Hume, llevando a sus últimas consecuencias al Empirismo, se muestra particularmente
Terminante en el rechazo de la Metafísica, considerándola un saber “abstruso7
, dogmático y
Que conduce a la superstición”. Somete a crítica los DOS CONCEPTOS fundamentales del
Racionalismo (y de toda la filosofía anterior): los conceptos de causa y de sustancia.
5.3.1. Análisis del concepto de causalidad: la idea de causa.
En la filosofía racionalista, como en la escolástica, la relación de causa y efecto era
NECESARIA en la explicación de la realidad. Se entendía que la mejor manera de conocer un
Objeto era conocer su CAUSA (principio de causalidad = “Todo lo que empieza a existir tiene
Una causa”), ya que el efecto está de algún modo contenido en ella).
Los empiristas, en cambio, critican la relación de causa y efecto, y niegan su valor
Metafísico. Sólo se admiten como resultado de la actividad del pensamiento.
Al clasificar los elementos del conocimiento en impresiones e ideas, Hume estaba
Sentando las bases del Empirismo más radical: si podemos señalar la impresión
Correspondiente, estaremos ante una idea verdadera; en caso contrario, estaremos ante una
Ficción. Los límites de nuestros conocimientos son, pues, las impresiones.
Apliquemos este criterio al conocimiento factual de hechos: nuestro conocimiento de
Los hechos queda limitado a nuestras impresiones actuales (lo que ahora vemos, oímos, etc.) y
A nuestros recuerdos (ideas) actuales de impresiones pasadas (lo que recordamos haber visto,
Oído, etc.), pero no puede haber conocimiento de hechos futuros, ya que no poseemos
Impresión alguna de lo que sucederá en el futuro.
Ahora bien, es incuestionable que en Nuestra vida contamos constantemente con que en el futuro se producirán ciertos hechos: Vemos caer la lluvia a través de la ventana y tomamos precauciones, contando con que la Lluvia mojará cuanto encuentre a su paso; colocamos un recipiente de agua en el fuego, Contando con que se calentará. Sin embargo, sólo tenemos la impresión de la lluvia cayendo Y solamente tenemos la impresión del agua fría sobre la llama. ¿Cómo podemos estar seguros De que posteriormente tendremos las impresiones de los objetos mojados y del agua caliente? Hume observó que en todos los casos (tratándose de hechos) nuestra CERTEZA acerca De lo que acontecerá en el futuro se basa en una inferencia causal: estamos seguros de que Las cosas bajo el agua se mojarán (en vez de ponerse azules, por ejemplo) y de que el agua se Calentará (en vez de enfriarse más, por ejemplo) basándonos en que el agua y el fuego Producen sendos efectos. La lluvia es causa, el fuego es causa y sus efectos respectivos son el Mojarse y el calentarse de cuanto caiga bajo su acción. La idea de causa es, pues, la base de todas nuestras inferencias acerca de hechos de Que no tenemos una impresión actual. Pero, ¿qué entendemos por causa?, ¿cómo Entendemos la relación causa-efecto cuando pensamos que el fuego es la causa y el calor el Efecto? Hume observa que esta relación se concibe normalmente como una CONEXIÓN NECESARIA (es decir, que no puede no darse) entre la causa y el efecto, entre el fuego y el Calor. Si tal conexión fuese NECESARIA, podríamos conocer con CERTEZA (y a priori) que el Efecto se producirá necesariamente. Pero, apliquemos el criterio arriba expuesto a la idea de causa: ¿tenemos impresión que Corresponda a esta idea de conexión necesaria entre dos fenómenos? No, contesta Hume. Hemos observado a menudo el fuego y hemos observado que a continuación aumentaba la Temperatura de los objetos situados junto a él, pero nunca hemos observado que entre ambos Exista una CONEXIÓN NECESARIA. Y como nuestro conocimiento acerca de los hechos futuro Solamente tendría justificación si entre lo que llamamos causa y lo que llamamos efecto Existiese una conexión necesaria, resulta que propiamente hablando no sabemos que el agua Vaya a calentarse, simplemente CREEMOS que el agua se calentará. “la experiencia no nos muestra que una determinada causa produzca un Determinado efecto, lo único que la experiencia nos da a conocer es que diversos Hechos se dan en conjunción constante”. Que nuestro pretendido conocimiento de los hechos futuros por inferencia causal no Sea en rigor conocimiento, sino suposición y creencia, no significa que no estemos Absolutamente ciertos acerca de los mismos: todos tenemos certeza absoluta de que el agua De nuestro ejemplo se va a calentar. Esta certeza proviene, según Hume, del hábito, de la Costumbre de haber observado en el pasado que siempre que sucedíó lo primero, sucedíó También lo segundo. CONCLUSIÓN: La teoría humeana de la causalidad o, si se prefiere, de la relación “causa – Efecto” es la PIEZA CLAVE EN TODO EL PENSAMIENTO DE Hume, que es considerado