Tendencias Narrativas en la Literatura Española: Del 98 a la Democracia


La Novela Española: Del Siglo XX a la Actualidad

La Generación del 98 y el Comienzo del Siglo XX

La novela de comienzos del siglo XX está protagonizada por los narradores de la Generación del 98. En el plano estético, los novelistas del 98 se rebelan contra el retoricismo y el didactismo moralista de la novela realista del XIX con el propósito de crear una narrativa contemporánea. Sus rasgos esenciales son:

  1. El tono narrativo es escéptico, pesimista y existencial, con personajes angustiados.
  2. La estructura narrativa tradicional deja paso a la meditación introspectiva y a la sugerencia simbolista.
  3. Prefieren una prosa concisa, sobria y directa.

Los jóvenes del 98 prefieren indagar acerca de la grave crisis en la que se encuentra la sociedad española. El fracaso y el desastre de Cuba y Filipinas crearon desde 1898 un clima de inconformismo y reformismo. El tema de España, representado en el paisaje de Castilla, se convierte en la divisa del grupo. Los autores del 98 presentan dos posturas ideológicas diferenciadas: una primera etapa juvenil, hasta 1912, y una segunda etapa de madurez hasta la Guerra Civil.

  • Unamuno escribió ensayos, novelas y poesía cuyos dos grandes temas son: la meditación sobre el sentido de la vida y el más allá, y la preocupación por España. El nudo central del pensamiento unamuniano es el conflicto entre fe y razón. Sus novelas desarrollan, a través de personajes sufrientes, los mismos conflictos existenciales de los ensayos. Entre sus obras destacan Amor y pedagogía, Niebla, La tía Tula y San Manuel Bueno, mártir.
  • Azorín compuso la trilogía autobiográfica de La voluntad, Antonio Azorín y Las confesiones de un pequeño filósofo. Su estilo se caracteriza por la pureza y la exactitud, de fuerte carácter impresionista.
  • Baroja es considerado el novelista por antonomasia del 98. Escribió Camino de perfección, El árbol de la ciencia, Zalacaín el aventurero. Crea dos mundos: uno romántico y aventurero, donde brillan los héroes de acción, y otro contemporáneo, que resume el espíritu del 98, realista y pesimista a la vez. Desde 1912 hasta su muerte hay una serie de novelas titulada Memorias de un hombre de acción. El estilo de Baroja puede parecer descuidado, pero es preciso, sobrio y sencillo. Sobresalen las descripciones impresionistas, los diálogos y los rasgos de humor ácido.
  • Valle-Inclán se sumó al vanguardismo experimental de la novela modernista y aplicó la teoría del esperpento teatral en la novela Tirano Banderas.

Contemporáneo del 98 encontramos otro submovimiento estético llamado Novecentismo, representado por Gabriel Miró, Pérez de Ayala y Gómez de la Serna. Procuraron renovar las técnicas narrativas. Miró (El obispo leproso), Pérez de Ayala (Belarmino y Apolonio). Gómez de la Serna sería el más experimentalista y vanguardista del grupo, y creador de la greguería. Jóvenes del 27 (Jarnés, Ayala).

La Novela Española de Posguerra y la Dictadura de Franco (1940-1970)

Durante la posguerra y la dictadura de Franco, la novela española experimentó diversas tendencias, desde las renovadoras y experimentales hasta las más tradicionales. La novela de la posguerra emparenta con el realismo del XIX y con la obra de Baroja.

  1. Novela existencial-tremendista: Camilo José Cela (La familia de Pascual Duarte).
  2. Realismo social: arranca con La colmena de José Cela. Esta obra trata, con un realismo objetivo y amargo, la miseria de las gentes del Madrid de los primeros años 40. El propósito común fue ofrecer un testimonio objetivo de la realidad española. La literatura es un arma de denuncia. El narrador social: 1) reduce la omnisciencia para presentar escenas, diálogos y acontecimientos como lo haría una cámara cinematográfica; 2) emplea un estilo sencillo y antirretórico, se imitan registros verbales y coloquiales. A esto se le denomina objetivismo. Dentro de este sobresalen autores como Cela, Delibes, Fernández Santos y Matute. El grado máximo del objetivismo lo encontramos en el conductismo. La realidad se presenta en bruto. El ejemplo más logrado es El Jarama de Sánchez Ferlosio. La otra tendencia del realismo social es el realismo crítico. Los temas recurrentes de toda la narrativa son el clima de la posguerra. Los escenarios donde se desarrollan son el mundo rural (Los bravos de Fernández Santos); el mundo del trabajo (Central eléctrica de López Pacheco); la vida en la ciudad (Mi idolatrado hijo Sisí de Delibes).
  3. Superación del realismo social: arranca en 1962, año de publicación de Tiempo de silencio de Luis Martín-Santos. Llamó la atención el tratamiento formal y las diversas focalizaciones. Triunfa la novela experimental, cuya peculiaridad era romper las reglas narrativas tradicionales.
  4. Nueva organización externa del relato.
  5. Nuevas fórmulas para exteriorizar la conciencia de los personajes.
  6. Nuevo tratamiento del tiempo narrativo y contexto social.

Las novelas experimentales destacadas son: Señas de identidad de Juan Goytisolo y Cinco horas con Mario de Delibes.

La Novela Española a partir de 1970: Transición, Democracia y Actualidad

Transición y Democracia: la generación del 68. A comienzos de los 70 se aprecia un cansancio de los excesos técnicos; los novelistas se esfuerzan por recuperar la linealidad del relato y el papel de la trama. La novela que resume este propósito es La verdad sobre el caso Savolta de Eduardo Mendoza. Junto a Mendoza destacan Manuel Vázquez Montalbán (la serie de novela negra dedicada al detective Carvalho), Francisco Umbral (Las ninfas) o Juan Marsé.

Narrativa actual: se leen novelas antes amputadas por la censura, se traducen autores extranjeros prohibidos y se recupera a los autores exiliados, como Max Aub. Se escriben abundantes novelas políticas, pero decayó el interés por esta temática y entramos en un panorama de enorme variedad de argumentos y de gran calidad formal:

  • Metanovela o narración dentro de la narración: Juan José Millás, El desorden de tu nombre.
  • Novela poemática y memorialista: Justo Navarro, La casa del padre.
  • Novela histórica: Arturo Pérez-Reverte, con la serie del capitán Alatriste; Soldados de Salamina, de Javier Cercas.
  • Crónica novelada y novelas generacionales: El jinete polaco, de Antonio Muñoz Molina.

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