1. La Italia Fascista: Características Generales
El Ascenso de Mussolini
Tras la Primera Guerra Mundial, Italia se encontraba en una situación precaria. El país se había endeudado fuertemente para financiar la guerra y la deuda provocó una creciente subida de los precios. Además, la desmovilización del ejército aumentó el paro. Con la crisis económica, la tensión social aumentó. Las clases medias y bajas empezaron a temer que se produjera una revolución comunista en el país.
En este contexto de inestabilidad, surgieron dos fuerzas políticas antagónicas: el Partido Comunista a la izquierda y el Fasci Italiani di Combattimento, dirigido por Benito Mussolini, a la derecha.
A pesar de contar con el apoyo de diversos sectores, Mussolini obtuvo pocos escaños en las elecciones de 1919 y 1921. Ante este panorama, decidió tomar el poder por la fuerza. El medio utilizado fue una masiva concentración de miembros de su partido en varias poblaciones del centro de Italia, desde donde convergieron sobre Roma. La Marcha sobre Roma (27-28 de octubre de 1922) consiguió su objetivo, y el rey Víctor Manuel III ofreció la formación del gobierno a Mussolini, quien obtuvo plenos poderes.
El Gobierno de Mussolini: Las Características del Fascismo
El fascismo fue un régimen con seis características principales:
- Se basaba en una ideología antidemocrática y anticomunista.
- El Estado estaba dirigido de forma totalitaria por un líder todopoderoso y las libertades individuales se suprimieron. Solo existía un partido, por lo que no había elecciones.
- El Estado intervenía en la sociedad. Cualquier oposición era reprimida con dureza y, además, se controlaba férreamente la educación y los medios de información.
- Se impuso un nacionalismo feroz y expansionista, que exigía la creación de un imperio colonial para Italia.
- Se desarrolló el culto a la violencia y al militarismo, ya que no se pretendía convencer al contrario, sino eliminarlo por cualquier método.
2. Alemania en la Posguerra: La República de Weimar (1919-1933)
La Debilidad de la República de Weimar
Tras la derrota en la Primera Guerra Mundial, el emperador alemán abdicó. Una asamblea constituyente, reunida en la ciudad de Weimar, desarrolló una nueva constitución que creaba en Alemania una república gobernada por un régimen democrático. Por eso, conocemos a la nueva etapa de la historia alemana con el nombre de República de Weimar. El partido más importante era el Partido Socialdemócrata. Pero desde el principio, la nueva democracia contó con la oposición de los grupos políticos más extremos:
- Los grupos de extrema izquierda pensaban que el nuevo régimen era muy moderado. En 1919, los espartaquistas intentaron imponer en Alemania un régimen comunista similar al ruso, intentando tomar el poder por la fuerza.
- Los grupos más conservadores opinaban que el nuevo régimen no era legítimo, ya que había traicionado a Alemania al aceptar las condiciones del Tratado de Versalles. En 1920, Adolf Hitler creó el Partido Nacionalsocialista (NSDAP), al que se empezaron a afiliar algunos de estos descontentos. En 1923, Hitler intentó hacerse con el poder por la fuerza y dio un golpe de Estado (Putsch de Múnich), que fracasó.
Para hacer frente al pago de las reparaciones de guerra, el gobierno tuvo que imprimir gran cantidad de billetes, lo que provocó hiperinflación. En 1923, un dólar llegó a costar 4.200 millones de marcos.
La Crisis Económica de los Años Treinta
El mariscal Hindenburg, un héroe de la guerra, fue elegido presidente de la república. Alemania fue uno de los países más afectados por el crack de 1929. Gran parte de la mejora económica alemana se explicaba por la gran cantidad de capitales estadounidenses que se habían invertido en el país. Cuando la crisis estalló en EE. UU., las empresas estadounidenses retiraron sus inversiones, lo que provocó el cierre de muchas empresas en Alemania y, con ello, el aumento del paro. Como resultado, en 1932 había 6 millones de parados en Alemania. Casi la mitad de la población activa estaba parada.
3. Hitler Llega al Poder
Las Consecuencias Políticas de la Crisis Económica
La crisis económica incrementó el descontento y la tensión social. Como el paro afectó, sobre todo, a los obreros y las clases medias, muchas de estas personas dejaron de apoyar al gobierno y comenzaron a votar opciones extremistas. Tanto el Partido Comunista como el Partido Nacionalsocialista aumentaron enormemente sus votos. Ante el temor de que se produjera una revolución obrera, los industriales y financieros decidieron apoyar económicamente al partido nazi.
Hitler Llega Legalmente al Poder
1932 era un año clave, pues había elecciones tanto al Parlamento como a la presidencia de la república. Los comunistas rechazaron aliarse con los socialistas a fin de formar un bloque sólido que se enfrentara al partido nazi. En el Parlamento, los comunistas y los nazis fueron los más votados, mientras que los socialistas y los partidos de centro sufrieron un fuerte descalabro. Pero ningún partido tuvo mayoría absoluta y ninguno podía formar un gobierno en solitario. En las elecciones a presidente de la República, volvió a ser elegido el mariscal Hindenburg. Este se enfrentaba al problema de que el jefe de gobierno era el líder del partido más votado en las elecciones al Parlamento, pero como no había mayoría absoluta, él debía decidir a quién llamaría para formar el gobierno. Presionado por los hombres de negocios y por los grupos más conservadores, Hindenburg nombró canciller a Hitler en enero de 1933.
