Transición Española a la Democracia: De la Dictadura a la Consolidación (1975-1982)


Introducción

A la muerte del general Francisco Franco, las leyes fundamentales preveían la constitución del régimen franquista transformándolo en una monarquía no democrática. Sin embargo, se desarrolló en España un proceso de **transición política** en el que se promulgó la **Constitución de 1978**.

La transición se desarrolló entre 1975, con la subida al trono del rey **Juan Carlos I**, y 1982 con la llegada del **PSOE** al poder, uno de los partidos de oposición al franquismo. La primera etapa de transición del franquismo a la democracia abarcó desde la muerte de Franco hasta la promulgación de la Constitución y la segunda se prolongó hasta la consolidación de la alternativa política en el acceso al gobierno del PSOE.

Durante la primera legislatura de la transición, el gobierno tuvo que hacer frente a una grave **crisis económica** y a las fuertes tensiones que se derivaron de las actitudes violentas de quienes pretendían obstaculizar el proceso de transición a la democracia.

La segunda legislatura vino marcada por el avance hacia la **consolidación democrática**, pero también por el declive del partido en el gobierno y por un intento de golpe de Estado para abortar la naciente democracia.

Desarrollo

El panorama político español de la década de 1970 presentaba tres alternativas:

  • La continuidad del régimen en Franco.
  • La reforma promovida desde las propias instituciones franquistas que culminase en una democratización del sistema político.
  • La ruptura total con la dictadura y la sustitución por una democracia liberada por las fuerzas antifranquistas.

Dos días después de la muerte de Franco, **Juan Carlos I** fue proclamado rey, disponiendo que continuara como presidente del gobierno **Carlos Arias Navarro**. Este presentó a las Cortes franquistas un programa común para todas las fuerzas antifranquistas en la llamada **Coordinación Democrática**. Las fuerzas antifranquistas también promovieron una serie de movilizaciones populares que reclamaban las libertades democráticas y la amnistía para los presos políticos.

La tensa situación del país paralizó las posturas dentro de la clase política procedente del franquismo.

  • Los **inmovilistas** sólo aceptaban la continuidad del régimen y la represión policial, a la vez que estimulaban la acción de grupos paramilitares para acallar a la oposición.
  • Los **reformistas**, ante la incapacidad del gobierno de Arias Navarro, se esforzaron en desplazar del gobierno a los inmovilistas a partir de la evolución de las leyes y de las instituciones franquistas.

La **Ley de Reforma Política** confería la potestad legislativa en exclusiva a la representación popular y preveía un sistema electoral democrático.

El principal problema de la ley de Reforma era su aprobación por las Cortes franquistas, teniendo en cuenta que proponía el desmantelamiento y el establecimiento de una nueva asamblea bicameral elegida por las Cortes. En ella desempeñarían un papel decisivo las negociaciones subterráneas del gobierno con muchos de los procuradores franquistas, a los que se les garantizó que podrían mantener su estatus económico y social. Con la aprobación se iniciaba el camino definitivo hacia la democracia, teniendo entonces que resolver tres cuestiones básicas: la legitimidad de la Corona, un acuerdo sobre la ley electoral y el establecimiento de un sistema de partidos políticos. En los meses siguientes a la aprobación de la LRP se prepararon las condiciones para la celebración de las elecciones generales. Estas elecciones se celebraron el **15 de junio de 1977**. La jornada electoral transcurrió con absoluta normalidad y una alta participación. Las Cortes elegidas no tenían formalmente el carácter de constituyentes, pero pronto se impuso la opinión de que su primera tarea debía ser la elaboración de una **Constitución democrática**. La redacción de la Constitución adoptó un carácter progresista, producto del consenso, que permitía que su desarrollo legislativo fuera asumido tanto por la izquierda como por la derecha democrática.

Conclusión

A la muerte de Franco, España era una extraña dictadura entre un mar de democracias consolidadas, un país aislado y marginado políticamente, así como atrasado social y económicamente. Los recuerdos del enfrentamiento fratricida y el miedo de que los extremos políticos arrastraran de nuevo al país a una contienda sobrevolaba todo el proceso de transición. Pero el pueblo español mostró una gran **madurez democrática** a pesar de llevar casi 40 años en dictadura. **Juan Carlos I** y el **consenso** de las diferentes fuerzas políticas llevaron a España con paso firme, y superando todos los obstáculos que se le planteaban, hacia una democracia y la integración en las naciones de nuestro entorno, superando el atraso y la marginación que había impuesto la larga dictadura.

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