Teoría de la Asociación Diferencial: Origen, Evolución e Implicaciones en Criminología


Edwin H. Sutherland

En la década de 1920, Edwin H. Sutherland publicó su primer manifiesto criminológico sobre la teoría del aprendizaje/asociación diferencial. Sus obras «Criminología» (1924) y «La prisión como un laboratorio criminológico» (1930) sentaron las bases de su teoría. Sutherland criticaba las dificultades de los centros penitenciarios para estudiar el comportamiento criminal:

  • No todos los delincuentes están en prisión.
  • Es incongruente estudiar a los delincuentes en hábitats no naturales para ellos.

Sutherland criticó los postulados neopositivistas, pero valoró los estudios de historias de vida que se centraban en los aspectos sociales. Se distanció de los planteamientos biológicos heredados del positivismo italiano y del psicologismo y psiquiatrismo. Además, explicó la invalidez de los estudios basados en estadísticas penales y penitenciarias debido a su falta de representatividad, adoptando un enfoque eminentemente sociológico del problema.

En 1932, Sutherland realizó estudios sobre la delincuencia profesional. Entrevistó a Chick Conwell para que le contara su vida criminal y escribió «The Professional Thief» en 1937. A partir de estas experiencias, desarrolló las bases de la teoría de la asociación diferencial: «el delincuente profesional llega a serlo en cuanto es aceptado en un grupo de criminales profesionales que adoctrinan en el oficio».

Con estos delincuentes, los individuos adquieren técnicas específicas relacionadas con determinadas actividades delictivas, tanto simples como complejas. También interiorizan valores y un espíritu de cuerpo que los separa de los demás. En conclusión, el comportamiento delictivo no ocurre por falta de socialización, sino por el éxito de una socialización en valores diferentes a la ley. Los postulados de Sutherland son:

  • El criminal no se hereda, se hace.
  • Se aprende por interacción con otros delincuentes.
  • Se desarrolla en grupos personales íntimos.
  • Se aprenden técnicas delictivas.
  • Las motivaciones se aprenden en referencia a los códigos legales.
  • Se convierte en delincuente porque en su medio existen excesos de definiciones favorables a infringir la ley.
  • El aprendizaje delictivo es igual al aprendizaje de cualquier otro comportamiento.

Daniel Glaser

Daniel Glaser desarrolló la teoría de la identificación diferencial, basándose en el trabajo de Sutherland sobre la asociación diferencial. Para Glaser, el aprendizaje de la conducta delictiva se produce cuando el individuo se identifica con personas reales o ficticias, cuyo comportamiento y estilo de vida se convierten en un modelo de referencia para él. Esta vinculación no tiene tanto que ver con el contacto directo con criminales, sino con la asociación a un rol criminal por el mecanismo de la identificación. La identificación se define como la elección de otra persona, desde cuya perspectiva observamos nuestra propia conducta.

Glaser hizo hincapié en el proceso de interacción que hace que los sujetos dirijan sus acciones en función del desempeño de un rol asumido mediante un mecanismo de identificación. Hay dos elementos clave:

  • El grupo de referencia del que se toma la pauta de conducta.
  • Los mecanismos de racionalización que pone en marcha el propio individuo para justificar su actuar.

Ronald Akers

Ronald Akers señaló que Sutherland expuso qué se aprende, pero no cómo se aprende. En 1960, propuso la teoría del aprendizaje social o esfuerzo diferencial. Esta teoría se fundamenta en los principios psicológicos del modelo de aprendizaje imitativo o vicario (Bandura y Walters). Gabriel Tarde ya había establecido las leyes de la imitación. Bandura y Walters definieron tres etapas en el aprendizaje social:

  1. Adquisición de la conducta.
  2. Reproducción de la conducta aprendida.
  3. Mantenimiento de la conducta, a través del reforzamiento directo externo, el reforzamiento vicario, el autoreforzamiento y la neutralización del castigo.

Burgess y Akers (1966) desarrollaron la teoría de la asociación-refuerzo diferencial (que finalmente solo Akers continuó desarrollando). Esta teoría parte de la posibilidad de reforzar o inhibir una determinada conducta, independientemente de los procesos mentales del individuo. Se basa en cuatro conceptos principales:

  1. Asociación diferencial: Contacto con personas que exhiben conductas delictivas.
  2. Definiciones: Significados que se vinculan a los actos delictivos.
  3. Refuerzo diferencial: Premios o castigos, experiencias pasadas, refuerzos sociales, etc., que influyen en la probabilidad de repetir una conducta.
  4. Imitación del comportamiento: Reproducción de actos observados en terceros. La imitación dependerá de la influencia del modelo. Akers distingue dos momentos en el proceso: el aprendizaje inicial y la repetición de la conducta.

Gresham Sykes y David Matza

Sykes y Matza argumentaron que la delincuencia es la expresión de los valores de una subcultura autónoma, generalmente asociada a la clase baja. Estos valores tienen connotaciones universales y están presentes en la sociedad. Introdujeron el concepto de neutralización, que explica cómo los jóvenes delincuentes justifican sus actos delictivos a pesar de conocer las normas sociales convencionales. Según Sykes y Matza, un pandillero joven tiene valores convencionales y cometer un delito le produce culpa, por lo que tratará de neutralizarla usando técnicas como:

  • Exclusión de la propia responsabilidad: el individuo se percibe como pasivo en lugar de activo en la comisión del delito.
  • Negación de la ilicitud del hecho: se diferencia entre delitos «mala in se» (intrínsecamente malos) y «mala prohibida» (malos porque están prohibidos). Se argumenta que algunos actos son solo prohibidos, no inmorales o dañosos.
  • Negación de la víctima: se justifica el delito como un castigo justo y merecido para la víctima.
  • Condena de aquellos que condenan: se critica la hipocresía de la sociedad y se acusa a la policía y a las autoridades de ser corruptas.
  • Remisión a instancias superiores: se justifica el delito en nombre del grupo o de la lealtad a los amigos.

En resumen, la teoría de la asociación diferencial y sus desarrollos posteriores han sido fundamentales para comprender el fenómeno de la delincuencia desde una perspectiva social. Estas teorías destacan la importancia del entorno social, el aprendizaje y la interacción con otros en la adquisición de conductas delictivas.

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