La Eliminación de la Oposición
En pocos meses, los nazis se hicieron con todo el poder. Lo primero que hizo Hitler fue acabar con los partidos de la oposición. Con el pretexto de que un comunista había incendiado el Reichstag el 28 de febrero de 1933, los comunistas fueron encarcelados en campos de concentración. Además, Hitler acabó con aquellos que pudieran oponérsele dentro de su propio partido. En junio de 1934, ordenó asesinar a sus adversarios políticos en la llamada Noche de los cuchillos largos. Hitler dejó claro lo que le sucedería a todo aquel que se opusiera a sus deseos. En agosto, Hindenburg murió y Hitler se convirtió también en el presidente de la República, con lo que acumulaba los tres cargos principales: era jefe de Estado, jefe del gobierno y presidente del único partido legal.
4. La Ideología del Nazismo
El Ideario de Hitler
En 1923, tras el fracaso del Putsch de Múnich, Hitler fue encarcelado. En la cárcel escribió Mi lucha, donde plasmó su ideario. Este ideario recogía muchos rasgos del fascismo: culto al jefe, primacía del Estado, exaltación de la violencia y de la juventud, pero también tenía rasgos propios como el intenso racismo.
Una Ideología Racista
Su rasgo más específico es que se basa en una concepción racista y racial de la historia. El racismo, la creencia de que existen razas inferiores y razas superiores, era una idea muy extendida desde finales del siglo XIX. Pero fueron los nazis los que llevaron esta idea hasta sus últimas consecuencias. Para Hitler, los alemanes pertenecían a la raza aria, que se consideraba la raza superior que había realizado todas las grandes creaciones de la humanidad y, por ello, debía imponerse a los pueblos inferiores como los latinos, los eslavos, los gitanos y, sobre todo, los judíos. Hitler consideraba una prioridad el devolver la pureza racial a la población. Para ello, se recluyó o se asesinó a todo aquel que se consideraba que no era perfecto racialmente y se implantó una sistemática política antisemita que se fue endureciendo. En 1935, se prohibieron los matrimonios y las relaciones sexuales entre los judíos y los arios. Los judíos empezaron a ser maltratados físicamente. En 1938, se produjo la Noche de los cristales rotos. Pero lo peor estaba por llegar. En 1942, en plena Segunda Guerra Mundial, Hitler decidió aplicar la llamada Solución final. Todos los judíos y los gitanos de Alemania y de los países que había conquistado fueron deportados a campos de exterminio. Los investigadores han demostrado que al menos murieron 5 millones de judíos en estos campos.
5. La Política Interior: Un Régimen Totalitario
Un Partido Único
El Estado estaba dirigido por un líder indiscutible, el Führer, que pensaban que nunca se equivocaba y al que se debía obedecer ciegamente. El saludo Heil Hitler expresaba esta confianza absoluta en el líder.
El Control de la Población: Terror y Propaganda
La implantación de un Estado policial fue el primer medio por el cual se intentó controlar a la población. El aparato policial estaba dirigido por Himmler, y estaba compuesto fundamentalmente por dos cuerpos: las SS, una guardia personal de Hitler compuesta por decenas de miles de personas, y la Gestapo, la policía secreta. Entre 1933 y 1939, un millón de alemanes fueron enviados a campos de concentración. La propaganda jugó un papel central en el mantenimiento del régimen nazi. Goebbels fue el encargado de dirigir el aparato de propaganda. La educación transmitía la ideología nazi. Además, los jóvenes tenían que ingresar obligatoriamente en las Juventudes Hitlerianas, donde recibían educación política y militar.
¿Una Alemania Nazificada?
Hitler y su política sedujeron a gran parte de la población alemana. Las élites tradicionales y los conservadores le agradecían que hubiera terminado con la República y el comunismo.
6. La Política Exterior: Militarismo y Expansionismo
Una Ideología Expansionista
La ideología nazi era una ideología expansionista, es decir, que propugnaba la necesidad de que Alemania se expandiera más allá de las fronteras que se le habían impuesto en el Tratado de Versalles. Este expansionismo tenía dos bases ideológicas. Por una parte, el pangermanismo, es decir, el objetivo de que todas las poblaciones de origen alemán de Europa debían unirse en un solo Estado. Por otra parte, la teoría del espacio vital, según la cual los arios, una raza superior, tenían derecho a conquistar territorio a expensas de los eslavos y otras razas inferiores.
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La Expansión Exterior
Primero, se puso en marcha un intenso plan de rearme y se estableció el servicio militar obligatorio. Goering fue el encargado de poner en pie un ejército potente y moderno, probablemente el más potente de los años treinta. En 1938, las tropas alemanas invadieron Austria, que fue anexionada a Alemania, y la región checoslovaca de los Sudetes, en la que vivían 3 millones de alemanes. En 1939, Hitler ocupó el resto de Checoslovaquia.
Una Economía Orientada Hacia la Guerra
Durante los primeros años del gobierno nazi, la prioridad de la política económica fue acabar con el paro, a fin de contar con el apoyo de la población. Para ello, se puso en marcha una política de grandes obras públicas que creó mucho empleo. La autarquía se convirtió en el gran objetivo, de forma que se crearon muchas industrias nuevas, que fabricaban artículos que antes se importaban de otros países. Se invirtió mucho en las industrias que estaban relacionadas con el ejército. El Estado definía las grandes líneas de la política económica, pero esto no significa que dejaran de existir las empresas privadas.