TEMA 7. LA RECOPILACIÓN DEL DERECHO EN LA ESPAÑA DE LOS AUSTRIAS I
* La unidad de poder en la monarquía española y su pluralismo interno durante los siglos XVI y XVII
Efectos de la unidad bajo una misma Monarquía:
-Sobre la entidad política de Coronas y reinos:
A principios de la Edad Moderna existía una monarquía española. En la Edad Media, existían varias monarquías (Castilla, Aragón, etc.). Los reyes católicos. Isabel (heredera de Castilla) y Fernando (heredero de la Corona de Aragón), mediante su matrimonio, unieron las Coronas de Castilla y Aragón. Sus herederos serán los reyes de ambos Estados. A principios del s XVI, muerta Isabel, y vivo aún Fernando, éste dirigió las operaciones para incorporar el Reino de Navarra. El Reino de Portugal se incorporó posteriormente, de forma temporal. La forma de expandir la monarquía de los reyes católicos se debió a uniones matrimoniales, no a conquistas militares. Se expandió también mediante la colonización (caso de América) y las guerras. Con la unión de los reyes católicos hubo una unidad de poder en las clases más altas, pero las monarquías conservaron su organización política (sus instituciones de gobierno) y sus diversos sistemas jurídicos (leyes, recaudación de impuestos…). Los sistemas de fuentes se mantuvieron con la unificación política; no obstante, el creciente poder de la monarquía se volvió cada vez más influyente y se hizo notar en el ámbito legislativo e influyó en los sistemas jurídicos.
-Sobre el ejercicio del poder real en los distintos territorios: El mayor poder lo concentraba el monarca. No obstante, tenía distinto poder en función de cada territorio.
Por ejemplo, Carlos I era el rey de Navarra, Aragón o Castilla; soberano de Cataluña (Cataluña nunca recibió la denominación de un reino). En Alemania tenía el título de emperador. De Milán era el duque, no rey, puesto que Milán era un ducado. De este modo, era rey, señor, duque… en función de cada territorio. Era la autoridad suprema en todos los territorios, pero igual que el título era diferente, según la tradición política y legal de cada territorio, gozaba de más o menos poder en cada uno de estos territorios según su título. En Castilla, por ejemplo, el poder del rey era más fuerte. En otros territorios necesitaba el apoyo de las Cortes para tomar decisiones que en Castilla podría tomar solo.
El proyecto de castellanización de la Monarquía:
El rey quería el máximo poder e igual en todos los territorios. Como gozaba de más poder en Castilla, estableció el centro de su monarquía en dicho territorio (en Toledo). No se estableció por españolidad, Carlos I apenas sabía hablar castellano. Se estableció por interés. El título de Rey de España no existía, sólo existía España como localización geográfica. La monarquía deseaba una uniformidad política y jurídica en todos los territorios, puesto que así gobernaría con mayor facilidad. Por ejemplo, para aprobar una misma ley necesitaba realizar distintos trámites en Castilla y en Cataluña. En Castilla tenía más poder, querían expandir el sistema de castilla a los demás territorios. No se hizo, aunque con el paso del tiempo fue acumulando cada vez más poder, pese a que no de manera uniforme.
* La unificación religiosa y la Inquisición
Una de las materias en las que intervenía el poder político y la monarquía era la materia religiosa.
En los finales del s. XV, s.XVI y XVII la religión se consideraba clave para mantener la paz y la unión de los territorios. El Estado (la monarquía) era responsable de mantener la unidad religiosa de los súbditos. Aunque la mayor parte de la población era cristiana, en España persistían dos minorías religiosas desde hacía mucho tiempo: judíos y moriscos (musulmanes). Durante los siglos anteriores había existido presión para que las minorías religiosas se convirtieran al cristianismo. Algunos se habían convertido. Pero entre los conversos, aún había gente que continuaba viviendo y actuando conforme a sus antiguas creencias.
La expulsión de los judíos:
Los Reyes Católicos en 1492 establecieron el Edicto de Expulsión, según el cual los judíos disponían de 4 meses para abandonar el reino o para convertirse. El número de judíos aproximadamente era de 150.000. Muchos de ellos se convirtieron al cristianismo para evitar marcharse de la Península. No obstante, esta conversión podía ser aparente y no real, pues muchos continuaron realizando sus prácticas religiosas en privado. La inquisición surgió para perseguir a falsos conversos.
