Elecciones de junio de 1977: El inicio de la Transición
Los partidos políticos en junio de 1977
En el momento de las elecciones, los partidos de izquierda se encontraban ya bastante organizados, así sucedía, por lo menos, con los dos más fuertes: el PSOE y el PCE. A su izquierda habían surgido una constelación de pequeños grupos radicales.
El partido más importante de la derecha dispuesto a entrar en el juego democrático fue Alianza Popular, liderado por Fraga Iribarne, en el que se integraron algunas personalidades que habían formado parte de los últimos Gobiernos de Franco. En la extrema derecha se perfilaba un grupo, Fuerza Nueva, fundada por Blas Piñar, que recogía a los nostálgicos del régimen franquista y que pretendía continuar el franquismo después de Franco.
También a partir de marzo de 1977, hubo un primer intento de crear un “centro democrático”. Adolfo Suárez se acercó a algunos grupos centristas y de un heterogéneo conjunto acabó surgiendo una federación de partidos, la Unión de Centro Democrático (UCD), que recogió entre sus militantes y votantes una buena parte del franquismo sociológico. Su líder fue Adolfo Suárez.
Las elecciones de junio de 1977
Las elecciones se celebraron con absoluta normalidad y una participación alta de votantes (el 79,2 % del electorado). Fueron las primeras elecciones democráticas que se realizaban en España desde aquellas de febrero de 1936 que habían dado el triunfo al Frente Popular. Ganó la UCD (coalición de socialdemócratas, liberales y democristianos) y Adolfo Suárez constituyó el primer gobierno en julio de 1977; significaba el triunfo de los reformistas, de los que pretendieron realizar el cambio al nuevo régimen de una manera moderada, sin traumas ni graves enfrentamientos. Las Cortes elegidas el 15 de junio de 1977 tuvieron como primera función la elaboración de un documento constitucional en el que se basara un nuevo régimen liberal democrático. Será la Constitución de 1978, que diseñará un Estado moderno y democrático y en el que llama la atención una nueva organización del Estado, el llamado Estado de las Autonomías.
Gobiernos de UCD (1977-1982)
Primer Gobierno de UCD (1977-1979). Presidente: Adolfo Suárez
Líneas primordiales de actuación del nuevo gobierno
- La crisis económica: los Pactos de la Moncloa
La transición política de la dictadura a la democracia coincidió con la llegada a España de los efectos de la crisis económica mundial de los años setenta. Esta crisis de 1973 se desencadenó cuando los principales países exportadores de petróleo del Próximo Oriente aumentaron su precio (1972). La economía española sufrió con extrema gravedad la crisis a partir de 1975 cuando a los problemas económicos se sumaron la incertidumbre política y los errores de las autoridades económicas; los enfrentamientos sociales se recrudecieron.
Hasta 1977 no se produjo un cambio significativo en la política económica. Los Pactos de la Moncloa, firmados el 25 de octubre de 1977 por los principales partidos, organizaciones empresariales y centrales sindicales, y ratificados por el Congreso dos días después, constituyeron el primer gran conjunto de medidas para afrontar la crisis en España. Sus objetivos fundamentales fueron reducir la inflación y el paro, establecer aumentos salariales en relación a la inflación prevista (crecimiento menor de los salarios), y poner en práctica un conjunto de reformas para repartir equitativamente los costes de la crisis (reforma fiscal).
- Dotar al régimen de una Constitución (1978)
La Constitución de 1978 es la última de las numerosas constituciones del proceso constituyente español de los siglos XIX y XX. En la redacción y aprobación del texto definitivo, cada partido renunció a posiciones extremas en beneficio del consenso, del entendimiento común. El resultado fue que, sin ser una Constitución que gustase a todos los grupos políticos en su totalidad, tenía la virtud de que cada uno de ellos veía reflejadas en el texto constitucional sus más importantes ideas.
Segundo Gobierno de UCD (1979-1982). Presidentes: Adolfo Suárez y Leopoldo Calvo Sotelo
Aprobada la nueva Constitución el 6 de diciembre de 1978, se disolvieron las Cortes. Las nuevas elecciones generales legislativas tuvieron lugar en marzo de 1979 y con este hecho se abrió el periodo de normalidad constitucional llamado también de la consolidación democrática. En estas elecciones aumentó la abstención y los resultados fueron similares a las del 77, dando la victoria a UCD, quedando el PSOE segundo, 3º PCE y avanzando los partidos nacionalistas; la extrema derecha conseguía por vez primera un escaño (Blas Piñar) para Unión Nacional, coalición de extrema derecha.
Se distinguen dos etapas, separadas por la crisis de 1981:
- Etapa de 1979 a 1981
- La crisis de 1981 y el Golpe de Estado del 23F
Etapa de 1979 a 1981
- Convocatoria de elecciones municipales en abril de 1979, las primeras que se celebraron en la democracia (las últimas habían sido en 1935). Los resultados fueron un poco diferentes a las generales, pues permitieron a la izquierda obtener las alcaldías de las más importantes ciudades –entre ellas Madrid y Barcelona-, gracias al pacto del PSOE y el PCE, aunque UCD obtuvo en general más concejales.
- Crisis en el gobierno debido a las discrepancias, en el seno de UCD, de las diferentes “familias políticas” que convivían con dificultad.
- La administración, el Ejército, la policía y algunos medios de comunicación aún eran poco democráticos.
- El terrorismo va aumentando a lo largo de los años 79-80 por parte de ETA, que asesina a miembros de las fuerzas del orden público. También hay atentados de extrema derecha y de extrema izquierda –GRAPO-.
- El PSOE inicia una oposición dura, presentando una moción de censura en 1980, en la que demostró la capacidad de su líder Felipe González de afrontar un programa de gobierno. Suárez pudo superar la censura, por 166 votos frente a 152, pero salió muy debilitado políticamente.
La crisis de 1981 y el Golpe de Estado del 23F
Durante toda la transición y, especialmente, en esta última etapa, el ambiente de los cuarteles era de crispación y de duras críticas al Gobierno. La escalada terrorista, el proceso autonómico y la existencia en activo de generales que habían hecho la guerra (franquistas), fue gestando la preparación del golpe de Estado del 23 de febrero de 1981, el mismo día que el Congreso de los Diputados votaba la investidura de Calvo Sotelo como nuevo presidente, en segunda votación.
Los guardias civiles encabezados por el Teniente coronel Tejero tomaban al asalto el Congreso, amedrentando a tiros a los diputados. A continuación anunciaron que una autoridad “por supuesto competente” acudiría a la Cámara para hacerse cargo de la situación.
Parece que el plan de los sublevados era ocupar, en primer lugar, el edificio del Parlamento y hacer prisioneros al Gobierno y a los diputados. Según pudo averiguarse en el juicio militar posterior, el general Alfonso Armada, relacionado con la Casa Real, formaría un gobierno militar-civil.
Este golpe no prosperó porque el Jefe de Estado Mayor y el Capitán General de Madrid, se negaron a apoyar la intentona golpista y también por el papel del Rey que dio órdenes estrictas a todas las regiones militares de permanecer bajo las exclusivas instrucciones del Estado Mayor.
En el verano de 1982, Calvo Sotelo decidió adelantar las elecciones generales. Se celebraron el 28 de octubre de 1982 y supusieron un aplastante triunfo del PSOE, que obtuvo 10 millones de votos (202 diputados), al captar votos del PC y de la propia UCD –que se hunden-. La derecha, en cambio, asciende con Coalición Popular (antigua Alianza