El Segundo Franquismo (1959-1975)
I- Evolución Política
Durante este periodo, se experimentó un vertiginoso y desequilibrado crecimiento económico, así como un aumento de la oposición al sistema. Por estas razones, este periodo también se denominó desarrollismo. Los ministros del Opus Dei, congregados en torno a Carrero Blanco, iniciaron la apertura del régimen y rediseñaron sus bases institucionales por medio de leyes como la Ley Orgánica del Estado (1967), que diseñaba las líneas generales del Estado tras la muerte de Franco.
Fraga Iribarne, ministro de Información y Turismo, promovió la aprobación de la Ley de Prensa e Imprenta (1966), que suprimía la censura previa y la sustituía por multas y suspensión de publicaciones. En 1969, se produjo el nombramiento de Juan Carlos de Borbón como sucesor en la jefatura del Estado, tras jurar lealtad a la Ley de Principios del Movimiento Nacional (1958).
Los seguidores de Franco, conocidos como el búnker, pedían una vuelta al espíritu y a la sublevación nacional de 1936. La liberalización del régimen se detuvo a partir de 1969, debido al choque entre inmovilistas (ultrafranquistas) y aperturistas (reformadores). Tras la muerte de Carrero Blanco, Franco nombró presidente a Arias Navarro, quien siguió una dura línea de represión. Los tecnócratas fueron apartados del poder, formándose un nuevo gobierno falangista incapaz de conciliar unos propósitos aperturistas teóricos con una represión práctica. Finalmente, en noviembre de 1975, Franco falleció.
II- Desarrollo Económico
Fue posible romper el modelo autárquico y apostar por una economía de mercado, facilitando las exportaciones, la entrada de turistas y la inversión extranjera en el país. Se inició una década de crecimiento económico vertiginoso que no se detendría hasta 1975.
Las líneas principales fueron:
- Los Planes de Desarrollo, que produjeron un marcado crecimiento de la renta per cápita.
- Las actividades económicas que tuvieron como objetivo desplazar la actividad económica de la agricultura a la industria, haciendo que fuese posible la mecanización del campo. Los transportes privados prevalecieron sobre los públicos.
- El boom de la construcción dio lugar a un éxodo masivo de personas del campo a las ciudades, llevando a la especulación inmobiliaria y al crecimiento urbanístico. Esto favoreció el turismo.
Los ingresos procedentes de los emigrantes desde el extranjero, junto con el turismo, hicieron posible financiar el crecimiento de los 70. La entrada masiva de capital produjo un aumento del poder adquisitivo.
El cambio económico influyó en el plano social, dando lugar a una modernización demográfica, que se tradujo en un descenso de la natalidad y un crecimiento de la esperanza de vida. El éxodo rural potenció la urbanización de Madrid y el Valle del Ebro, mientras que el interior se despoblaba. El crecimiento de la renta per cápita hizo posible un aumento en el consumo de las familias, así como la incorporación de la mujer a la vida laboral, aumentando el porcentaje de población activa, lo que dio lugar a un ensanchamiento de las clases medias.
III- La Oposición al Régimen
A finales de los 50, la oposición política de aquellas gentes que no procedían de la Guerra Civil se incrementó. La reunión de Múnich (1962), en la que participaron unas cien personas tanto del exilio como del interior de España de casi toda la oposición, fue un hito importante. En los 70, se extendió una oposición moderada. El PSOE pasó a estar en manos de políticos más jóvenes, siendo nombrado secretario general Felipe González.
La oposición social estuvo protagonizada por el catolicismo organizado, surgido en los medios del apostolado obrero. El nacional-catolicismo, que nació en la Guerra Civil y que identificaba a la Iglesia con el franquismo, entró entonces en crisis. La jerarquía eclesiástica empezó a cambiar de posición.
La oposición también llegó desde los estudiantes a través del Sindicato Español Estudiantil (SEU). En 1965, se sumaron a las protestas los profesores, que junto a los estudiantes derivaron en un movimiento asambleario contrario al régimen.
En los años 40 y 50, las organizaciones obreras (comunistas y UGT socialista) se encontraban al margen de la ley. Con la aprobación de la Ley de Contratos de Trabajo, fue posible la firma de convenios colectivos entre el empresario y el conjunto de trabajadores de la empresa. Así surgió una estructura sindical al margen del régimen que lanzaba reivindicaciones laborales concretas. También aparecieron grupos obreros de procedencia católica como la Unión Sindical Obrera (USO).
En 1970, la conflictividad laboral creció con el comienzo de la crisis económica, por la difusión del ideario democrático por parte de la prensa, por grupos de abogados que defendían una interpretación más progresista de la legislación, así como por sectores del ejército, aunque por regla general, este se mantuvo al margen. El terrorismo surgió a partir de la organización estudiantil Ekin. En 1959, nace ETA como movimiento revolucionario vasco de liberación nacional. Se radicalizó, convirtiéndose en una organización revolucionaria comunista que llevaría a cabo acciones terroristas, a lo que Franco respondió con duras represalias. El punto culminante de sus actos fue el asesinato de Carrero Blanco en 1973.
Castilla-La Mancha durante la Dictadura
El triunfo de Franco supuso para Castilla-La Mancha duros años de posguerra, al igual que el resto de áreas atrasadas de España. Gran parte de la población emigró a destinos más prósperos, a pesar de los intentos de industrializar la zona mediante la construcción de embalses. El afianzamiento del sector servicios, junto con la lentitud en actualizar estructuras agrarias, marcaron algunas actuaciones económicas.