La expulsión de los moriscos:
En el caso de la expulsión de los moriscos (sucedió mucho tiempo después) los motivos fueron religiosos y de otros caracteres. En 1608 se reunió el Consejo de Estado y aprobó la expulsión de los moriscos (falsos conversos o no conversos que profesaban el Islamismo). La expulsión tuvo lugar entre 1609-1614. Se calcula que unas 300.000 personas abandonaron la Península. Estos moriscos se concentraban en el reino de Aragón y el Reino de Valencia. Se calcula que el R. de Valencia perdió un tercio de su población. A partir de la expulsión de los moriscos, desaparece en España por completo la aplicación del Derecho musulmán que pudiera quedar.
La Inquisición:
La Inquisición española fue una institución que se constituyó en 1478 y que fue abolida en 1834. Fue un sistema de tribunales de justicia; una administración de justicia especial cuya jurisdicción abarcaba las cuestiones relacionadas con la religión. Tenía como función básica vigilar la ortodoxia religiosa de los cristianos españoles, es decir, mantener la unidad religiosa. Vigilaba a los cristianos para asegurarse de que no se desviaban de los preceptos básicos del cristianismo. En principio, musulmanes y judíos no estaban sometidos a la Inquisición. La ortodoxia religiosa solo se puede dar dentro de una religión. La Inquisición en España perseguía a las personas que realizaban conductas peligrosas para la unidad religiosa. En principio podía afectar a judíos y musulmanes en los casos en los que se hubiesen convertido al cristianismo, pero que seguían mantenido su religión antigua (ritos usos, costumbres, etc.). A partir de las predicaciones de Lutero, una parte de los cristianos se separaron de la Iglesia católica, de Roma (nacen las variantes protestantes del cristianismo). De este modo, cualquiera que en España difundiera las doctrinas de Lutero o de Calvino, podía ser perseguido por la Inquisición. La Inquisición, dependía de un elemento central: consejo de la Inquisición o La Suprema. Al mismo tiempo, fue uno de los organismos centrales del Estado más importantes. Los tribunales de la Inquisición eran competentes en materia religiosa, y por tanto los componen miembros de la Iglesia; pero la Inquisición en sí dependía de la monarquía. Los reyes designaban a los inquisidores. Fue adquiriendo poder y se convirtió en un peligroso y efectivo aparato de poder judicial y poder policial que garantizaba, no solo la unidad religiosa (instrumento de control religioso), sino el poder de la monarquía (instrumento de control estatal). Con el tiempo, la Inquisición fue aumentando su jurisdicción, abarcando materias que tenían una leve relación con la religión (delito de fornicación, poligamia, blasfemia, entraban dentro del campo de la Inquisición). Existían cárceles propias de esta institución, así como personal auxiliar (médicos, abogados, fiscales, carceleros, notarios). Disponía además de una red de informadores (llamados familiares del Santo Oficio); personas que tenían ciertos privilegios y estaban armados; que actuaban como una especie de servicio de espionaje, pasando información a la Inquisición. La cosa empeoró a partir del s. XVI, el procedimiento empezaba con el Edicto de fe, que amenazaba con la excomunión a la persona que no denunciara cualquier caso que no conociera de herejía. Algunas personas aprovechaban para denunciar a sus enemigos, o a sus prestamistas.
Tras la denuncia, el tribunal arrestaba al demandado. El denunciado era detenido y llevado al calabozo pero no se le informaba del delito que supuestamente ha cometido y sin saber quién te ha denunciado. El Interrogatorio era la parte fundamental del proceso. Como el denunciado no sabía de qué le acusaban, en ese interrogatorio podía confesar cualquier cosa. Los interrogatorios venían acompañados por un mecanismo de tortura para forzar las confesiones. Se trataba de forzar la confesión sin que el reo muriese. En la justicia ordinaria la tortura no solía tener límites. La Inquisición también abarcaba los temas de delitos de opinión (posesión de libros prohibidos). A la Inquisición española se le atribuye parte de responsabilidad del atraso científico de España, por la censura que realizaba de los nuevos conocimientos a los nuevos científicos al creer que suponían un peligro para la unidad religiosa. Uno de los objetivos de la Inquisición era mantener la unidad religiosa de España y evitar guerras religiosas. La Inquisición consiguió este objetivo. Las guerras religiosas en Europa causaron millones de muertos. En una noche de una guerra religiosa pudieron llegar a morir más personas que en todos los procesos de la Inquisición.