11A) El Jazz Journalism: Sensacionalismo y Crisis
El Jazz Journalism surge tras la Primera Guerra Mundial como la tercera generación de la prensa de masas. Entre 1919 y 1926 aparecen el Daily News, el Daily Mirror (de Hearst) y el Daily Graphic, con un formato tabloide y un papel primordial para las ilustraciones fotográficas. Es una etapa marcada por la información sensacionalista, el amarillismo y el interés por todo tipo de escándalos: sexo, crímenes violentos y la vida íntima de personajes famosos.
El Crack del 29 y el New Deal
En octubre de 1929 se produce en Nueva York la caída del valor de las acciones, conocido mundialmente como el Crack del 29, desencadenando una gran crisis económica. Los gobiernos intervienen en la economía para animarla y combatir el desempleo, con un éxito parcial. El New Deal es el nombre dado por el presidente estadounidense Roosevelt a su política intervencionista para luchar contra los efectos de la Gran Depresión en Estados Unidos. Este programa, desarrollado entre 1933 y 1938, buscaba sostener a las capas más pobres de la población, reformar los mercados financieros y reducir el desempleo. Roosevelt utilizó la propaganda para explicar sus políticas y educar a la ciudadanía, obteniendo un gran apoyo público. Financió grandes obras públicas que elevaron la capacidad de compra, alcanzando beneficios hasta la Segunda Guerra Mundial.
Roosevelt y la Comunicación de Masas
Roosevelt, un presidente predicador y mediático, utilizó ampliamente los medios de comunicación, sobre todo la radio, dirigiéndose a su público con el famoso saludo: “My friends”. La venta de receptores de radio creció en Estados Unidos. Roosevelt empleó la política como una forma de comunicación de masas, generando un acercamiento entre el presidente y el ciudadano.
11B) El Periodismo en España en el Primer Tercio del Siglo XX
El periodismo en España en el primer tercio del siglo XX era deficiente en el aspecto informativo si se compara con la prensa anglosajona, pero brillante en el aspecto intelectual y literario, nutriéndose de las plumas de escritores e intelectuales como Ortega y Unamuno, quienes publicaron gran parte de su obra en los periódicos. Era una prensa muy politizada que, a medida que se transformaba en una industria, se convertía lentamente en una profesión, aunque con carencias.
Intelectuales y Prensa
Azorín, Baroja, Maeztu, los Machado, Pérez de Ayala, Eugenio d’Ors, Ramón Gómez de la Serna y Maragall fueron colaboradores asiduos de los periódicos, e incluso algunos de ellos periodistas en sentido estricto. La generación del 27, además de poetas, produjo sobre todo articulistas, que encontraban fácil acogida en periódicos menores, donde, aunque mal pagados, veían su nombre impreso. A principios de siglo, publicar en El Imparcial, y luego en ABC o El Sol, suponía la consagración.
Sistemas Informativos en España
En esta época coexistieron varios sistemas informativos. En 1931 nació el periodismo masivo y comercial, seguido por el periodismo de partido, y más tarde, en 1936, el periodismo totalitarista.
Contexto Informativo de 1931 a 1936
En 1931, las elecciones parlamentarias dieron paso a una coalición republicano-socialista y a una nueva constitución que, en su artículo 34, recogía la libertad de expresión. Entre 1931 y 1936 hubo un importante incremento en el número de publicaciones periódicas y altas cotas de difusión. Sin embargo, la censura previa era más habitual que la libertad informativa, y se producían suspensiones masivas y arbitrarias de periódicos de ambos bandos. En 1936, el Frente Popular ganó las elecciones y Azaña formó su último Gobierno de la República, concediendo indultos a los delitos políticos y liberando presos. Se cerraron los colegios religiosos. En mayo, Azaña fue elegido Jefe del Estado. El 18 de julio de 1936, un golpe de Estado buscó derrocar al Gobierno del Frente Popular para «restaurar el orden».
El Periodismo en la Guerra Civil Española
Bando Republicano
El periodismo en el bando republicano se caracterizó por poner la información periodística y radiofónica al servicio de la victoria militar, utilizando los medios para transmitir propaganda adaptada a la posición de los receptores. En septiembre de 1936 se creó el Gobierno de Francisco Largo Caballero y el Ministerio de Propaganda, que desapareció en 1937 con el Gobierno de Juan Negrín. Los periódicos de guerra estaban sometidos a la moral de los combatientes, con un fuerte adoctrinamiento ideológico y político. Se llevaron a cabo campañas de alfabetización y se creó un comité de Cultura Popular con bibliotecas en el frente y hospitales. Los intelectuales antifascistas crearon la revista El mono azul y, en junio de 1936, se celebró en Valencia el Segundo Congreso Internacional de Escritores Antifascistas.
Bando Franquista
En el bando franquista, la estructura de la información era distinta. La prensa se consideraba un servicio público, con el Estado interviniendo en su gestión y contenidos. Los pilares de la prensa del régimen eran el ejército, con un lenguaje castrense e ideas totalitaristas; el clero, que aportaba el contenido ideológico y justificaciones para la guerra; y el partido único, Falange Española Tradicionalista. Se produjo la incautación de bienes y documentos del Frente Popular, se impuso la censura y se exigió a los periódicos que insertaran noticias «oficiales, políticas y de orden público». La radio fue un arma de guerra fundamental. Los republicanos contaban con el programa «Altavoz del frente», emitido diariamente por Unión Radio Madrid, con la participación de políticos e intelectuales. Franco realizó una intervención personal el 18 de julio ante los micrófonos de la emisora de la Guardia Civil en Tetuán, y la emisora «General Queipo de Llano» emitía charlas con lenguaje vulgar y grosero contra los adversarios. El 14 de enero de 1937 se creó Radio Nacional de España en Salamanca, inaugurada por Franco con ayuda técnica alemana e italiana, y se instalaron altavoces en establecimientos públicos. En España también existió Radio Pirenaica, una emisora independiente y prohibida.