espectáculo. Se recurre a la farsa, a lo grotesco, a deformaciones esperpénticas; se da entrada a lo alucinante, a lo onírico; se cultivan recursos sonoros, visuales, corporales… Inspirándose en la comedia musical, la revista o el circo.
4. TEATRO DESDE 1975
Tras el experimentalismo de los años 60 y 70, todos los géneros literarios vuelven la vista a la tradición y lo convencional. Esto sucede también en el teatro. Los nuevos autores dramáticos se inclinan hacia la comedia realista, bien concluida y que desarrolla temas de actualidad: la droga, la delincuencia, los conflictos amorosos contemporáneos, la corrupción política… Casi siempre con un matiz irónico y humorístico. Quizá el autor más destacado sea José Luis Alonso de Santos, con obras como La estanquera de Vallecas o Bajarse al moro .
También es interesante la obra del actor Fernando Fernán Gómez, por ejemplo: Las bicicletas son para el verano.
El panorama de estos últimos años es variado y cambiante. Predomina el teatro comercial (continúa con esquemas formales anticuados); teatro institucional (El Centro Dramático Nacional o La Compañía Nacional de Teatro Clásico, que realizan montajes de obras consagradas); teatro de humor (cosecha éxitos con fórmulas nuevas como los monólogos, comedias mudas, teatro de improvisación); teatro musical (este género hasta hace bien poco, poco habitual en España, prolifera hoy en día con éxito).
TEMA 8. TEATRO DESDE PRINCIPIOS DEL Siglo XX HASTA 1939 A finales del Siglo XIX las obras más representadas eran las llamadas de «alta comedia» de Echegaray y sus seguidores, melodramas que buscaban la emoción del espectador. Los gustos del público, poco depurados, y el escaso interés de los empresarios teatrales, impedían cualquier intento renovador del panorama teatral.
A. TEATRO COMERCIAL
1: La comedia burguesa de Benavente. Jacinto Benavente propuso un teatro sin grandilocuencia, sin excesos, con atención preferente a los ambientes cotidianos. Su obra supone una crítica amable de los ideales burgueses. Así sucede en sus obras Lo cursi o Los intereses creados. Otras veces intenta el «drama rural» (Señora Ama). Benavente se ganó el favor del público y una popularidad enorme a nivel nacional, y en 1922 se le concede el Premio Nobel 2: El teatro en verso. De clara influencia modernista. De los cultivadores de esta línea merecen citarse: – Francisco Villaespesa: Dona María de Padilla, Aben Humeya – Eduardo Marquina: Las hijas del Cid, En Flandes se ha puesto el sol. – Los hermanos Manuel y Antonio Machado con obras escritas en colaboración como Juan de Mañara o La Lola se va a los puertos. 3: El teatro cómico. Los tipos y ambientes castizos del Romanticismo vuelven ahora a la escena de la mano de autores como: – Los hermanos Álvarez Quintero presentan en sus obras la imagen de una Andalucía superficial, tópica e incluso falseada. Algunas de sus obras son: La reina mora, El ojito derecho, El genio alegre. – Carlos Arniches. Por una parte produce sainetes de ambiente madrileño, y por otra escribe lo que él mismo denomina «tragedia grotesca», obras en las que se mezcla lo risible y lo conmovedor (La señorita de Trevélez).
B. TEATRO DE INNOVACIÓN/DRAMATURGOS DE RUPTURA: VALLE- INCLÁN Y GARCÍA Lorca
EL ESPERPENTO DE VALLE INCLÁN
Su obra teatral suele agruparse en tres ciclos: A) EL MITO: La acción transcurre en una Galicia mítica, intemporal: Comedias bárbaras, B) LA FARSA: Obras situadas en un espacio más ‘ridículo’, propio del Siglo XVIII: Farsa y licencia de la reina castiza. C) EL ESPERPENTO: Luces de Bohemia, (1920) y la trilogía Martes de carnaval EL ESPERPENTO es un intento de presentar la realidad española, pero dando no una visión natural y real, sino presentando los hechos de una manera exagerada y burlesca. Nos presenta una realidad deformada, para que el espectador quede sorprendido y tome conciencia de la misma. Se presenta en el escenario un mundo insólito y sorprendente, para que el espectador lo relacione con su propia realidad cotidiana y se dé cuenta de lo que esta tiene también de insólito. Luces de Bohemia inicia la estética del esperpento. La obra cuenta el recorrido (el último, porque al final muere) de Max Estrella y su compañero Latino de Híspalis por la noche madrileña. Max Estrella muere arrimado al quicio de una puerta y es traicionado y esquilmado por su lazarillo. Bajo los personajes de ficción se esconden muchos personajes reales de la época; pero también hay alusiones a personajes históricos con su propio nombre: Unamuno, Alfonso XIII, Pastora Imperio, Antonio Maura, Joselito.EL TEATRO POÉTICO DE Federico GARCÍA Lorca
La obra dramática de Lorca puede agruparse en tres grandes bloques: – PRIMERAS PIEZAS TEATRALES. En 1920 estrena El maleficio de la mariposa, obra de influencia modernista, que inaugura ya el tema fundamental de la dramaturgia lorquiana: la insatisfacción amorosa. El estreno fue un fracaso del que Lorca se resarcíó pronto con Mariana Pineda, drama histórico basado en la heroína ajusticiada por haber bordado una bandera liberal. A estas dos obras se unen las farsas trágicas sobre amores desgraciados de La zapatera prodigiosa y Amor de don Perlimplín con Belisa en su jardín. En esta primera época también compone varias piezas breves de teatro de marionetas. – TEATRO VANGUARDISTA: las comedias imposibles o misterios. Lorca dio este nombre a las comedias creadas bajo el influjo surrealista. La técnica surrealista le vale para explorar los instintos ocultos del hombre, como en El público. – LA ETAPA DE PLENITUD. Lorca escribe durante los años treinta obras teatrales que sí alcanzan el éxito comercial: Bodas de sangre, Yerma y La casa de Bernarda Alba. Todas ellas tienen en común el protagonismo de las mujeres, cuya situación de marginación social es tema común en las cuatro. En Bodas de sangre (una novia huye con su antiguo novio el día de su boda) aparecen temas conocidos de Lorca (el amor, la violencia, la muerte, las normas sociales que reprimen los instintos). Yerma aborda otros temas muy lorquianos: la esterilidad, la opresión de la mujer, el anhelo de realización que choca con la moral tradicional… La casa de Bernarda Alba es un apasionado alegato contra el autoritarismo familiar que encarna la figura de Bernarda Alba y que desemboca en muerte y dolor.