Temas y formas de la lírica barroca
– la poesía presenta fuertes contrastes en temas graves o intranscendentes, en tonos reflexivo o burlesco y en formas o estilos culto y popular. Alcanzan gran perfección el soneto y el romance, aparece la décima y la silava,combinación libre de heptasílabos y endecasílabos consonánticos.
Conceptismo y culteranismo
– en el estilo Barroco se han distinguido los dos rendencias, el conceptismo,basadoo en el ingenio, y el culteranismo,preocupado por la belleza forma,y Francisco de Quevedo representa el conceptismo.
Luis de Góngora el culteralismo.
Conceptismo
-refeleja la estético barroca centrada en el intelecto,en el juego de ideas o conceptos,tiende a la concisión expresiva, a la bredbedad, al lenguaje elíptico.
Culteranismo
-es el nombre cespectivo que se dio al estilo de Góngora,los culteranos persiguen la brillantez formal y presenta una realidad embellecida mediante abundantes metáforas e imágenes hiperbólicas de difícil interpolación, el culteranismo se cultivo en poesía mas que en prosa y Góngora que defendía una poesía minoritaria, es quien mejor representa esta tendencia.
Luis de Góngora
-Luis de Góngora y Argote (Córdoba, 11 de Julio de 1561 – ibídem, 23 de Mayo de 1627) fue un poeta y dramaturgo español del Siglo de Oro, máximo exponente de la corriente literaria conocida, más tarde y con simplificación perpetuada a lo largo de siglos, como culteranismo o gongorismo, cuya obra será imitada tanto en su siglo como en los siglos posteriores en Europa y América. Como si se tratara de un clásico latino, sus obras fueron objeto de exégesis ya en su misma época.
Vida
-Nacíó en la antigua calle de Las Pavas (hoy Tomás Conde), en una casa propiedad de su tío Francisco de Góngora, racionero de la catedral, situada en el lugar que hoy ocupa el número 10 de la calle, aunque siguen existiendo dudas sobre estos datos. Era hijo del juez de bienes confiscados por el Santo Oficio de Córdoba don Francisco de Argote y de la dama de la nobleza Leonor de Góngora. Estudió en Salamanca, tomó órdenes menores en 1585 y fue canónigo beneficiado de la catedral cordobesa, donde fue amonestado ante el obispo Pacheco por acudir pocas veces al coro y por charlar en él, así como por acudir a diversiones profanas y componer versos satíricos. Desde 1589 viajó en diversas comisiones de su cabildo por Navarra, León (Salamanca), Compuso entonces numerosos sonetos, romances y letrillas satíricas y líricas, y músicos como Diego Gómez, Gabriel Díaz le buscaron para musicar estos poemas.
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Obra
-Aunque en sus obras iniciales ya encontramos el típico conceptismo del Barroco, Góngora, cuyo talante era el de un esteta descontentadizo («el mayor fiscal de mis obras soy yo», solía decir), quedó inconforme y decidíó intentar según sus propias palabras «hacer algo no para muchos» e intensificar aún más la retórica y la imitación de la poesía latina clásica introduciendo numerosos cultismos y una sintaxis basada en el hipérbaton y en la simetría; igualmente estuvo muy atento a la sonoridad del verso, que cuidaba como un auténtico músico de la palabra; era un gran pintor de los oídos y llenaba epicúreamente sus versos de matices sensoriales de color, sonido y tacto. Es más, mediante lo que Dámaso Alonso, uno de sus principales estudiosos, llamó elusiones y alusiones, convirtió cada uno de sus poemas últimos menores y mayores en un oscuro ejercicio para mentes despiertas y eruditas, como una especie de adivinanza o emblema intelectual que causa placer en su desciframiento. Es la estética barroca que se llamó en su honor gongorismo o, con palabra que ha hecho mejor fortuna y que tuvo en su origen un valor despectivo por su analogía con el vocablo luteranismo, Culteranismo, ya que sus adversarios consideraban a los poetas culteranos unos auténticos herejes de la poesía.
