La Meseta
La Meseta es la unidad de relieve más importante de la Península Ibérica. Actuó como tope de presa durante el movimiento alpino, dando lugar a la configuración actual de la península. Esta función fue posible gracias a su composición: se asienta sobre el zócalo de la era primaria, formado por rocas silíceas. La Meseta está dividida en dos por el Sistema Central, surgido durante el movimiento alpino, dando lugar a la Submeseta Norte y la Submeseta Sur. Es importante destacar que el zócalo no se dobla, se parte.
Unidades Internas a la Meseta
Sistema Central
Se formó en la era terciaria (movimiento alpino). Surgió debido a la presión ejercida por la placa euroasiática y la placa africana sobre la Península Ibérica. Al estar formada por el zócalo, que no se dobla, este se fracturó por el centro, originando el Sistema Central. Está formado por fragmentos del zócalo fragmentado (rocas silíceas de la era primaria) y algunos sedimentos de calizas de la era secundaria. Presenta un paisaje granítico. Algunos ejemplos son la Sierra de Guadarrama, la Sierra de Gredos, el río Tietar y el río Aragón.
Submeseta Sur
Se forma en la era terciaria con el movimiento orogénico alpino, debido a la erosión diferencial en cuarcitas y pizarras. Está formada por caliza y zócalo, y presenta una altitud media más baja. Está conformada por dos grandes cuencas fluviales, la del Tajo y la del Guadiana, separadas por la alineación central de los Montes de Toledo y las sierras cacereñas. Destacan ciudades como Mérida y Badajoz.
Submeseta Norte
Se forma entre las eras terciaria y cuaternaria, en el período post-alpino. Su origen se debe al hundimiento tectónico del Macizo Hespérico del Duero. Contiene arcilla, y dominan los relieves tabulares y los amplios valles fluviales. La zona occidental contiene una extensa superficie de erosión en las que quedan materiales expuestos. En el centro se encuentran granitos arrastrados por la erosión y alrededor materiales más blandos. Algunos ejemplos son la Cordillera Ibérica, el río Eresma y el río Esla.
Montes de Toledo
Se formaron en la era terciaria (movimiento alpino). Surgieron al presionarse la placa euroasiática y la placa africana contra el zócalo de la Península Ibérica. Al estar formado por rocas silíceas de la era primaria, se fragmentó formando el Sistema Central y los Montes de Toledo. Están formados por fragmentos del zócalo y restos de calizas de la era secundaria.
Depresión del Duero
Se forma en la era cuaternaria (movimiento post-alpino). Cuando la Península Ibérica se inunda en la era secundaria y luego vuelve a emerger en la terciaria, quedan «charcos» que en la era cuaternaria empiezan a llenarse de sedimentos de la erosión post-alpina, quedando así depresiones formadas principalmente por arcillas.
Unidades Externas a la Meseta
Depresión del Guadalquivir
Se formó en la era cuaternaria. Con el movimiento alpino se crearon Sierra Morena y los Sistemas Béticos, pero entre ambos relieves quedó una especie de valle que en la era terciaria estaba cubierto por agua. En la era cuaternaria, predominó la erosión, y todos los sedimentos erosionados cayeron a este valle. Está formada por los sedimentos arcillosos de la erosión de la era cuaternaria, materiales moldeables que hacen que los ríos formen su cauce con facilidad.
Depresión del Ebro
Se forma en la era cuaternaria. Surge de la misma manera que la depresión del Guadalquivir. Está formada de los mismos materiales. El valle del Ebro es el más caudaloso de España, ya que el río pudo hacer un gran cauce por la facilidad de la erosión de los sedimentos.
Pirineos
Se formaron en la era terciaria (movimiento alpino). Surgieron al presionar la placa euroasiática contra el zócalo de la Meseta. Los sedimentos silíceos que había en medio se elevaron, tanto en la parte próxima a la Meseta, como en la próxima a la placa euroasiática. Este sistema montañoso hace de istmo entre la Península Ibérica y Francia. Posee varias zonas volcánicas y está formado por sedimentos silíceos y fragmentos del zócalo de la placa euroasiática.
Cordilleras Béticas
Se forman en la era terciaria, por el movimiento alpino y por el acercamiento de la placa africana. Contienen materiales calizos, cuarcitas, granitos y pizarras. Es la más extensa de los relieves y la que conserva mayor actividad sísmica. Algunos ejemplos son Sierra Nevada, Baza, Cazorla y el Cabo de la Nao.
Cordillera Costero Catalana
Comparte origen y características con las Cordilleras Béticas.
Archipiélagos
Baleares
Comprende las islas mayores de Mallorca, Menorca e Ibiza, y otras menores como Formentera, Cabrera y Dragonera. El zócalo menorquín se asocia a la Cordillera Costero Catalana y se forma en el mar Mediterráneo.
Canarias
Se originó en el Mioceno, cuando la orogenia alpina rasgó el fondo del Atlántico y a través de esas fracturas ascendieron grandes masas de rocas volcánicas en varias fases de erupciones volcánicas.
Unidades Periféricas de la Meseta
Macizo Galaico
Se formó en la era terciaria. Surgió por la presión de la placa euroasiática al zócalo de la Meseta de este a oeste. Sumada la fuerza del Sistema Ibérico y la Cordillera Cantábrica, el zócalo se fragmentó un poco en su parte occidental norte. Está formado por rocas silíceas del zócalo de la era primaria bastante duras. Por ello su paisaje es muy complejo por la falta de montañas definidas.
Cordillera Cantábrica
Se formó en la era terciaria, siendo levantada y fracturada con el plegamiento alpino. Predomina la roca caliza y materiales graníticos. Además de yacimientos de carbón, presenta un modelado kárstico. Algunos ejemplos son el Macizo Asturiano, los Picos de Europa, y los ríos Esla, Carrión, Sella, Narcea y Nalón.
Cordillera Ibérica
Se formó en la era terciaria. En su formación se combina el zócalo paleozoico fracturado y la sedimentación secundaria que lo cubrió y fue plegada por el movimiento alpino. Encontramos materiales silíceos y diversos modelados. Se encuentra un relieve germánico, modelado glacial, y kárstico. Los accidentes geográficos que encontramos son: Sierra de la Demanda, Sierra del Moncayo y Sierra de Albarracín.
Sierra Morena
Se forma en la era terciaria, con el movimiento orogénico alpino. Está formada de granito, calizas y cuarcitas. Su relieve apenas destaca si se observa desde la Meseta. Adquiere carácter montañoso si se observa desde la depresión del Guadalquivir. Destacan la Sierra de Andújar, Sierra Cazorla y Sierra de Aracena.