Introducción a la Teoría General de Sistemas (TGS)
Concepto: Un sistema es un conjunto de partes interdependientes, regidas por un conjunto de reglas que gobiernan sus relaciones. En el contexto empresarial, esto implica distinguir subunidades y sub-subunidades. La calidad final del sistema depende tanto de la calidad intrínseca de cada subunidad como de las relaciones y la adecuación entre ellas.
Principios básicos de la TGS
- Holismo, sinergia, organicismo, Gestalt: El todo es superior a la suma de las partes. El sistema solo puede explicarse en su totalidad. El holismo se opone al elementarismo, buscando conocer el todo como una suma de sus partes integrantes.
- Información, feedback negativo y codificación: Los sistemas abiertos importan no solo energía, sino también información. El feedback negativo corrige desviaciones. La importación de información es selectiva, proceso llamado codificación.
- Entropía negativa: Los sistemas abiertos importan más energía de la que exportan, almacenándola y adquiriendo entropía negativa, defendiéndose de fallos. Los sistemas cerrados, en cambio, tienden a la entropía, desorden y colapso.
- Estabilidad y homeostasis dinámica: Los sistemas abiertos que sobreviven se caracterizan por su estabilidad, la homeostasis, que les protege de cambios perjudiciales.
- Diferenciación: Los sistemas abiertos tienden hacia la diferenciación y especialización de funciones.
- Equifinalidad: Los sistemas abiertos pueden llegar a idénticas posiciones finales a partir de distintas posturas iniciales.
Desafíos en el entorno empresarial a la luz de la TGS
Los cambios en el entorno obligan a la empresa a adaptarse para sobrevivir y prosperar.
- La legislación: Impone limitaciones al desarrollo de la empresa.
- Los sindicatos: Buscan concesiones mediante la acción sindical y la negociación colectiva.
- Las asociaciones de consumidores y el movimiento ecologista: Pueden boicotear empresas que no cumplan con sus normas.
- La nueva tecnología: Obliga a la empresa a innovar para no perder competitividad.
- La competencia: Obliga a buscar una ventaja competitiva duradera.
- Los valores sociales: Cambiantes, pueden llevar a la ruina a sectores económicos completos.
La empresa como sistema social integrado
La empresa es un conjunto de unidades interdependientes cuyos resultados son consecuencia de la efectividad de su interdependencia. Todo afecta a todo. El entorno es el círculo más externo, seguido por la empresa como sistema, y luego los departamentos como subsistemas (RR.HH., marketing, finanzas, etc.). Dentro de cada departamento, existen sub-subsistemas (ej. departamento de selección dentro de RR.HH.).
La concepción de la empresa como sistema se opone a tratar los problemas departamentales de forma aislada. No concebir la empresa como una totalidad integrada puede llevar al sociocentrismo departamental.
El director de recursos humanos del futuro
El departamento de RR.HH. debe estar cerca de la toma de decisiones y gozar de la confianza de la dirección general. Será un departamento estratégico que implante políticas, asesore, normalice y coordine, pero no ejecute. Deberá convertirse en un departamento gestor, desligándose de funciones que afecten su credibilidad, como la acción disciplinaria, pero manteniendo la negociación colectiva.
El director de RR.HH. deberá tener formación universitaria complementada con postgrado, permitiéndole un enfoque tridimensional (jurídico-laboral, económico y psicosociológico) para abordar los problemas de RR.HH.
- Deberá tener una visión objetiva y de conjunto de la realidad empresarial.
- Deberá poseer un sentido de anticipación.
- Necesitará ser imaginativo, capaz de idear soluciones nuevas para problemas viejos.
- Deberá dominar el diagnóstico, pronóstico y tratamiento de situaciones problemáticas en RR.HH.
- Será capaz de formar e integrar un equipo de especialistas.
- Será una persona ilusionada y capaz de generar ilusión en los demás, con dotes de comunicación y persuasión.
- Deberá observar una ética y deontología profesional.