Poemas
-Se suele agrupar su poesía en dos bloques, poemas menores y mayores, correspondientes más o menos a dos etapas poéticas sucesivas. En su juventud, Góngora compuso numerosos romances, de inspiración literaria, como el de Angélica y Medoro, de cautivos, de tema piratesco o de tono más personal y lírico, algunos de ellos de carácter autobiográfico en los que narra sus recuerdos infantiles, Los poemas mayores fueron, sin embargo, los que ocasionaron la revolución culterana y el tremendo escándalo subsiguiente, ocasionado por la gran oscuridad de los versos de esta estética. Son la Fábula de Polifemo y Galatea (1612).
Francisco Gómez de Quevedo , conocido como Francisco de Quevedo (Madrid, 14 de Septiembre de 1580[1] – Villanueva de los Infantes, 8 de Septiembre de 1645), fue un escritorespañol del Siglo de Oro. Se trata de uno de los autores más destacados de la historia de la literatura española y es especialmente conocido por su obra poética, aunque también escribíó obras narrativas y obras dramáticas.
Ostentó los títulos de señor de La Torre de Juan Abad y caballero de la Orden de Santiago
Vida-Quevedo también se aproximó a la prosa escribiendo como juego cortesano, en el que lo más importante era exhibir ingenio, la primera versión manuscrita de una novela picaresca, La vida del Buscón, y un cierto número de cortos opúsculos burlescos que le ganaron cierta celebridad entre los estudiantes y de los que habría de renegar en su edad madura como travesuras de juventud; igualmente por esas fechas sostiene un muy erudito intercambio epistolar con el humanistaJusto Lipsio, deplorando las guerras que estremecen Europa, según puede verse en el Epistolario reunido por Luis Astrana Marín. Hacia 1604 intenta explorar nuevos caminos métricos creando un libro de silvas que no terminó, a imitación de las de Publio Papinio Estacio, combinando versos de siete y once sílabas libremente.
Obra
-La poesía amorosa de Quevedo, considerada la más importante del Siglo XVII, es la producción más paradójica del autor: misántropo y misógino, fue, sin embargo, el gran cantor del amor y de la mujer. Escribíó numerosos poemas amorosos (se conservan más de doscientos), dedicados a varios nombres de mujer: Flora, Lisi, Jacinta, Filis, Aminta, Dora. Consideró el amor como un ideal inalcanzable, una lucha de contrarios, una paradoja dolorida y dolorosa, en donde el placer queda descartado. Su obra cumbre en este género es, sin duda, su «Amor constante más allá de la muerte».
Poesía-
La obra poética de Quevedo, que está constituida por unos 875 poemas, presenta ejemplos de casi todos los subgéneros de su época: poesía satírico-burlesca, amorosa, moral, heroica, circunstancial, descriptiva, religiosa y fúnebre. Aproximadamente, un 40% de sus textos son satíricos; si a ello se le añade el hecho de que muchos de ellos circularon públicamente en vida del autor a través de copias manuscritas, se explica la fama de crítico severo y mordaz de su época con que se conoce, en parte, a Quevedo.
La primera impresión de sus poemas tuvo lugar en 1605, en la antología conocida con el nombre de Primera parte de las flores de poetas ilustres de España. De forma póstuma, la mayor parte de sus poemas aparecieron publicados en dos obras: El Parnaso español (1648) y Las Tres Musas Últimas Castellanas (1670).
Poesía grave,reflexiva en la que expresa sus sentimientos con un tono desgarrado.
Y la poesía como juego de ingenio, este estilo es el de los poemas satíricos, en los que redominana el gusto de poeta por la experimentación lingüística.
La prosa narrativa y didáctica
–La narrativa del Siglo XVII presenta novedades respecto a la del siglo anterior: no se cultivan novelas de caballerías. Mientras que se desarrollan la novela corta y la narrativa alegórica.
En los otros géneros novelescos se da una cierta renovación: desaparece la novela de caballerías para dar paso a la novela picaresca tal vez porque es un género adecuado para transmitir la visión crítica, pesimista y desengañada de la época. En este género destacan Mateo Alemán, con Guzmán de Alfarache que tuvo un enorme éxito , y Quevedo con El Buscón.
También abunda un tipo de prosa didáctica que se manifiesta a través de sátiras o mediante las colecciones de emblemas, es decir, la combinación de un dibujo y una frase explicativa que expresa una idea.