Tomás de Aquino: Metafísica, Existencia de Dios y Contexto Histórico


La Realidad desde la Metafísica de Tomás de Aquino

Tomás de Aquino, desde una perspectiva metafísica, sostiene que lo primero que el ser humano conoce es el Ente. El Ente es aquello que es, lo que posee ser. Aquino adopta las distinciones aristotélicas de materia y forma, sustancia y accidente, potencia y acto. Esto lo conduce a diferenciar entre esencia y acto de ser (o acto de esencia), llevándolo a indagar sobre la causa del ser.

Estructura Trascendental del Ente

La esencia se define como el conjunto de características principales, permanentes, comunes e invariables a todos los seres de una especie. El Ente, por otro lado, es algo real, que alude tanto a la esencia como al acto de ser. Sin embargo, en los seres contingentes, el Ente no implica la existencia, ya que esta no forma parte de la esencia. El acto de ser es el hecho de ser y se manifiesta en las propiedades permanentes de un ser real. Aquino afirma que el acto de ser es la «perfección de las perfecciones», el acto de todos los actos.

Esencia y acto están intrínsecamente relacionados; la esencia limita el acto de ser. La causa del ser solo puede ser atribuida a un ser en el que no se distingan el ser y la esencia (que podría interpretarse como Dios).

Aquino distingue dos tipos de sustancias:

  • Materiales: En su estructura se diferencia, a nivel sustancial, la materia y la forma, y a nivel accidental, la sustancia y el accidente.
  • Inmateriales: En su estructura se aprecia la potencia y el acto, así como la esencia y el acto de ser.

En el mundo creado por Dios, Tomás de Aquino establece una jerarquización de los seres según su participación en el ser:

  1. Seres inmateriales (Ángeles, que solo poseen forma, no materia. Cada ángel constituye una especie propia, ya que la forma es potencia respecto al acto de ser).
  2. Seres racionales (humanos, con materia y espíritu).
  3. Animales.
  4. Seres vegetativos.
  5. Seres inorgánicos.

Las Cinco Vías: Argumentos para la Existencia de Dios

Las Cinco Vías son argumentos que demuestran la existencia de Dios. Son pruebas metafísicas que pueden partir de lo físico para alcanzar una conclusión metafísica, presuponiendo la capacidad de la mente humana para trascender lo sensible. Se trata de pruebas a posteriori, que parten de un efecto para llegar a la causa. Por esta razón, Aquino critica el argumento ontológico de San Anselmo de Canterbury, que parte de la idea de Dios.

Las Vías se fundamentan en la estructura trascendental del Ente y en la causa del ser de las cosas, incorporando elementos de la participación platónica y la causalidad aristotélica. Aquino expone la existencia de Dios con argumentos racionales, no con el fin de convencer a los ateos, sino para encontrar la causa del ser y, así, llegar a la existencia de Dios. Estas vías se encuentran en su obra Suma Teológica.

Aquino se cuestiona la necesidad de demostrar la existencia de Dios, concluyendo que es necesario porque, aunque es una afirmación evidente en sí misma, no lo es para nosotros. Además, se pregunta cómo demostrar la existencia de Dios, afirmando que solo es posible si vamos del efecto a la causa. Las Vías son la respuesta a la pregunta de si existe algo que demuestre la existencia de Dios.

Descripción de las Cinco Vías

  1. Movimiento: Los seres se mueven; todo lo que se mueve es movido por otro. Es imposible una serie infinita de motores movidos, por lo que es necesaria la existencia de un primer motor inmóvil.
  2. Causalidad Eficiente: Los seres actúan; nada es causa de sí mismo, sino que es causado por otro. Es imposible una serie infinita de causas subordinadas, por lo que es necesaria la existencia de una causa incausada.
  3. Contingencia: Hay seres contingentes; los seres contingentes son por otro ser necesario. Es imposible la existencia de una serie infinita de seres contingentes y necesarios, por lo que es necesaria la existencia de un ser que no deba su existencia a nadie.
  4. Gradación de los Seres: Los seres naturales poseen cualidades en distintos grados; se gradúan según su participación en el ser y deben su ser a otro. El único que puede dar el ser es el ser por esencia.
  5. Finalidad: Los seres actúan de acuerdo con un fin; los seres irracionales no tienen intención para alcanzar un fin, y que lo alcancen es causa de otro ser. Es necesaria la existencia de un ser con inteligencia ordenadora para que no todo sea producto del azar.

Siglo XIV: Contexto Histórico y la Filosofía de Ockham

El siglo XIV se caracterizó por una situación social crítica, marcada por pestes, la decadencia de la escolástica, hambrunas y guerras. En el ámbito filosófico, surgieron cambios y nuevas ideas, como el averroísmo y un retorno a lo espiritual. En Oxford, se desarrolló el misticismo y el empirismo, y apareció el nominalismo como una crisis de la escolástica.

Guillermo de Ockham y el Nominalismo

Guillermo de Ockham defiende una posición nominalista respecto al problema de los universales. Para él, los universales no son más que el nombre que se utiliza para referirse a una especie, evitando así nombrar individualmente a cada miembro de dicha especie. Defiende la contingencia moral, según la cual se debe obrar conforme a las leyes naturales, pero estas son contingentes porque Dios las ha creado, aunque podría haberlas creado de otra manera. Ockham afirma que solo podemos conocer las cosas en particular, rechazando así la idea de metafísica. La «navaja de Ockham» postula que la afirmación más simple es la verdadera, separando la fe de la razón.

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