crítico de La causalidad, al establecer que, más que una ley implícita en las cosas, ES UNA LEY DE NUESTRO MODO DE PENSAR LAS COSAS, debido a una experiencia acumulada, es decir, debido a una Operación psicológica del sujeto como consecuencia de la COSTUMBRE o el HÁBITO que nos Determina a pensar así los fenómenos: Cuando observamos una causa (ejemplo, el fuego), en Realidad no es que sepamos su efecto (calienta), sino que creemos (believe) que seguirán Sucediendo las mismas circunstancias (efectos) en el futuro. La causalidad se reduce, por Tanto, para Hume, a una forma de asociación de ideas basada, en primer lugar, en el hábito o Costumbre de ver sucederse dos fenómenos, siempre en el mismo orden; y, en segundo lugar, En la creencia de que esa misma asociación de fenómenos volverá a repetirse Necesariamente
Ahora bien, es incuestionable que en Nuestra vida contamos constantemente con que en el futuro se producirán ciertos hechos: Vemos caer la lluvia a través de la ventana y tomamos precauciones, contando con que la Lluvia mojará cuanto encuentre a su paso; colocamos un recipiente de agua en el fuego, Contando con que se calentará. Sin embargo, sólo tenemos la impresión de la lluvia cayendo Y solamente tenemos la impresión del agua fría sobre la llama. ¿Cómo podemos estar seguros De que posteriormente tendremos las impresiones de los objetos mojados y del agua caliente? Hume observó que en todos los casos (tratándose de hechos) nuestra CERTEZA acerca De lo que acontecerá en el futuro se basa en una inferencia causal: estamos seguros de que Las cosas bajo el agua se mojarán (en vez de ponerse azules, por ejemplo) y de que el agua se Calentará (en vez de enfriarse más, por ejemplo) basándonos en que el agua y el fuego Producen sendos efectos. La lluvia es causa, el fuego es causa y sus efectos respectivos son el Mojarse y el calentarse de cuanto caiga bajo su acción. La idea de causa es, pues, la base de todas nuestras inferencias acerca de hechos de Que no tenemos una impresión actual. Pero, ¿qué entendemos por causa?, ¿cómo Entendemos la relación causa-efecto cuando pensamos que el fuego es la causa y el calor el Efecto? Hume observa que esta relación se concibe normalmente como una CONEXIÓN NECESARIA (es decir, que no puede no darse) entre la causa y el efecto, entre el fuego y el Calor. Si tal conexión fuese NECESARIA, podríamos conocer con CERTEZA (y a priori) que el Efecto se producirá necesariamente. Pero, apliquemos el criterio arriba expuesto a la idea de causa: ¿tenemos impresión que Corresponda a esta idea de conexión necesaria entre dos fenómenos? No, contesta Hume. Hemos observado a menudo el fuego y hemos observado que a continuación aumentaba la Temperatura de los objetos situados junto a él, pero nunca hemos observado que entre ambos Exista una CONEXIÓN NECESARIA. Y como nuestro conocimiento acerca de los hechos futuro Solamente tendría justificación si entre lo que llamamos causa y lo que llamamos efecto Existiese una conexión necesaria, resulta que propiamente hablando no sabemos que el agua Vaya a calentarse, simplemente CREEMOS que el agua se calentará. “la experiencia no nos muestra que una determinada causa produzca un Determinado efecto, lo único que la experiencia nos da a conocer es que diversos Hechos se dan en conjunción constante”. Que nuestro pretendido conocimiento de los hechos futuros por inferencia causal no Sea en rigor conocimiento, sino suposición y creencia, no significa que no estemos Absolutamente ciertos acerca de los mismos: todos tenemos certeza absoluta de que el agua De nuestro ejemplo se va a calentar. Esta certeza proviene, según Hume, del hábito, de la Costumbre de haber observado en el pasado que siempre que sucedíó lo primero, sucedíó También lo segundo. CONCLUSIÓN: La teoría humeana de la causalidad o, si se prefiere, de la relación “causa – Efecto” es la PIEZA CLAVE EN TODO EL PENSAMIENTO DE Hume, que es considerado crítico de La causalidad, al establecer que, más que una ley implícita en las cosas, ES UNA LEY DE NUESTRO MODO DE PENSAR LAS COSAS, debido a una experiencia acumulada, es decir, debido a una Operación psicológica del sujeto como consecuencia de la COSTUMBRE o el HÁBITO que nos Determina a pensar así los fenómenos: Cuando observamos una causa (ejemplo, el fuego), en Realidad no es que sepamos su efecto (calienta), sino que creemos (believe) que seguirán Sucediendo las mismas circunstancias (efectos) en el futuro. La causalidad se reduce, por Tanto, para Hume, a una forma de asociación de ideas basada, en primer lugar, en el hábito o Costumbre de ver sucederse dos fenómenos, siempre en el mismo orden; y, en segundo lugar, En la creencia de que esa misma asociación de fenómenos volverá a repetirse Necesariamente